miércoles, 27 de marzo de 2013

Capitulo 163 ♥


Pau bajó del micro y esperó a que su novio también lo haga para luego, tomados de la mano, comenzar a recorrer las muy angostas callecitas de Venecia detrás del guía (esta vez no era Manuel quien los acompañaba) que les iba explicando un poco de la historia de la ciudad.
La zona por la que transitaban en ese momento no parecía ser la más turística, cruzaban delante de muchos negocios que estaban cerrados y según parecía, llevaban años así; tenían todo el aspecto de estar abandonados.
En un momento, también cruzaron un antiguo cine, el cual también aparentaba estar cerrado y sin funcionar desde hacía muchísimos años. Pau, a pesar de estar rodeada de lugares muy viejos, sucios, abandonados; estaba encantada con todo lo que veía: las viejas construcciones, algunos objetos muy antiguos que habían quedado en algunas de las vidrieras, las enormes puertas del cine, la gran cartelera de éste que estaba rodeada por luces que ya no encendían.
En la cartelera todavía figuraba el nombre de una película que seguramente se había estrenado en aquella sala mucho tiempo atrás, a los chicos no les resultaba conocida pero algunas personas mayores, de las que iban en el mismo grupo que ellos, hablaban del film y de los actores, y parecían saber bien de qué se trataba.

Pau: ¡Como me hubiera gustado estar acá cuando todos éstos negocios estaban abiertos y éste cine funcionaba! (Comentó soñadora señalando todo lo que veía a su alrededor) ¿No les dio ganas de tener una máquina del tiempo y poder conocer como fue todo en otra época?
Santi: La verdad… No.
Jose: ¡Ay qué mala onda nene!
Santi: La estaba cargando (respondió riendo)
Valen: Yo pienso como vos Pauchi. (Le sonrío a su amiga y todos siguieron avanzando con el grupo)

Enseguida llegaron a la actual zona comercial, encontraron muchos negocios (éstos abiertos y relucientes), más gente por las calles y a los famosos gondolieri que los invitaban a dar un paseo en góndola por los canales que atravesaban, cada tanto, las angostas calles. Pero ese paseo ya lo tenían pago para la tarde, la misma agencia de turismo con la que habían ido hasta allí (y también al Vaticano y al Coliseo) se habían encargado de hacer las reservas, por ahora cruzaban los canales utilizando los puentes.
Al seguir caminando llegaron a un amplio espacio vacío, sin negocios, ni agua… Solo unos cuentos bancos, gente paseando, palomas por doquier: La famosa Plaza de San Marco, rodeada de unos cuantos barcitos y coronada por la Basílica de San Marco.

Guía: ¡Bienvenidos a la Piazza San Marco! (Todos se reunieron alrededor de él y escucharon con atención la historia del lugar)… Bueno, ahora los dejo libres para que tomen las fotografías que quieran y almuercen por aquí, nos encontramos en 2 hs en este mismo lugar. Por favor, respeten los tiempos porque nos van a estar esperando para los paseos en góndola.

Los chicos le pidieron al guía que les saque algunas fotos a los seis juntos y luego se dispersaron como el resto. Recorrieron todos los negocios que rodeaban la plaza y compraron varios recuerdos para sus familias; mientras recorrían y se tomaban fotos a todo momento con cualquier cosa atractiva que encontraban.
Cuando media hora ya había pasado decidieron sentarse en las mesitas de la vereda de algún bar, para comer algo. 
Pedro, distraído como es, mientras contaba una anécdota para lo cual movía mucho los brazos y tiró con su codo sin querer un poco de pan al suelo y al instante un montón de palomas se acercaron revoloteando para poder comérselo.

Pedro: Ah bueno… Pero acá son peor que en Plaza de Mayo, ¡casi se matar por un poco de pan!
Herni: La verdad… ¡Hay muchísimas palomas en esta plaza!
Pau: ¿Pido la cuenta? Porque veo que varios de los que iban en el micro con nosotros ya se están reuniendo donde pactamos.
Valen: Si, ¡nos copamos con la sobremesa!
Jose: Igual todavía no se cumplieron las 2 horas. Tranquis. El paseo en góndola no nos lo perdemos.

Pagaron lo que habían comido y se reunieron con el guía y el resto de los turistas en el lugar que habían acordado hacerlo, rápidamente se encaminaron hacia uno de los canales cercanos y dividiéndose en grupos de a 6 personas se subieron en diferentes góndolas. Los chicos se subieron todos juntos a una, en ella no solo iba el gondolieri que era el encargado de “manejarla” sino que también los acompañaba un chico más, que era el encargado de dedicarles algunas lindas canciones durante el viaje… Cantaba y tocaba el acordeón.

Jose: ¡Qué lindo paseo!
Pau: La verdad. Que hermosura, es soñado.

Una vez terminado el paseo, descendieron de las góndolas, no sin antes pedir al guía que ya estaba abajo que les tome una foto a todos juntos dentro de la misma,  y luego todo el grupo se juntó alrededor del guía para ver qué harían ahora… Se dirigieron de nuevo a la Plaza San Marco y entraron a la Basílica para conocerla, al salir de ésta el guía les dio libertad de hacer lo que quisieran y en 1 hora, más o menos, se volverían a encontrar en la plaza.

Guía: Lo único que les pido es que no se pierdan, ¿sí?

Valen: Yo voy a volver al negocio donde compre esta góndola en miniatura para mi abuela porque me di cuenta que acá esta despintada (les aviso a sus amigos mostrándoles el objeto). Y de pasada le voy a comprar otra igual a mi prima Sofi… Me olvidaba del regalo para ella.
Herni: Dale, yo te acompaño.
Jose: Yo voy a ir a comprarme ese reloj de pared que tanto me gustó hoy, porque me voy a quedar con las ganas y Venecia no me queda cerca para volver (rió). ¿Me acompañas San? Dejemos a las parejitas solas (ríe)
Santi: Dale.
Pedro: Y bueno, si no me queda otra me iré a disfrutar con mi novia (rió y abrazando a Pau por los hombros, comenzó a caminar)

Hicieron unas cuantas cuadras alejándose de la plaza, Pau se dejaba guiar por Pedro, no sabía bien a donde iban hasta que reconoció unos negocios y se dio cuenta que iban hacia donde el micro los había dejado.

Pau: ¿Por qué volvemos al micro gordo?
Pedro: No vamos al micro.
Pau: ¿Y a dónde vamos?
Pedro: Ya vas a ver…
Pau: ¡Dale! Decim… (Pedro la silenció poniéndole un dedo sobre sus labios)
Pedro: Ya llegamos.

