Sábado 24 de diciembre por la noche, Paula le deja
a Morito agua, y los vidrios cerrados para amortiguar el sonido de los fuegos
artificiales. Igualmente no estaba tan asustado y ya se escuchaban algunos.
Prepara todo arriba de su sillón: su cartera, el regalo para su abuela, quien
le había salido sorteada en su familia para regalarle, el regalo para Pedro
junto con una cartita con pistas (no muy evidentes, ni que los deschave) para
ver si adivinaba quien era y un abrigo, porque que la noche estaba media
fresca.
Se había puesto un hermoso vestido en tonos de beige, manteca, blanco; unas sandalias a azules y los infaltables pulseras, collar y aros en compose.
Estaba terminando de maquillarse un poco y en un rato se iría rumbo a la casa de su madre.
Pedro ordena todo en su casa ya que su familia, finalmente iría allí a pasar noche buena; sus amigos luego de brindar y festejar un rato con su familia también se dirigirían a su casa para saludarse intercambiar regalos y volver a brindar.
Había comprado un traje de Papá Noel para sorprender a sus sobrinitos, esperaba que todo salga lindo. Había armado la mesa adentro para no pasar frío.
Ya estaba vestido con una camisa blanca con rayitas bien finitas en negro y un jean.
Se le ocurre ir a ver si Pau ya se había ido o podía saludarla antes. Sube la escalera del fondo y ve las luces prendidas por lo que pasa al otro lado.
Pedro: ¡Pauu! ¡¿Estas por acá todavía?!
Moro comienza a ladrar y Pau sale a saludarlo.
Pau: ¡Hola Pepe! (Lo abraza) ¡¡Que potro que estas!!
Pedro: Hola chuequi, vos estas ¡her-mo-sa! (Todavía sin soltarla del abrazo)
Pau: (separándose para mirarlo a los ojos) Gracias amor.
Pedro: ¡Ay qué lindo que me digas así!
Se había puesto un hermoso vestido en tonos de beige, manteca, blanco; unas sandalias a azules y los infaltables pulseras, collar y aros en compose.
Estaba terminando de maquillarse un poco y en un rato se iría rumbo a la casa de su madre.
Pedro ordena todo en su casa ya que su familia, finalmente iría allí a pasar noche buena; sus amigos luego de brindar y festejar un rato con su familia también se dirigirían a su casa para saludarse intercambiar regalos y volver a brindar.
Había comprado un traje de Papá Noel para sorprender a sus sobrinitos, esperaba que todo salga lindo. Había armado la mesa adentro para no pasar frío.
Ya estaba vestido con una camisa blanca con rayitas bien finitas en negro y un jean.
Se le ocurre ir a ver si Pau ya se había ido o podía saludarla antes. Sube la escalera del fondo y ve las luces prendidas por lo que pasa al otro lado.
Pedro: ¡Pauu! ¡¿Estas por acá todavía?!
Moro comienza a ladrar y Pau sale a saludarlo.
Pau: ¡Hola Pepe! (Lo abraza) ¡¡Que potro que estas!!
Pedro: Hola chuequi, vos estas ¡her-mo-sa! (Todavía sin soltarla del abrazo)
Pau: (separándose para mirarlo a los ojos) Gracias amor.
Pedro: ¡Ay qué lindo que me digas así!
Pau se sonroja al haber dejado sus sentimientos en evidencia sin pensarlo.
Pedro: No tengas vergüenza. Vos también sos mi amor. A demás que te haya salido así de espontáneo me muestra que es un sentimiento real.
Pau: si, obvio. Muy real y fuerte.
Pedro: Apa, ¡estas con todo!
Pau: Las fiestas me sensibilizan.
Pedro: Si, a mi también. Sobre todo porque me falta mi mamá (bajando la vista y entristeciendo su rostro).
Pau: (Tomándolo de las manos) Tranquilo, ella está con vos siempre. Estoy más que segura.
Pedro: Si, pero a veces me falta el abrazo de ella, por ejemplo en estas fechas.
Pau: No se si te sirvan, y no creo que sea lo mismo, pero tengo miles de abrazos para darte, todos los que vos quieras.
