Pau
pasó a contarles a sus amigas los hechos de esa tarde, ellas la veían tan
nerviosa que dejaron que terminara de contar solo interrumpiéndola con algún
"ajam" o "entiendo" en señal de que la estaban escuchando.
Valen:
Perdón, me tengo que reír un poco antes de ponerme seria... (Y soltó unas
carcajadas) Me lo imagino a Pedro re caliente y vos... (Dejo la frase sin
concluir y volvió a reír)
Pau:
Tonta, no te rías. Eso después trajo problemas.
Jose:
Y Pau... No están empezando a salir ahora. No es la muerte de nadie unos días
sin estar con tu novio pero si calentas la pava y no tomas el mate es de
pendeja buscona.
Pau:
Okey, ¿no querías ser un poquito más directa, no?
Jose:
Bueno, te digo la verdad.
Pau:
Si, admito que tenes razón. (Hace una mueca) Pero él después me hizo lo mismo.
Jose:
Na, el no te busco y después corto el chorro.
Pau:
Uff. Bueno, ¿y qué hago?
Valen:
¿Disculparte?
Pau:
Na, chicas. ¿Qué le voy a decir?
Jose:
Que te arrepentís…
Pau:
Pero… ¿Cómo hago?
Valen:
Mmm, ¿queres que esta noche, después de la cena vayamos con los chicos a
caminar y los dejamos solos para charlar?
Jose:
Para charlar y si se da lo demás, también.
Pau:
(Ríe) Si, ya aprendí, no tengo que ser tan vueltera. ¿Lo harían? ¿En serio?
Jose:
Obvio, gorda. ¿Queres?
Pau:
Dale. Gracias. ¡Las amo!
Se
quedan charlando un rato más entre las tres, terminando de planear lo de esa
noche y también imaginándose cosas del casamiento que tendrían al día
siguiente, estaban súper ansiosas con ese tema. Jose y Valen se ducharon
mientras Pau escuchaba un poco de música y ordenaba su valija que ya era un
caos. La hora de salir de la habitación para cenar ya había llegado.
Valen
era la encargada de alejarse un poco con Hernán, en algún momento de la cena,
para comentarle la idea que tenían para esa noche y el motivo de la misma, él
luego se la tendría que decir a Santi… Todos tenían que estar complotados para
que salga según lo planeado.
Luego
de encargar cada uno lo que iba a comer, Valen le pidió a Hernán que la
acompañe a la habitación de ellos ya que esa tarde se había olvidado allí una pulserita
(escusa que era puro invento), él accedió enseguida y encantadísimo. Al rato
volvieron y la comida ya estaba servida, se unieron a sus amigos que los
recibieron con unas cuentas cargadas.
Santi:
¿Dónde estaba la pulserita? ¿En la habitación o en la fuente de Trevi?
Pedro:
Si no tardaron nada. (Con ironía)
Hernán:
(Viendo a Valen completamente bordo salta a la defensiva) Ey, basta. No jodan.
Trataron
de no hacer más comentarios con respecto al tema, para no incomodar a Herni y a
Valen pero la relación entre ellos ya era más que obvia y sus amigos esperaban
ansiosos a que blanquearan.
En
medio de la cena Herni le comunico el plan a Santi quien accedió gustoso.
Cuando terminaron de comer el mozo del hotel les ofreció helado de postre y
todos aceptaron encantados, ¿Qué mejor que el gelato italiano?
Pau:
Mmm, la verdad es que esta riquísimo esto.
Hernán:
Posta. Nunca pobre un helado tan rico.
Jose:
Después les tenemos que preguntar la marca así vemos si conseguimos en algún
negocio para comer otro día.
Santi:
Si, la verdad.
Valen:
Todo muy rico pero con tanto que comí esta noche no me vendría nada mal una
caminata para bajar todo y que mañana me entre el vestido. (De esta forma pone
en marcha el plan)
Jose:
Si, yo me prendo a tu idea, eh.
Pau:
Yo preferiría quedarme, total no comí tanto y no tengo muchas ganas de salir…
Pero vayan ustedes, eh.
Jose:
¿Segura?
Pau:
Si, vayan.
Valen:
¿Nos acompañan? (Mira a los chicos)
Herni:
(Y Santi a la vez) Dale.
Santi:
(Río) Vamos.
Pedro:
Me prendo.
Todos
la miraron a Pau y ésta se sintió encogerse en su silla, no había pensado bien
como pedirle que se quede. Para suerte de ella Santi hablo primero para sugerirle, a través de sus clásicas
cargadas, a Pedro que se quedara con su novia.
Pedro:
No jodas Santi, no estoy para chistes. Quiero ir a despejarme además.
Pau:
(Decide intervenir, suspira, toma coraje y habla) Gordo, me gustaría que te
quedes, quiero hablar con vos… Necesito hablar con vos.
Pedro:
(Murmura algo ininteligible, bufa y asiente) Okey.
Pau
suspira e intenta tragar el gran nudo que siente en su garganta por culpa de
los nervios pero no lo logra, suspira de nuevo y se levanta de la mesa a la par
que lo hacían el resto de sus amigos, los acompañan hasta la puerta del hotel
para despedirlos hasta luego. Las chicas palmean a Pau para darle fuerzas y se
marchan con los chicos.