Paula miró a su alrededor y notó que se encontraban justo frente al cine que esa mañana había llamado su atención, volteó para mirar a su novio mostrando la confusión en sus ojos, no entendía que hacían allí. Pedro le sonrió y se acerco más a las puertas del cine diciendo “no tengo la máquina del tiempo pero entrando podemos ver cómo era todo antes acá”, la tomo por una mano y la arrastro con él. “¡Estás loco!” le dijo e intentó frenarlo, pero Pedro hizo caso omiso y siguió arrastrándola, empujo las puertas y estaban medias trabadas pero no cerradas con llave, y al poco tiempo puedo hacer un espacio por el que pasaban los dos.

Pau: Gordo, estás loco enserio, va a venir la policía… Ya nos veo presos en Venecia.
Pedro: No pasa nada amor. Vamos a investigar un ratito. ¿No querías ver cómo era este lugar?
Pau: Sos un loco pero te amo así. Dale, vamos a investigar. (Lo corrió e ingreso ella primero)

Pedro siguió los pasos de su novia y saco su celular para hacer un poco de luz, como las ventanas estaban bastante sucias ingresaba poca de la claridad que había afuera. Hacia la derecha de ellos encontraron dos boleterías y una vieja máquina para hacer pochoclos, hacia la izquierda había dos puertas que identificaron como los baños, luego, frente a ellos, dos puertas más grandes que dieron por hecho que sería la sala donde reproducían las películas antiguamente.

Pedro: ¿Vamos a ver la sala?
Pau: Vamos. (Le sonrío) Si ya estamos en el baile, bailemos.

Abrieron una de las grandes puertas e ingresaron a la sala, allí estaba todo todavía más oscuro, pudieron ver que habría unas 30 filas de butacas escalonadas hasta llegar a la pantalla, en la parte más baja de la sala, que (si todavía estaba) ahora la cubría un telón.

Pedro: ¿Vamos hasta abajo a chusmear y salimos?
Pau: Dale. (Lo tomo de la mano)

Bajaron el primer escalón, luego el segundo y cuando estaban por bajar al tercero escucharon un ruido, parecía que algo (o alguien) se movía y luego un golpe, algo se había caído al suelo detrás del telón.
Se asustaron muchísimo, Pau contuvo el grito que estaba por largarr solo porque Pedro le puso una mano sobre la boca, se miraron transmitiéndose con los ojos el susto que tenía y casi corriendo subieron los pocos escalones que habían bajado, cruzaron el hall y salieron a la calle. Una vez fuera del cine, regularon sus respiraciones aceleradas aún sin soltarse las manos, luego se miraron, abrazaron y empezaron a reír.

Pau: ¡Sos un miedoso Pedro!
Pedro: ¿Y por casa como andamos?
Pau: Pero vos sos el hombre. ¡Me tenías que defender!
Pedro: ¿De qué?
Pau: No sé, alguien había ahí adentro (miro hacía la puerta del cine que seguía arrimada y dejó de reírse). ¿Y si nos vamos? (propuso dejando en evidencia su temor)
Pedro: (Riendo todavía) vamos, pero no pasa nada gorda, seguro era un gato. (La tomo por la mano y comenzaron a caminar hacia la Plaza San Marco nuevamente)
Pau: Ah, ¿y por eso saliste corriendo así? ¿Por un gato?
Pedro: Bueno, por las dudas… Además corrí porque vos me llevabas de la mano.
Pau: Claro. Ahora la miedosa soy solo yo. Tu cara de pánico no me la olvido más (rompió a reír con fuertes carcajadas).
Pedro: Ni yo la tuya (dijo, acoplándose a las risas de su novia)

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Ayer había prometido el capitulo pero lo que leía en tw incrementó mi mal humor que tenía por el dolor de encías (que todavía sigue u.u) y bue, no podía terminar el cap.

Ahora si, ya terminado y listo se los dejo :)

Como recordarán renové la lista a los que les pasaba el cap si de los que me pidieron que les pase no les estoy pasando avisenme de nuevo porque algunos no se me agregaron (maldito twitter)

Gracias ♥ Saludos! Qué tengas buen finde eeeeeeextra large :)

sábado, 23 de marzo de 2013

Capitulo 162 ♥


Esta vez Paula había programado el despertador en su celular, así que esa mañana no se escuchó Montaner sino que un sonidito cualquiera de su celular que ella había puesto como despertador, lo escucho y bostezando se estiró un poco, todavía con mucha fiaca y sin abrir los ojos porque le molestaba la claridad que entraba por la ventana, se dio vuelta sobre sí misma para despertar a su novio y hacerle algunos mimos antes de arrancar, ya que el día anterior lo había notado muy distante y quería averiguar si le pasaba algo o si existía algún motivo por el que había estado así de extraño. La noche anterior, luego de ducharse, pretendía hablar con él pero lo encontró dormido.
Estiró su brazo derecho hacia donde debía estar Pedro sin mirar aún pero no lo encontró, rápidamente se levantó y abrió los ojos, de esta manera pudo comprobar que su novio ya no estaba a su lado en la cama ni en la habitación, se levantó y caminó hacia el baño, golpeó la puerta y como nadie contesto ingresó, allí tampoco estaba. Le pareció raro que se fuera a desayunar sin antes despertarla. Desde el día anterior muchas cosas de las que hacía le parecían raras.
Ya que estaba en el baño, se lavó la cara y se vistió ya pensando en la excursión  hoy conocerían el Vaticano, preparó su carteta y bajó con todo lo necesario.

Al llegar al comedor se encontró con Pedro que charlaba animadamente con Hernán, seguía pareciéndole raras sus actitudes: Primero, haberse levantado antes que ella y segundo, no despertarla para bajar con él. Aún así trato de relajarse y restarle importancia a la situación, “me debo estar haciendo la cabeza” se dijo, y se unió a los chicos luego de haberse servido una taza de café con leche y haber agarrado algunas tostadas de la barra del desayuno.

Pau: ¡Buen día caballeros! ¿Cómo les va? (Los saludó sonriente)
Herni: Muy bien señorita. A usted, bella durmiente, ¿Cómo le va?
Pau: ¿Cómo que bella durmiente? ¡Si yo me levante a penas sonó el despertador!
Herni: Ah, ¿entonces fue Pepe el madrugador? (preguntó mirando a su amigo), creí que vos te habías quedado haciendo fiaca como Santi (rió).
Pau: No, mi novio se me fugó (rió también). ¿Dormiste bien amor?
Pedro: más o menos (fue bastante cortante al responder).
Pau: (Le acarició una mejilla) pobre mi amor. ¿Te sentís bien? Desde ayer que te noto muy callado.
Pedro: No, no pasa nada. Creo…
Pau: Mmm, algo te pasa gordo.
Pedro: Ya fue, no importa.
Pau: Pero…
Pedro: (la interrumpió) Nada Paula. Deja.
Pau: ¡Pero no te enojes gordo! Solo me preocupo por vos.
Pedro: Gracias, pero no hace falta. De verdad. (Le dedico la mejor sonrisa que pudo esbozar que no fue una muy convincente y se dedico a terminar su té)

En silencio siguieron desayunando, Hernán observaba a sus amigos y se sentía bastante incómodo, se notaba en el aire la tensión entre la pareja y no le gustaba verlos así, para su suerte enseguida se les unieron Valen, Jose y Santi que bajaron a desayunar y crearon un clima más agradable con sus conversaciones y chistes.

