sábado, 23 de marzo de 2013

Capitulo 162 ♥


Esta vez Paula había programado el despertador en su celular, así que esa mañana no se escuchó Montaner sino que un sonidito cualquiera de su celular que ella había puesto como despertador, lo escucho y bostezando se estiró un poco, todavía con mucha fiaca y sin abrir los ojos porque le molestaba la claridad que entraba por la ventana, se dio vuelta sobre sí misma para despertar a su novio y hacerle algunos mimos antes de arrancar, ya que el día anterior lo había notado muy distante y quería averiguar si le pasaba algo o si existía algún motivo por el que había estado así de extraño. La noche anterior, luego de ducharse, pretendía hablar con él pero lo encontró dormido.
Estiró su brazo derecho hacia donde debía estar Pedro sin mirar aún pero no lo encontró, rápidamente se levantó y abrió los ojos, de esta manera pudo comprobar que su novio ya no estaba a su lado en la cama ni en la habitación, se levantó y caminó hacia el baño, golpeó la puerta y como nadie contesto ingresó, allí tampoco estaba. Le pareció raro que se fuera a desayunar sin antes despertarla. Desde el día anterior muchas cosas de las que hacía le parecían raras.
Ya que estaba en el baño, se lavó la cara y se vistió ya pensando en la excursión  hoy conocerían el Vaticano, preparó su carteta y bajó con todo lo necesario.

Al llegar al comedor se encontró con Pedro que charlaba animadamente con Hernán, seguía pareciéndole raras sus actitudes: Primero, haberse levantado antes que ella y segundo, no despertarla para bajar con él. Aún así trato de relajarse y restarle importancia a la situación, “me debo estar haciendo la cabeza” se dijo, y se unió a los chicos luego de haberse servido una taza de café con leche y haber agarrado algunas tostadas de la barra del desayuno.

Pau: ¡Buen día caballeros! ¿Cómo les va? (Los saludó sonriente)
Herni: Muy bien señorita. A usted, bella durmiente, ¿Cómo le va?
Pau: ¿Cómo que bella durmiente? ¡Si yo me levante a penas sonó el despertador!
Herni: Ah, ¿entonces fue Pepe el madrugador? (preguntó mirando a su amigo), creí que vos te habías quedado haciendo fiaca como Santi (rió).
Pau: No, mi novio se me fugó (rió también). ¿Dormiste bien amor?
Pedro: más o menos (fue bastante cortante al responder).
Pau: (Le acarició una mejilla) pobre mi amor. ¿Te sentís bien? Desde ayer que te noto muy callado.
Pedro: No, no pasa nada. Creo…
Pau: Mmm, algo te pasa gordo.
Pedro: Ya fue, no importa.
Pau: Pero…
Pedro: (la interrumpió) Nada Paula. Deja.
Pau: ¡Pero no te enojes gordo! Solo me preocupo por vos.
Pedro: Gracias, pero no hace falta. De verdad. (Le dedico la mejor sonrisa que pudo esbozar que no fue una muy convincente y se dedico a terminar su té)

En silencio siguieron desayunando, Hernán observaba a sus amigos y se sentía bastante incómodo, se notaba en el aire la tensión entre la pareja y no le gustaba verlos así, para su suerte enseguida se les unieron Valen, Jose y Santi que bajaron a desayunar y crearon un clima más agradable con sus conversaciones y chistes.

El micro llegó a horario como el día anterior y también fueron los últimos en subir, pero esta vez iba lleno, así que ocuparon los lugares que quedaban y emprendieron el viaje hacia el Vaticano. Pau pensaba sentarse con Pedro, subió en último lugar al micro y cuando llegó al lado de su novio él ya estaba sentado con Hernán… Otra actitud rara… Siguió su camino y se sentó con Jose que le había guardado un lugar a su lado. Nuevamente el guía a cargo del paseo del día era Manuel, y nuevamente a penas se ubicaron los chicos en sus lugares comenzó a pasar por los asientos para cobrar la excursión a quienes todavía no habían cancelado el total del valor de la mismo. Los chicos también habían dejado este viaje totalmente pago por lo que al pasar por al lado de ellos, Manu solo los saludó a todos con amabilidad y continuó con su tarea.