Pedro: (Se abalanza sobre ella a abrazarla) Quiero veinte mil.
Pau: No dudes que te los voy a dar todos.
Pedro: Gracias, gracias, ¡gracias!
Pau: No es nada Pepe.
Moro no dejaba de saltarlo a Pedro y morderle los pies. Paula se da cuenta y de ríe.
Pau: creo que alguien reclama tu atención.
Pedro: Es verdad, no lo salude. (Acariciando al perrito y jugándole un rato) ¡¡¡Hola Morito!!!
Pau: Te adora. Como la dueña.
Pedro: Y yo lo adoro y también a la dueña. (Le da
un pico)
Pau: Que tontito. Bueno, me tengo que ir yendo. Si
no mamá va a empezar a llamar preocupada por si me paso algo.
Pedro: Ah, a ella saliste en lo de exagerada, ¿no?
Pau: ¡PEDRO!
Pedro: ¿Qué? Si sos así.
Pau: (Riendo) Cállate ¿querés? (Ahora mirando al
perrito) Moroo, adentro.
Pedro: ¿Lo llevas?
Pau: No, lo dejo porque papá lleva a su perro y
tengo miedo que se peleen, me da cosita dejarlo solo, es bebe todavía pero
bueno, no quería generar pelea familiar el día de navidad por llevar a Moro.
Pedro: Si querés lo llevo a casa. Del y Fran van a
estar chochos.
Pau: No, deja. Los va a molestar. Igual se
acostumbro a quedarse solito.
Pedro: Dale Pau, te veo el sufrimiento en la cara.
Dejamelo. (Lo llama) Moroo, veni.
El perro lo salta y Pedro lo toma a upa.
Pedro: ¿Ves? Me va a hacer caso.
Pau: Ay gracias. Me sentía una madre abandonadora.
Pedro: ¿Ves que sos exagerada?
Pau: Bueno, un poco… Pero me daba cosa por la
pirotecnia, no sé si le dará miedo. Pero por lo general los animalitos re
sufren. Cualquier cosa me mandas mensaje, ¿sí?
Pedro: Si, no te hagas problema. Nos vamos a
arreglar re bien, ¿no Morito?
Paula se muerde el labio inferior ante la imagen,
que le daba tanta ternura, de Pedro interactuando y mimando así a su cachorrito
quien era tan importante para ella.
No resiste más, lo abraza y le da un beso llenísimo
de amor.
Pedro: Bueno, nos vemos más tarde, ¿sí? Anda antes
que tu mamá te mande la policía.
Pau: (Riendo) Si, es verdad. Y tu familia va a
empezar a legar. Miles de gracias en serio.
Pedro: Voy a ser un padre responsable, te lo
prometo.
Pau: Aaaaaaaaaaaaaay, basta porque me quedo
besándote y no me voy nada. (Al perrito) Moro pórtate bien con papi. ¡¡Los
quiero!!
Pedro: ¡¡Nosotros más!!
Pedro vuelve a su casa cruzando la escalera y ella
toma todas las cosas que había dejado preparadas en el sillón, su teléfono, las
llaves de auto y parte rumbo a la casa de su mamá.
Él apenas entra a su casa escucha el timbre, abre
la puerta y había llegado su hermana Luciana con su marido e hijos. Los niños
automáticamente se ponen a jugar con Moro y su papá corre tras ellos para
controlarlos y que no vuelvan loco al cachorro.
Luciana: ¿Y ese perrito?
Pedro: Es de Pau. Mi amiga, la que vive acá a la
vuelta.
Luciana: ¿Y qué hace acá?
Pedro: Es que se fue a pasar la noche a la casa de
su mamá y el perro es cachorrito y le daba cosa dejarlo solo y le propuse que
me lo deje, total el perrito me adora.
Luciana: Ahhh, y vos adoras a la dueña, ¿no?
Pedro: La quiero, es mi amiga. No pienses
cualquiera Lu.
Luciana: Okey, okey, dejala ahí. (Se ríe)
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Buenas noches mis niños (? ♥
GRACIAS POR EL AGUANTE!
Muy lindo cap, me encantó
ResponderEliminarayyy que tiernos,subi más genia!!!
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