El micro llegó a horario como el día anterior y también fueron los últimos en subir, pero esta vez iba lleno, así que ocuparon los lugares que quedaban y emprendieron el viaje hacia el Vaticano. Pau pensaba sentarse con Pedro, subió en último lugar al micro y cuando llegó al lado de su novio él ya estaba sentado con Hernán… Otra actitud rara… Siguió su camino y se sentó con Jose que le había guardado un lugar a su lado. Nuevamente el guía a cargo del paseo del día era Manuel, y nuevamente a penas se ubicaron los chicos en sus lugares comenzó a pasar por los asientos para cobrar la excursión a quienes todavía no habían cancelado el total del valor de la mismo. Los chicos también habían dejado este viaje totalmente pago por lo que al pasar por al lado de ellos, Manu solo los saludó a todos con amabilidad y continuó con su tarea.

Jose: ¡Qué raro! Hoy no se nos engancho a hablar el Manu. (Le dijo en secreto a Pau)
Pau: Mejor (rió) estuvo medio pesado ayer.
Jose: La verdad (también rió)
Pau: Che, Jo, ¿sabes qué le pasa a Pedro?
Jose: No, ¿le pasa algo? (la mira extrañada)
Pau: No sé, desde ayer que esta re cortante… Al menos conmigo. ¿Le pasará algo?
Jose: Si vos no sabes… Yo ni me había dado cuenta. ¿No te estarás haciendo la cabeza?
Pau: Puede ser…

La conversación quedó ahí ya que fue interrumpida por Manuel que parado en la parte de adelante del pasillo del micro comenzaba a dar sus explicaciones, con micrófono en mano, de a dónde irían y por dónde pasarían en el viaje de éste día. Pronto llegaron al Vaticano y descendieron del transporte, lo primero que hicieron fue detenerse en un restaurant y almorzar para luego poder aprovechar toda la tarde en conocer el lugar. Una vez que comieron, comenzaron a caminar por la Plaza San Pedro y tomaron muchas fotografías del lugar que los rodeaba, ansiosos por ingresar a la basílica de San Pedro.

Manu: La antigua basílica fue construida en el lugar donde se encontraba la tumba de Pedro (uno de los doce discípulos). Las obras fueron ordenadas por el emperador Constantino, a expensas del papa Silvestre I; comenzaron entre el 326 y el 330, y finalizaron 30 años después… (Manu seguía hablando sobre la historia del lugar pero los chicos estaban un poco distraídos hablando entre ellos)

Pedro: Y vieron… Los Pedros somos grosos.
Hernán: Callate aparato… (Rió)
Pedro: Bueno, no me dejan agrandarme ni un poco. Ni aunque acá todo tenga mi nombre.
Valen: Sh, que no podemos escuchar a Manu.
Hernán: Vayan con su Manu ustedes…
Valen: Ay Hernán. No podes estar celoso, ya te dije ayer.
Pedro: Si ayer se la pasaron embobadas con él.
Jose: ¡Ay! ¡Nada que ver! Él nos buscaba a nosotras.
Pau: ¡Jodeme que lo callado que estabas era por celos por el guía! (Pedro se mantuvo en silencio y desvió la mirada) Gordo, no podes. (Rió)

A Pedro no le causó mucha gracia la situación pero esta vez le agradeció a Manu, porque como estaban por entrar a la basílica les pidió silencio a todos y no tuvo que contestarte a Pau y sus amigos tampoco pudieron seguir esa conversación.

Pau: (Ahora hablando en susurros mientras esperaban su turno para entrar al templo) Val, ¿Herni te hizo escena de celos?
Valen: Si, anoche… Antes de ir a dormir nos quedamos charlando un poquito en el pasillo y terminamos casi peleando.
Jose: Si, los escuche desde atrás de la puerta. (Rió) Son dos bobis Pedro y Hernán. No entiendo cómo se ponen celosos.
Pau: No sé si reírme, matarlo a sopapos o a besos…
Jose: Hace todo a la vez. (Rió un poco más fuerte)
Manu: (Acercándose a ellas) Chicas, por favor, acá adentro no nos dejan hablar fuerte. Por respeto.
Jose: Si, perdón Manu. Me hicieron reír las chicas.

Canchero, les guiña un ojo y se aleja de ellas para ver si ya los dejaban pasar. A los 5 minutos ingresan a la basílica y comienzan a recorrer el lugar mientras que un guía, que no era Manuel, sino uno puesto por el lugar, comienza a comentarles todos los detalles con respecto a la construcción e historia del lugar, de las pinturas o diferentes obras de arte, esculturas y demás que se podían encontrar por allí.
Pasan la tarde recorriendo y hablando poco y nada, ya que tenían mucho por escuchar y observar. A eso de las 6, con los pies bastante doloridos de tanto caminar volvieron al micro y se encaminaron de nuevo hacia el hotel…
Nuevamente fueron los primeros en bajar y como todavía era temprano para cenar se dirigieron cada uno a sus respectivas habitaciones para darse un baño y descansar un poco.
Pau entró a la habitación y Pedro lo hizo justo detrás de ella, pero sin hablarle… Agarró un tallón y se metió en la ducha. Ella lo esperaría allí para aclarar las cosas… La causaba gracia que se haya puesto celoso del guía y no se lo haya dicho, pero también le daba bronca… ¿A caso pensaba que podía cambiarlo a él por Manuel?

Pepe no se demoró demasiado en el baño y cuando salió, envuelto en el tallón de la cintura para abajo, Pau no lo dejó ni siquiera comenzar a vestirse, porque sabía que enseguida se iba a fugar de la habitación con tal de esquivar el tema.