Jose: ¡Qué raro! Hoy no se nos engancho a hablar el Manu. (Le dijo en secreto a Pau)
Pau: Mejor (rió) estuvo medio pesado ayer.
Jose: La verdad (también rió)
Pau: Che, Jo, ¿sabes qué le pasa a Pedro?
Jose: No, ¿le pasa algo? (la mira extrañada)
Pau: No sé, desde ayer que esta re cortante… Al menos conmigo. ¿Le pasará algo?
Jose: Si vos no sabes… Yo ni me había dado cuenta. ¿No te estarás haciendo la cabeza?
Pau: Puede ser…

La conversación quedó ahí ya que fue interrumpida por Manuel que parado en la parte de adelante del pasillo del micro comenzaba a dar sus explicaciones, con micrófono en mano, de a dónde irían y por dónde pasarían en el viaje de éste día. Pronto llegaron al Vaticano y descendieron del transporte, lo primero que hicieron fue detenerse en un restaurant y almorzar para luego poder aprovechar toda la tarde en conocer el lugar. Una vez que comieron, comenzaron a caminar por la Plaza San Pedro y tomaron muchas fotografías del lugar que los rodeaba, ansiosos por ingresar a la basílica de San Pedro.

Manu: La antigua basílica fue construida en el lugar donde se encontraba la tumba de Pedro (uno de los doce discípulos). Las obras fueron ordenadas por el emperador Constantino, a expensas del papa Silvestre I; comenzaron entre el 326 y el 330, y finalizaron 30 años después… (Manu seguía hablando sobre la historia del lugar pero los chicos estaban un poco distraídos hablando entre ellos)

Pedro: Y vieron… Los Pedros somos grosos.
Hernán: Callate aparato… (Rió)
Pedro: Bueno, no me dejan agrandarme ni un poco. Ni aunque acá todo tenga mi nombre.
Valen: Sh, que no podemos escuchar a Manu.
Hernán: Vayan con su Manu ustedes…
Valen: Ay Hernán. No podes estar celoso, ya te dije ayer.
Pedro: Si ayer se la pasaron embobadas con él.
Jose: ¡Ay! ¡Nada que ver! Él nos buscaba a nosotras.
Pau: ¡Jodeme que lo callado que estabas era por celos por el guía! (Pedro se mantuvo en silencio y desvió la mirada) Gordo, no podes. (Rió)

A Pedro no le causó mucha gracia la situación pero esta vez le agradeció a Manu, porque como estaban por entrar a la basílica les pidió silencio a todos y no tuvo que contestarte a Pau y sus amigos tampoco pudieron seguir esa conversación.

Pau: (Ahora hablando en susurros mientras esperaban su turno para entrar al templo) Val, ¿Herni te hizo escena de celos?
Valen: Si, anoche… Antes de ir a dormir nos quedamos charlando un poquito en el pasillo y terminamos casi peleando.
Jose: Si, los escuche desde atrás de la puerta. (Rió) Son dos bobis Pedro y Hernán. No entiendo cómo se ponen celosos.
Pau: No sé si reírme, matarlo a sopapos o a besos…
Jose: Hace todo a la vez. (Rió un poco más fuerte)
Manu: (Acercándose a ellas) Chicas, por favor, acá adentro no nos dejan hablar fuerte. Por respeto.
Jose: Si, perdón Manu. Me hicieron reír las chicas.

Canchero, les guiña un ojo y se aleja de ellas para ver si ya los dejaban pasar. A los 5 minutos ingresan a la basílica y comienzan a recorrer el lugar mientras que un guía, que no era Manuel, sino uno puesto por el lugar, comienza a comentarles todos los detalles con respecto a la construcción e historia del lugar, de las pinturas o diferentes obras de arte, esculturas y demás que se podían encontrar por allí.
Pasan la tarde recorriendo y hablando poco y nada, ya que tenían mucho por escuchar y observar. A eso de las 6, con los pies bastante doloridos de tanto caminar volvieron al micro y se encaminaron de nuevo hacia el hotel…
Nuevamente fueron los primeros en bajar y como todavía era temprano para cenar se dirigieron cada uno a sus respectivas habitaciones para darse un baño y descansar un poco.
Pau entró a la habitación y Pedro lo hizo justo detrás de ella, pero sin hablarle… Agarró un tallón y se metió en la ducha. Ella lo esperaría allí para aclarar las cosas… La causaba gracia que se haya puesto celoso del guía y no se lo haya dicho, pero también le daba bronca… ¿A caso pensaba que podía cambiarlo a él por Manuel?