Pau:
¿Vamos?
Pedro:
Hablemos en el jardín del hotel, ¿sí?
Pau:
Si, donde quieras.
Caminan
en silencio y bastante distantes, sin siquiera mirarse, hasta el jardín del
hotel donde se sientan en un banco bajo un sauce eléctrico que era el más
grande y frondoso el lugar.
Pedro:
¿Me querías decir algo?
Pau:
Si.
Pedro:
Te escucho.
Pau:
(Respira hondo) Em, bueno. Este...
Pedro:
¿Si?
Pau:
Gordo, no seas así. Sabes lo que me cuesta dejar el orgullo de lado… (Pedro la
mira sin entender mucho pero siguen en silencio para dejarla hablar) Bueno, te quería
pedir perdón. (Pedro se queda sorprendido, esperaba reproches, no disculpas, así
que la deja seguir hablando) Perdón por haber sido tan infantil, jamás quise
que te sintieras no deseado o no amado porque no es así. Sos único para mí y
por vos hasta el orgullo dejo de lado, por vos maduro y te vengo a pedir perdón
por las pendejadas que hago. Por vos dejo la nena vergonzosa de lado. Perdón… (Él,
totalmente sorprendido seguía en silencio sin saber que decir.) ¿No me vas a
decir nada? (Le pide, con tristeza en su mirada, alguna respuesta)
Pedro:
No sé qué decirte.
Pau:
(Siente que había hablado y dejado salir todos sus sentimientos en vano. No le reconocía
nada) Okey. Deja Pepe, creí que ibas a valorar mi cambio…
Pau
se levanta del banco en el que se encontraban, triste y frustrada por no
recibir ninguna respuesta de su novio después de todo lo que ella le había
dicho. Con el nudo de la garganta mucho más grande y conteniendo lágrimas de
bronca que intentaban escaparse, sube a su habitación.
Pedro
la ve levantarse y continúa sin reacción, todo lo que le había dicho, las
disculpas que le había pedido le habían llegado realmente al corazón pero lo había
dejado helado… Cuando Pau le propuso hablar pensaba que iba a seguir
histeriqueandolo y peleándolo, pero al no haber sido como esperaba tampoco había
sabido muy bien cómo reaccionar. Después de unos minutos pensando y procesando
las cosas en el mismo banquito que había estado con su novia hasta recién, y al
recordar lo mal que había visto a su novia al irse, se levanto del asiento y casi
corriendo subió las escaleras hacia la habitación (el ascensor estaba ocupado,
maldita sea). Le perdonaba y la amaba con su alma y quería decírselo lo más
pronto posible.
“512”
leyó Pedro en la puerta y sin dudarlo mucho más golpeo tres veces con su puño
cerrado sobre ella.
Pedro:
Pau, abrime. Por favor.
Paula:
No, ya te dije todo lo que te tenía que decir. Y ni me escuchaste o no te
importó. (Le respondió con la voz algo afectada por el nudo en su garganta)
Pedro:
No, gorda. Escuchame vos a mi ahora…
Al
decir eso, apoyo su frente contra la puerta esperando que en cualquier momento
esta se abriera, pero los minutos pasaban y no sucedía lo que él esperaba… Bueno,
había hecho lo posible, pero si ella ahora no quería escucharlo… Se irguió y
cuando estaba por dar un paso para dirigirse a la habitación de al lado sintió que
la puerta “512” se abría…
Pau:
Pasa…
Él
hizo lo que Pau había dicho y al ingresar en la habitación la tomo de ambas
manos y mirándola a los ojos se dispuso a comenzar a hablar, verla con los ojos
vidriosos le partía el alma en dos.
Pedro:
Recién, allá abajo… Me quede mudo ante la sorpresa, no porque no aceptara tus
disculpas o algo así… Pensé que me ibas a seguir peleando y admito que creí que
nunca me pedirías perdón. Obvio que tus disculpas son aceptadas. (Busca los
ojos de Paula con los suyos pero ella prefería mirar el piso) Ey, en serio. Me
re sorprendiste y para bien… Perdóname vos a mí ahora por ser, como siempre,
lento para reaccionar ante cualquier cosa. Te prometo que voy a intentar
modificar eso…
Pau:
(Sonríe un poco) A mi me gustas así lentito como siempre… Pero recién pensé que
no te importaba nada de lo que decía… Perdón también por salir corriendo.
Pedro: Basta, basta de disculpas… Si lo hiciste fue por mi
cero reacción. Es un poco entendible que lo hicieras.
Pau:
(Aún con los ojos llenos de lágrimas que estaba conteniendo ya desde hace un
rato) ¿Me abrazas?
Pedro:
Eso ni se pregunta.
Se
sienta en una de las camas, la sienta a su lado y la abraza con fuerza para
luego dejar un beso sobre la coronilla de su cabeza.
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Gracias Sandri y gracias Rocio que me ayudaron a destrabarme con este capitulo ♥♥
Gracias a todos ustedes por leer.
Disfruten del finde largo!!!!!! ☺
ayyy que lindo,me encanto!!!
ResponderEliminarde nadaaaaaaaa jajaja hermoso capitulo
ResponderEliminarQué amorrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!
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