Pau: ¡Quiero ahí!
Pedro: Dejame vestirme, Paula.
Pau: No, porque te vas a ir y quiero hablar. A demás me gusta verte así. (Se acerca y le roba un pico)
Pedro: (Se aleja) Dale Pau, no jodas.
Pau: No jodo nene. Quiero que me digas qué te pasa de una vez por todas. ¿Estás celoso de Manu?
Pedro: Basta Paula. Te dije que no me pasa nada.
Pau: Tus actitudes no me dicen lo mismo.
Pedro: Dejame, ya se me pasa.
Pau: ¿Ves que te pasa algo Pedro? decime, no seas chiquilin.
Pedro: Bueno, sí. Me molestó verte con él riéndote, haciéndole caritas.
Paula: ¡Yo no le hice caritas! A demás él nos perseguía a nosotras… Ustedes porque nos dejaban solas y hacían rancho aparte, sino  no nos hubiera molestado tanto.
Pedro: No parecían muy molestas.
Pau: Si, Pepe, nos molestaba un poco. Pero tampoco lo íbamos a tratar mal, pobre pibe… Siempre con buena onda nos hablaba, pero era demasiado confite y eso nos molestaba. Además ahora no lo vemos nunca más… ¡No vamos a pelear por su culpa!
Pedro: (Reflexionando) No, tenes razón. Sé que no tienen mucho que ver mis celos en esta ocasión, pero me ponía mal ver como canchereaba con vos.
Paula: Pero en todo caso enójate con él.
Pedro: Si, ¿me perdonas? (Se acerca a ella y la toma por la cintura)
Paula: Bueno, está bien. Pero no te enojes por cualquier flaco que me diga un piropo o se haga el canchero. No es mi culpa ser tan diosa. (Dice en chiste y comienza a reírse mientras lo abrazaba)
Pedro: Si, la verdad que me elegí una novia demasiado diosa, ese es el problema. (Le sigue el chiste y le deja un beso sobre la boca)
Paula: Te amo celocito.
Pedro: Yo más diosa de las diosas. (Sonríe y comienza a besarla con muchas ganas, ese día, medio distanciados, la había extrañado muchísimo y por sobre todo extrañado sus besos)
 Paula: (Separándose) Mmm, gordo. Me tengo que bañar, así bajamos a comer. Después la seguimos, te lo prometo.
Pedro: No, ufa. No te suelto nada ahora. (La abraza con más fuerza)
Paula: Dale Pepe. (Ríe)
Pedro: Bañémonos juntos. (Le dedica una de sus sonrisas más compradoras)
Paula: Pero ya te bañaste vos.
Pedro: ¿Y qué importa eso?

Sin más rodeos la levanta en brazos y juntos se dirigen al baño. Paula enciende la ducha mientras él no dejaba de besarle el cuello, una vez que el agua adquiere la temperatura adecuada, Pedro deja su tallón y ayuda a su novia a desvestirse para ducharse entre mimos y besos.

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Bueh, no estoy 100% conforme con este capitulo pero quería subir de una buena vez. Jajaja Espero les guste.

GRACIAS por el aguante a toddddosssss!! ♥ y gracias Ro x ayudarme un poco a destrabarme :)

sábado, 16 de marzo de 2013

Capitulo 161 ♥


Montaner lleno el ambiente de la habitación con el sonido de una de sus canciones, a pesar de eso Pedro siguió roncando y durmiendo profundamente pero Paula se despertó, juntó fuerzas, contó hasta 3 (unas cinco veces) y finalmente se levantó. Apagó el despertador del celular de su novio y Ricardo se calló. Todavía le causaba gracia que le gustara tanto Montaner siendo hombre, pero le daba ternura a la vez, y ella sabía salía beneficiaba con ello porque le dedicaba las hermosas letras de las canciones de amor del cantautor venezolano. Fue hasta el baño, se lavó la cara para terminar de despertarse y luego se encargó de despertar a su novio que entre sueños se quejaba porque quería seguir durmiendo.

Paula: ¡Dale gordo, que va a venir el micro de la excursión ya!

En realidad aun falta bastante para que el micro llegara pero si no lo asustaba no se iba a levantar. Él, al escucharla, se levantó apresurado, casi de un salto y agarró el celular, miró la hora y luego le dedico a Paula una mirada de odio.

Pedro: ¡Me asustaste! Creí que nos habíamos quedado dormidos.
Paula: (Riendo) No, pero si seguías haciendo fiaca se nos iba a hacer tarde. Vamos, dale, arriba que hay que desayunar.

Suspiró resignándose, no podría seguir remoloneando en la cama... Se levantó, fue al baño y se lavó la cara, cepilló sus dientes y luego volvió a la habitación, Pau ya estaba vestida y sentada en un sillón que había pegado a la única ventaba de la habitación y miraba a través de ésta. Pedro sonrió al verla tan concentrada mirando algo que había o sucedía afuera y se acercó sigilosamente a ella para dejarle un beso en su mejilla.

Pau: ¡Ay! Me re colgué mirando por la ventana. (Dijo al sentir el beso de su novio pero continúo mirando hacia afuera)
Pedro: ¿Qué miras, tan concentrada? (Se asomo un poco más a la ventana)
Pau: A esos nenes que están jugando por allá (señaló), ¡quiero volver a ser chiquita! (rió) y vivir así de despreocupada... Aunque crecer tiene sus cosas lindas también. Como conocerte a vos, por ejemplo. (Se volteó para verlo a los ojos) ¿Qué haces en bóxer todavía? (Lo observó de pies a cabeza) ¡Dale Pepe!
Pedro: Uf, te pasas del papel novia tierna al de madre rompe en dos segundos.
Paula: (rió) dale aparato. Vestite. Voy a ver si están listas las chicas o si ya bajaron. Te espero afuera. (Se encamino hacia la puerta pero antes volvió su vista a él para decirle algo más) Amor...
Pedro: ¿Qué?
Paula: No te olvides la tarjeta adentro por favor, eh.
Pedro: Si, mami. (Se burlo y comenzó a vestirse mientras Paula salía de la habitación riendo)

A penas cruzó la puerta se encontró a Jose y Valen que también salían de su habitación. Las saludo y le dijo que vayan reservando la mesa, ella esperaba a Pedro y se les unían. Cuando las chicas cruzaron la puerta del ascensor para bajar hacia el comedor, Herni y Santi salieron de su habitación.

Herni: ¡Buenos días! (La saludó con un beso en la mejilla y Santi hizo lo mismo) ¿Bajamos?
Paula: Buen día. Estoy esperando a Pedro. Las chicas acaban de bajar, si quieren vayan yendo.

A penas terminó de decirles eso, Pedro salió de la habitación, así es que bajaron los 4 juntos y se unieron a las chicas para desayunar. Como terminaron bastante rápido se quedaron en el living del hotel entretenidos mirando algo en la televisión pero por suerte, al horario pactado, el micro estaba en la puerta, se apresuraron a subir y emprendieron el viaje hacia el Coliseo Romano. El transporte estaba casi lleno ya, y a penas se ubicaron en sus asientos el guía se presentó ante todos los pasajeros, se llamaba Manuel, y les explico los tiempos con los que se manejarían durante el día, lo bueno era que, como Barby les había explicado, en Europa todo quedaba cerca, por lo que tenían bastante tiempo para recorrer cada lugar. Manuel, que era un chico bastante joven y recibido de guía turístico hace unos pocos años por lo que había dicho al presentarse, se paseaba por los pasillos del bus para terminar de cobrarles a los que solo habían reservado la excursión; los chicos ya lo tenían todo pago pero Manuel, igualmente se detuvo en el asiento en el que estaba sentadas Jose y Pau (Pedro estaba con Santi detrás de ellas y más atrás Valen con Herni), y se puso a conversar con ellas.