Pepe no se demoró demasiado en el baño y cuando salió, envuelto en el tallón de la cintura para abajo, Pau no lo dejó ni siquiera comenzar a vestirse, porque sabía que enseguida se iba a fugar de la habitación con tal de esquivar el tema.

Pau: ¡Quiero ahí!
Pedro: Dejame vestirme, Paula.
Pau: No, porque te vas a ir y quiero hablar. A demás me gusta verte así. (Se acerca y le roba un pico)
Pedro: (Se aleja) Dale Pau, no jodas.
Pau: No jodo nene. Quiero que me digas qué te pasa de una vez por todas. ¿Estás celoso de Manu?
Pedro: Basta Paula. Te dije que no me pasa nada.
Pau: Tus actitudes no me dicen lo mismo.
Pedro: Dejame, ya se me pasa.
Pau: ¿Ves que te pasa algo Pedro? decime, no seas chiquilin.
Pedro: Bueno, sí. Me molestó verte con él riéndote, haciéndole caritas.
Paula: ¡Yo no le hice caritas! A demás él nos perseguía a nosotras… Ustedes porque nos dejaban solas y hacían rancho aparte, sino  no nos hubiera molestado tanto.
Pedro: No parecían muy molestas.
Pau: Si, Pepe, nos molestaba un poco. Pero tampoco lo íbamos a tratar mal, pobre pibe… Siempre con buena onda nos hablaba, pero era demasiado confite y eso nos molestaba. Además ahora no lo vemos nunca más… ¡No vamos a pelear por su culpa!
Pedro: (Reflexionando) No, tenes razón. Sé que no tienen mucho que ver mis celos en esta ocasión, pero me ponía mal ver como canchereaba con vos.
Paula: Pero en todo caso enójate con él.
Pedro: Si, ¿me perdonas? (Se acerca a ella y la toma por la cintura)
Paula: Bueno, está bien. Pero no te enojes por cualquier flaco que me diga un piropo o se haga el canchero. No es mi culpa ser tan diosa. (Dice en chiste y comienza a reírse mientras lo abrazaba)
Pedro: Si, la verdad que me elegí una novia demasiado diosa, ese es el problema. (Le sigue el chiste y le deja un beso sobre la boca)
Paula: Te amo celocito.
Pedro: Yo más diosa de las diosas. (Sonríe y comienza a besarla con muchas ganas, ese día, medio distanciados, la había extrañado muchísimo y por sobre todo extrañado sus besos)
 Paula: (Separándose) Mmm, gordo. Me tengo que bañar, así bajamos a comer. Después la seguimos, te lo prometo.
Pedro: No, ufa. No te suelto nada ahora. (La abraza con más fuerza)
Paula: Dale Pepe. (Ríe)
Pedro: Bañémonos juntos. (Le dedica una de sus sonrisas más compradoras)
Paula: Pero ya te bañaste vos.
Pedro: ¿Y qué importa eso?

Sin más rodeos la levanta en brazos y juntos se dirigen al baño. Paula enciende la ducha mientras él no dejaba de besarle el cuello, una vez que el agua adquiere la temperatura adecuada, Pedro deja su tallón y ayuda a su novia a desvestirse para ducharse entre mimos y besos.

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Bueh, no estoy 100% conforme con este capitulo pero quería subir de una buena vez. Jajaja Espero les guste.

GRACIAS por el aguante a toddddosssss!! ♥ y gracias Ro x ayudarme un poco a destrabarme :)

2 comentarios:

  1. jajjaaa lei Vaticano y solo podía pensar en la asuncion del Papa...
    que pedo viajar y que te tome por sorpresa en el lugar indicado en el momento perfecto, no?
    Por otro lado Manu, y solo imagino a mi Manu...

    trastornadita... si estamos!
    Muy bueno Agos ;)

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  2. me encanto,buenísimo el capítulo!!!

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