Manu: ¿Sus nombres? (Mirando la planilla donde tenía anotados a todos los pasajeros para ver si habían abonado)
Pau: Yo Paula, ella Josefina.
Manu: Perfecto. Ustedes ya abonaron todo. (Marcó algo en la hoja con su birome y levantó la vista) ¡Pero qué chicas tan bonitas que tenemos aquí hoy! (Les sonrió)
Jose: (rió tímida) Gracias.
Manu: No hay por qué agradecer si solo digo la verdad.
Pedro: (Asomándose desde el asiento de atrás) Nosotros ya pagamos todo, eh.
Manu: Si, me dijeron. Solo elogiaba a estas dos bellezas. (Le dedico una sonrisa a Pedro y continuó su camino.

Paula se dio vuelta en su asiento, levantándose un poco para que los chicos la vieran y fulminó con la mirada a Pedro.

Paula: ¡Amor! Le contestaste re mal, ¡pobre chico!
Pedro: Pero si se estaba haciendo el vivo…
Paula: ¡Ay, nada que ver! Solo nos dijo lindas, no seas así.
Pedro: Bueno, perdón. Me saltaron los celos.
Paula: Me di cuenta (rió y volvió a sentarse bien).

El resto del viaje cada cual conversaba con su compañero de asiento y el guía los interrumpía cada tanto hablando con un micrófono, ubicado frente a todos en el micro para mostrarles algún monumento o lugar turístico por el que pasaran. Pronto llegaron al coliseo, o así parecía, aun no lo veían pero el chofer había estacionado y debían bajar.
Por la calle caminaron todos siguiendo a Manuel y escuchando sus explicaciones, al girar en una esquina quedó ante la vista de todo el grupo el imponente coliseo y todos se quedaron impactados, fueron acercándose, primero se detuvieron ante el Arco di Constantino y escucharon la historia de este monumento, una vez que Manuel termino con sus explicaciones pudieron tomar fotos a distancia del coliseo y después se fueron acercando a éste para poder ingresar.
Mientras el guía les contaba detalles sobre la construcción y diferentes historias de conocidos gladiadores o respondía preguntas de los integrantes del grupo iban ingresando para llegar a la parte de la arena que habían reconstruido y podía ser visitada por los turistas.
Pau y Jose iban agarradas del brazo observando todo muy asombradas y escuchando con atención a Manu, cuando llegaron a la parte interior el guía los dejó un rato libres, sin hablarles ni explicarles nada más para que se queden un rato allí tomando fotos y haciéndole preguntas a él por si alguien se había quedado con dudas. Los chicos se tomaron unas cuentas fotos y después, mientras esperaban que el resto de las personas del grupo también retraten su visita con sus cámaras, se quedaron charlando y observando cosas de la construcción del lugar. Herni, Santi y Pedro charlaban imaginando que ese lugar sería un buen estadio de futbol y las chicas por su lado pensaban en el sufrimiento de cada persona que, tal vez hasta injustamente, había terminado en ese lugar para perder su vida ante leones o guardias  mucho mejor armados que ellos y así entretener al emperador romano.

Pau: Todo muy lindo pero lo construyeron para matar personas. El horror.
Valen: Si, esa parte es media fea. Eran otras épocas y los esclavos o presos no le importaban mucho a nadie, ¿no?
Jose: Les importaba divertirse con ellos nada más. Un asco.
Pau: La verdad… ¡Ay! ¡Ni pensemos! Me hace mal.

Mientras charlaban no se habían dado cuenta que Manu se había acercado a ellas y no tardó en integrarse a la charla.

Manu: Hola chicas, ¿les quedaron dudas de algo del lugar?
Pau: No, solo decíamos que deben haber muerto muchas personas acá y esa es la parte fea…
Manu: Si, eso es cierto. Pero bueno, fue hace muchísimo tiempo, ahora es un lindo lugar del cual se puede apreciar su arquitectura y hasta es romántico en las noches estrelladas. (Le guiño un ojo)
Pau: (riendo) Si, puede ser.
Manu: Si quieren esta noche las traigo, no está anunciado que vaya a llover.
Pau: No, gracias. Mañana tenemos otra excursión desde temprano. Tenemos que descansar. (Quiso poner un poco de distancia)
Manu: Ah, ¿sí? ¿A dónde van?
Jose: Al vaticano.
Manu: ¿De veras?
Jose: Si, ¿Por qué?
Manu: También voy a estar guiando ese paseo. Nos veremos de nuevo.
Jose: Ah, mirá que bien.
Valen: Creo que los chicos nos buscan, ¿vamos? (Notando la incomodidad de las chicas y porque ella también estaba poniéndose incómoda ante lo confianzudo que era este chico busco está excusa para poder alejarse un poco)
Pau: Si, vamos. Después nos hablamos Manu. (Le sonrió solo para quedar bien y se alejó)
Manu: Adiós preciosas.

Una vez fuera del alcance auditivo del joven guía, se empezaron a reír.

Jose: Che, ¿a las tres nos quiere levantar? ¡La re confianza se tiene! ¡Más creído!
Pau: (riendo) Posta. Re confianzudo además.
Valen: Si, ya no lo bancaba, por eso les dije que los chicos nos buscaban. No me cae bien la gente confianzuda.
Jose: ¡Que amarga Valen! (riendo) Yo me divertía.
Pau: Bueno, ya vas a tener más tiempo para divertirte mañana y lo que queda de esta tarde. (Rió)

Una vez hecho el recorrido por todo el coliseo fueron a un lugar para almorzar y siguieron durante toda la tarde recorriendo diferentes museos, monumentos, lugares turísticos que se encontraban por la zona, Manuel siempre se acercaba a conversar con las chicas y Pedro no le sacaba la vista de encima, no le caía para nada bien, encima lo veía empecinado en hablar especialmente con su novia, al menos esa era su impresión y más bronca le daba que Paula parecía divertirse con él ya que continuamente se reía de los chistes que hacía. Pepe, por su parte, se mantenía alejado de las chicas, no tenía ganas de hablar con su novia porque si lo hacía iban a terminar discutiendo por un tonto ataque de celos de parte de él, a este chico seguramente ya no lo verían más.

Cuando el sol ya estaba cayendo y la noche llegaba, ya estaban todos ubicados en sus asientos del micro y retornaban a los hoteles, así como los chicos fueron los últimos en subir les toco bajar primeros.

Pau: ¡Uf! ¡Cuánto que caminamos hoy! Me duelen los pies. (Se quejó mientras iba en el ascensor con todos sus amigos rumbo a las habitaciones)
Jose: Estoy frita… Y mañana vamos a caminar un montón también según nos comentó Manu.
Santi: ¡Ay Manu, Manu! (Le hizo burla) Se la pasaron con el guía ustedes tres, ¡que antis! Nos dejaron re en banda.
Jose: ¡Que celosos! Solo charlábamos y nos reíamos de lo confite que era.
Pau: Encima mañana también es guía de nuestra excursión. (rió con Jose)
Pedro: ¿De verdad?
Pau: Si, así nos dijo.
Pedro: Ah, podría habernos tocado un mejor para mañana…
Pau: No es mal guía… (Pedro solo contesto con un “hmhm” sonido sin ningún significado definido pero Pau sabía que estaba molesto por algo) ¿Te pasó algo, gordo?
Pedro: ¿Tendría que pasarme algo?
Pau: No, no sé... Digo...

Pedro no le volvió a responder y nadie más hablo en el ascensor, habían llegado al piso en el que se encontraban sus habitaciones, cada cual ingresó a la suya, se pusieron más cómodos y volvieron a bajar hacia el comedor para cenar. Pedro seguía ignorando a Pau para no discutir sin sentido, aunque saber que el día siguiente tenían el mismo guía no colaboraba con su intento de no enojarse… Pau lo dejaba que no hable, iba a respetar su silencio por ahora… Ya vería que le pasaba, antes de dormir le preguntaría, ahora quería cenar en paz.

Una vez en su habitación, Pedro, todavía sin ánimos de conversar con su novia, paso al baño se duchó y enseguida se acostó a ver un poco de televisión.

Pau: Gordo, me voy duchar yo, pero ¿me esperas despierto que quiero hablar un poco?
Pedro: Bueno. (Le contestó sin despegar los ojos del televisor)

Pau media confundida llevo su ropa al baño, se duchó y volvió a vestirse para volver al cuarto. Se acostó al lado de su novio que según le parecía ya estaba dormido. Lo llamo con susurros.

Pau: Pepe, gordo… (Susurrando)

Pero Pedro nunca respondió, ya estaba dormido… “Estaría muy cansado” pensó. Apagó el televisor y se propuso dormir para descansar lo necesario y así continuar las excursiones con pilas, iban a ser días moviditos pero no querían irse de Europa sin pasear un poco, no sabían cuándo iban a poder volver así es que aprovecharían hasta el último momento que estuvieran allí. Lo único que esperaba era que Pedro estuviera callado y medio distante solo a causa del cansancio, no podía esconder que la actitud de su novio la tenía preocupada pero intentó convencerse de que solo era por el día a full.
Pepe solo se había hecho el dormido para evitar las preguntas de Pau, la sintió moverse un rato pero descubrió que enseguida se quedó dormida y él pudo así relajarse y también dormir.

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Que tengan todos un muy buen finde! ♥ 
Amen a Manuel (? jajaja
Dedico este capitulo a @juliamorciego por haberme ayudado a pasarles el capitulo 160 el jueves! :) Te quiero amiga!!♥

Sean felices! ☺

LES VOY A PREGUNTAR POR TW QUIENES QUIEREN QUE LES SIGA PASANDO EL LINK DE LA NOVE SOLO PARA NO MOLESTAR CON LINK A LOS QUE NO LEEN JAJA! ASÍ QUE RESPONDAN EH! ASI LAS AGREGO DE NUEVO A LA LISTITA☺ 

jueves, 14 de marzo de 2013

Capitulo 160 ♥


Bárbara recibió a sus amigos en su casa con el mate ya preparado y algunas cosas dulces para comer que había mandado a su esposo a comprar antes de que los chicos lleguen. Se sentaron alrededor de una mesa ubicada en el patio de la casa y la charla no tardó en comenzar. Las chicas hablaban cosas de nenas, y los chicos cosas de nenes, hasta que Jose freno a todos y propuso una muy buena idea.

Jose: Che, Barby, ¿Qué tal si nos ayudar a armarnos nuestro tour? Vos seguro ya recorriste todo y podes decirnos a donde ir y a donde no. (Río y saco un folleto de la empresa con la que harían los tours) Cuando nos vayamos de acá pensábamos pasar a reservarlos.
Barby: Yo diría que primero que nada vayan al coliseo. Hermoso lugar que no pueden dejar de conocer.
Pau: Si, estoy ansiosa por ir. A ese podemos ir mañana si conseguimos lugar.
Herni: Siempre a último momento nosotros. (Riendo) Yo creo que vamos a conseguir.
Santi: Si seguro. ¿Y a donde más vamos Bar?
Barby: Emm (se quedó pensando) ¿A dónde pueden ir, gordo?
Benja: Yo diría que pasen por el vaticano.
Valen: Ay sí, que hermoso debe ser conocer ahí.
Jose: Dale. (Marcaba en el folleto los lugares a los que irían)
Barby: ¿Cuántos días más se quedan?
Pau: Em, si hoy es sábado… el jueves a la mañana sale el vuelo de vuelta así que nos quedan 4 días.
Barby: Bueno, ahí ya tienen dos días. Despues podrían salir un poco de Roma, ir a Florencia o Venecia.
Jose: Pero nos llevan y traen en el día.
Barby: La verdad que no sé. Acá es todo cerca en realidad, Europa es chico (ríe) yo creo que sí. Averiguen bien.
Jose: Si, contratamos esas dos y averiguamos por las otras. Genial. Gracias chicos.
Benja: De nada. Espero que disfruten mucho.
Pedro: Gracias. Ustedes también. ¿A dónde se van?
Benja: Nos vamos para el sur de Italia, a disfrutar de las playas de Sicilia.
Pedro: ¡Qué bueno! Al Mediterráneo.
Barby: Así es. Ya está todo listo.
Pau: ¿Cuándo salen?
Barby: Esta noche.
Pau: Uhh. Ya… (Mirando su reloj) Los dejamos tranquilos entonces.
Barby: No pasa nada. Un ratito más los aguantamos. (Dice riendo y todos se unen a sus risas) En serio. No pasa nada.
Pau: Bueno, en media hora nos vamos igual, así hacemos lo de las excursiones.

Tal como dijo Pau, se quedaron media hora más charlando y luego de despedirse de los recién casados y de desearles buen viaje, se encaminaron hacia la agencia de turismo que se encontraba en el paseo comercial que estaba cercano al hotel de los chicos. Por suerte pudieron armar lindos paseos enseguida y hasta consiguieron un tour a Venecia que los llevaba y traían en el día y otro a Florencia. Lo que también los termino de convencer de contratarlos era que los precios estaban acordes a lo que habían pensado en Buenos Aires al momento de elegir cuánto dinero llevarse.
Felices se volvieron al hotel, Pau que era la más ordenada se encargó de guardar los comprobantes de pago y todos los papeles de las excursiones y enseguida bajaron todos al comedor para cenar a penas abrieras la cocina ya que al otro día debían madrugar para salir de excursión hacia el coliseo, un micro los pasaba a buscar por la puerta del hotel. Según les habían asegurado, tendrían un guía español… Perfecto, ya que si no se perderían la mitad de las explicaciones.

Paula se metió al baño para ponerse sus cremas nocturnas y Pedro se empezó a descambiar para ya meterse en la cama, abrió las sabanas de la misma y se sentó allí para esperar despierto a su novia. La vio salir y que revolvía las cosas de su bolso y lo que había dejado sobre la cómoda, parecía preocupada buscando algo.

Pedro: ¿Perdiste algo, gorda?
Pau: Em, si. El ramo de Barby. No lo encuentro. ¿Me lo habré olvidado en la otra habitación?
Pedro: Mmm, no sé, ¿no te tendrá alguna de las chicas?
Pau: Puede ser, les voy a preguntar.
Pedro: Ahora no Paula. Deben estar durmiendo ya.
Pau: Si, tenés razón. ¡Qué boba! No lo puedo perder… (Volvió a abrir el ropero para buscarlo allí otra vez)
Pedro: ¿Será verdad?
Pau: ¿Qué cosa, amor? (Le preguntó mientras seguía buscando en ropero)
Pedro: Lo del ramo… Que la que lo agarra es la próxima en casarse.

Pau congeló sus movimientos ante la sorpresa que le generó la pregunta de su novio, pero enseguida se relajó y sonrió, luego se volteo y camino hacia él sentándose a su lado en la cama.

Pau: Es un mito Pepe, eso depende de nosotros, ¿no? (Apoyo su cabeza en el hombro de él)
Pedro: Si, es verdad. Pero… (Estaba con la mirada perdida en el frente, pensativo. Y no siguió hablando)
Pau: Pero, ¿Qué?
Pedro: Pero vos, ¿te queres casar conmigo, no?
Pau: (Otra vez se quedó dura, nerviosa ahora. Desde que se habían reconciliado en Roma, presentía la pronta llegada de la propuesta pero no quería ilusionarse en vano) Gordo, yo ya te dije, hoy por hoy me imagino todo mi futuro con vos, mis hijos con vos, todo.
Pedro: Yo igual. Bueno, pero ¿no estás apurada por casarte, no?
Pau: ¿Te estas echando atrás? (Riendo)
Pedro: No, bobi. Solo quiero saber cuando tengo que comprar lo anillos. (Se movió haciendo que Pau se levante de sus hombros y se quedaron mirándose a los ojos)
Paula: Sos un tierno. No sé, ya se va a ir dando la situación y todo, ¿no?
Pedro: Si, es verdad. Es que desde que lo agarraste yo pensaba que vos por ahí querías casarte ya y yo estaba re pancho de la vida.
Paula: No amor, nadie nos corre, sigamos disfrutando un rato más de la etapa tan linda que es noviar, ¿no?
Pedro: Totalmente de acuerdo con vos. Te amo. (Le acarició una mejilla)
Pau: Yo también, y mucho. (Le beso)

Luego de una larga sesión de besitos y caricias, disfrutando se que ahora tenían una habitación para ellos solos, un mimo llevo al otro y despertó la pasión en ambos, se disfrutaron y amaron como solo ellos sabían hacerlo, cada vez se conocían mejor y se amaban más por lo que también disfrutaban más cada segundos juntos.
Cuando se dispusieron a dormirse abrazados recordaron que tenían que dejar activado el despertador para una hora antes del horario que les habían dicho que el micro de la excursión pasaba.

Pau: Ahora, por entretenernos como hicimos recién vamos a tener que dormir apurados.
Pedro: (riendo a carcajadas) ¿Cómo sería eso?
Pau: Y… Porque tenemos menos tiempo.
Pedro: (Continuo riendo y la abrazo con fuerza) Sos lo más mi amor. Buenas noches.

Se abrazaron y bien pegaditos se durmieron felices, con sonrisas en sus labios.

martes, 12 de marzo de 2013

Capitulo 159 ♥


Al día siguiente de la gran fiesta de Barby nadie pudo levantarse antes de las 2 de la tarde, estaban todos muy cansados, habían bailado, reído, comido, disfrutado a más no poder. La primera en levantarse fue Valen quien al ir al baño choco con la cama de Pau, despertándola.

Pau: ¡Ay nena!
Valen: Eu, fue sin querer. No coordino todavía.
Pau: Okey. ¿Qué hora es? (preguntó mientras se refregaba los ojos que no se acostumbraban a la luz del sol que entraba por la ventana)
Valen: Dos y cuarto.
Pau: ¡¿De verdad?!
Valen: Ajam. Voy al baño, anda despertando a Jo… Acordate que le dijimos a Barby que pasábamos la tarde con ella.
Pau: Dale, la levanto.

Pau se levanto y despertó a Jose, luego de que Valen saliera del baño entro ella y tras darse una ducha rápida se vistió para ir a levantar a los chicos. "¿Podrían haber ido mientras me duchaba, no?" les reprocho a sus amigas pero estas todavía no lograban despabilarse del todo.
Hernán apareció con su mejor cara de dormido en el umbral de la puerta de su habitación luego que Pau golpeara en ella. Le pidió permiso porque quería despertar ella a Pedro y por supuesto que su amigo la dejo pasar enseguida.
Se acerco sigilosa a la cama de su novio y luego de arrodillarse al lado comenzó a besarle parte del cuello y la espalda ya que dormía boca abajo. Al principio ni se movió pero luego de unos segundos se levanto sobresaltado y mirando para todos lados. Al ver a su novia sonrió y se relajó.

Pedro: ¡Paula! Creí que era Hernán y ya le estaba por embocar una piña.
Paula: Apa. ¿Hernán también te despierta así? (Abriendo los ojos bien grande para hacerse la sorprendida)
Pedro: No nena, ¡creí que lo hacía para joderme!
Paula: Ah, menos mal (ríe). Buen día gordo.
Pedro: Buen día hermosa (se acerca a ella y la besa).

Una vez que todos se levantan, se bañan y terminan de despabilarse deciden ir al bar en el que habían desayunado hace unos días pero esta vez irían a almorzar. Para suerte de ellos el lugar era bastante económico por eso volvían a concurrir al mismo. En euros todo cuesta más.
Mientras hacían la sobremesa Santi, como siempre bromeaba, hacia chistes, y demás. En un momento soltó una pregunta que alcanzo para dejar a Pedro pensando toda la tarde.

Santi: ¿Ya pusieron fecha?
Pau: ¿Eh?
Santi: No se, digo... Como agarraste el ramo (ríe divertido).
Pau: Ah, que bobo. No nene. Parece que Pepe no se anima (agregó eso siguiendo la broma y riendo también).

La última frase que había dicho Pau ¿sería un de esas que se dicen medio en chiste medio en serio? Esa pregunta no dejaba de darle vueltas en la cabeza. De que la amaba estaba completamente seguro, y siempre había pensado en todo su futuro con ella, pero ¿habría llegado el momento de formalizar de verdad? ¿O su novia solo bromeaba con Santi?
Cuantas dudas... Cuantas preguntas sin respuesta.
Igualmente, tener ganas de casarse podía tenerlas pero no creía que haya ningún apuro, evaluaría las actitudes de Paula esos días para averiguar que quería ella.

Luego de un desayuno-almuerzo y antes de ir a la casa de Barby debían hablar con el conserje de hotel, ya que solo tenían las habitaciones pagas hasta esa noche como su amiga se las había reservado, y debían pagar los demás días que iban a quedarse, de colgados que eran no se habían dado cuenta de hacerlo antes. Rogaban que sus habitaciones no estén reservadas por otras personas, ya se veían dando vueltas por todo Roma en busca de un nuevo hotel que sea cómodo y económico como ese.
Hernán se encargó de bajar a la recepción para hablar con el conserje sobre este tema mientras el resto, por las dudas, acomodaban un poco sus bolsos y se preparaban también para ir a la casa de los recién casados.
La tarde se estaba poniendo más calurosa, bien primaveral… Así es que Pau mientras acomodaba su ropa en la valija, elegía que ponerse, cuando habían ido hace un rato al bar estaba demasiado abrigada. El sueño o cansancio le había dado frío, pero ahora ya estaba bien despierta.

Pau: (Mostrándole una pollera larga pero de tela fina a Valen) Che, ¿con esta estaré bien, no? Hace más calorcito hoy.
Valen: Si, es cierto. Yo estaba pensando sacarme el jean largo y ponerme algo más fresco. Esa pollera esta hermosa Pochi, ponetela.
Pau: Dale. ¿Vos que te pones Jo?
Jose: (Recostada en la cama) ¿Las sabanas se puede? ¡Tengo un sueño todavía!
Pau: ¡Dale nena! ¿Dónde quedo la juventud?
Jose: La misma pregunta me hago yo… No sé de donde sacas tantas energías vos.
Pau: El calorcito me pone de buen humor, en Buenos Aires ya estaba empezando el frío, un horror.
Jose: El calorcito y Pedro eh. (Le guiña un ojo y Pau le rebolea una almohada)

Mientras seguían decidiendo que ponerse, escucharon tres golpecitos en la puerta. “¿Quién es?” gritó Pau, del otro lado les respondió Hernán y le avisaron que estaba abierto para que pase. Tras él también entraron Santi y Pedro.

Pedro: ¿Qué hacen con la puerta sin llave y cambiándose?
Pau: Ay, celoso. Si no hay nadie ahora en el hotel gordo, están todos en excursiones.
Pedro: Bueno, igual.
Valen: (Riendo de la cara de Pedro) Callate cuida. ¿A qué venían?
Herni: Hable con el conserje recién.
Jose: Ah, sí. ¿Qué dijo? ¿Ya arreglaste para los demás días?
Herni: No, les vine a consultar a ustedes a ver qué hacemos, porque me dijo que estas habitaciones ya las tenía reservadas y las demás que son para 3 personas también están ocupadas. Bah, le queda una de tres y dos de dobles. O sino tres habitaciones dobles. No sé, ¿Cómo quieren hacer?
Pedro: Pensaba que Pau y yo podamos dormir juntos, Jose con Valen y Herni con Santi. ¿Te parece amor?
Pau: Bueno, dale. Yo no tengo drama. Es el momento del viaje en que me toca abandonar a mis amigas por mi novio. (Se ríe)
Jose: Bueno, te lo permitimos, ¡todavía no sé como aguantaste para dormir una sola con Pedro en lo que va del viaje!
Pau: ¡Ay! ¡Qué exagerada! (Se ríe y abraza a su novio) Bueno Herni, ¿le avisas al conserje mientras juntamos todo?
Herni: Dale, ya le voy pidiendo las llaves así le dejamos estas habitaciones libres.

Dicho y hecho, Hernán se va hacia la recepción y vuelve con el conserje que los guía a las nuevas habitaciones un piso más abajo. Seguían estando todos en habitaciones pegadas.  Pedro y Paula se apresuraron para elegir una de las que tenían cama matrimonial y la otra se la quedaron las chicas, en cambio a los chicos les toca una con dos camas de una plaza.
Pau empezó a colgar en el armario que había en la habitación la ropa que podía arrugarse más y dejó lo demás en la valija, no iba a sacar todo otra vez. Mientras colgaba la última camperita que le quedaba en la valija sintió unas manos sobre su cintura y sonrió. Antes de que pueda darse vuelta, Pedro la levantó y la acunó en sus brazos.

Pedro: Ahora sos toda mía.
Paula: (Riendo) ahora tenemos que ir a la casa de Barby.
Pedro: Cierto. Ufa.
Paula: Igual unos besos hasta que nos llamen los chicos me podes dar. (Le pasa sus brazos por el cuello de él para acercar sus bocas)
Pedro: Y bueno, pero a la noche no te me escapas (sonríe pícaro).
Paula: Obvio que no. Ni loca (comienza a besarlo).

Pedro, que aún la tenía en sus brazos la recostó en la cama y sin dejar de besarla se acostó al lado de ella. No dejaba de mimarla y besarla con ternura. Pau se moría de amor con las caricias que su novio le hacía sobre su panza, cadera y espalda, lograba que se le ponga piel de gallina. Ella tampoco se quedaba atrás con los mimos, no dejaba de despeinarlo y recorrer toda su espalda con las yemas de sus dedos. A medida que los besos se iban intensificando las caricias también lo hacían y ya estaban por perder el control, los chicos les estaban dando mucho tiempo… Pero justo cuando Pau estaba por deshacerse de la remera de Pedro, golpearon la puerta y Jose los apuró para encaminarse a la casa de Barby.

Pedro: Llegaron justo. Me daban cinto minutos más e inventaba cualquier cosa para quedarnos eh.
Paul: (Ríe) Que tarado. Justito llegó Jose. Igual cuando quieras hacemos otra sesión de besos y mimos como esta.
Pedro: Pero con final feliz por favor.
Paula: Dale. (Aceptó entre risas) Sos un payaso. Ahora vamos, que los chicos nos esperan.

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HOLISSS!!! He vuelto! Y no pienso abandonarlas más hasta el final de la nove, que por cierto falta poco para ello... No 3, ni 10 capitulos... Pero falta poquito.
GRACIAS por el aguante y espero no haberlos hecho perder mucho con la historia.