Pedro:
La verdad que nos toco un día bárbaro hoy, ¿no? Todo el tiempo con sol.
Paula:
Si, tal cual. El clima acompañó muchísimo, aunque ahora me está agarrando frío.
Pedro:
Veni entonces. (Extendiendo su brazo derecho para que ella se acomode más cerca
a él y pasarle su calor)
Paula:
Gracias amor.
Pedro:
Che, ¿viste que recién, en el mar, hablábamos de lo libres que nos sentimos de
haberle contado todo a los chicos?
Paula:
Ajam (Con la cabeza apoyada en su hombro y mirando hacia el mar)
Pedro:
Bueno, y tengo muchas ganas de contarle a mi familia también.
Paula:
(Levantando su cabeza para mirarlo a los ojos) Obvio gordo, a penas llegamos
les contamos a todos.
Pedro:
¡Qué lindo poder decir “Les presento a Paula, mi novia”!
Paula:
(Riendo) No seas versero.
Pedro:
En serio, suena re bien.
Paula:
Si, suena hermoso. (Con ternura) Yo también quiero contarles a mi familia,
igual a algunos ya les fuimos diciendo.
Pedro:
Si, es que nos conocen bien.
Paula:
Claro, a Delfi y a mamá no se los podía ocultar más. (Riendo)
Pedro:
¿Les gustara a todos nuestro noviazgo?
Paula:
Obvio. ¿Por qué no?
Pedro:
No se, tu papá…
Paula:
¿Qué?
Pedro:
Me da miedo.
Paula:
Sos un tonto. (Riendo) ¿Qué te va a decir?
Pedro
baja la mirada, tímido.
Paula:
Nada te va a decir. Soy grande ya para que me cele él. No va a joder.
Pedro:
Es que es al que menos conozco de tu familia, me da cosita.
Paula:
Pero todos te quieren, si sos divino vos.
Pedro:
Bueno, ojala sea como decís.
Paula:
Si, vos despreocúpate.
Un
rato más se quedan charlando en la playa, hasta que el frio logra echarlos
finalmente. Estaban con los toallones, pero los simpáticos de sus amigos no les
habían dejado el resto de la ropa.
Se
dirigen a la casa y al entrar pueden ver a Valen y Herni jugando a las cartas
en la mesa del living, él le estaba enseñando a jugar a ella, ambos ya estaban
bañados y cambiados para salir. Esa noche volverían a ir al canto-bar, que ya
hacia unos días que no iban.
Jose,
por su parte, estaba en la cocina tratando de hacer algo rico con lo que
quedaba en la heladera, nadie tenía ganas de caminar hasta el súper para
comprar algo más. A la mañana del día siguiente ya se encargarían de eso.
Santi
todavía estaba en el baño, Pau se acerca a la puerta y lo apura porque
realmente ya tenía mucho frío, su maya seguía húmeda y quería ducharse con agua
tibia.
Pedro:
¿Esperamos que salga en la pieza? Así te abrigas con algo.
Hernán:
(Metiéndose en la conversación) Claro, quiere ir a la pieza con su novia para
que se abrigue… (Riendo)
Pedro:
¡Callate bobo!
Pau:
Deja gordo. Dale, acompañame.
Suben
la escalera y entran en la habitación que Pau compartía con sus amigas, ella
enseguida se pone a buscar un buzo en los cajones que le habían sido designados
para su ropa. Enseguida encuentra uno, se lo pone y bufa queriéndose dar calor
a su cuerpo rápidamente. En la costa por las noches la temperatura baja mucho
más que en la ciudad.
Pedro,
sin perder oportunidad la abraza.
Pedro:
Si tenes tanto frío, se me ocurren otras formas de darte calor… (Sonriendo)
Paula:
¡Están los chicos Pepe! ¿Dónde quedo el tímido de esta tarde? (Riendo)
Pedro:
No seas mala, que me da vergüenza todavía… No es fácil confesar las fantasías.
(Riendo)
Paula:
Bueno, perdón señorito. No se lo recuerdo más.
Pedro:
Pero no me dijiste si querías más calor.
Paula:
Te dije que estas los chicos.
Pedro:
Ufa. (Soltándola del abrazo)
Paula:
Ay pero abrazada me podes tener. (Haciendo puchero)
Pedro:
(Simulando enojo) Mmm, no sé si quiero ahora.
Paula:
¡Que malo sos!
Pedro:
(Volviendo a abrazarla con fuerza) Era chiste tonta.
En
ese momento desde la puerta se escucha el grito de Santi anunciándole que ya estaba
la ducha libre, por lo que Paula agarra un toallon, ropa interior y todo lo
necesario para el baño. Se retira de la habitación después de darle un pico a
su novio para ducharse.
Pedro
se queda en la habitación y se sienta en una de las camas, pensativo. Extrañaba
estar con Pau… La amaba, la respetaba, adoraba también pasar tiempo con sus
amigos todos juntos, pero necesitaba un poco de intimidad con su chica,
extrañaba esos momentos solos, esos besos con pasión, esos mimos que aunque los
chicos estén abajo y ellos en la habitación no podían hacerse.
Era
hombre y la deseaba mucho, no solo le gustaba como persona en su forma de ser
sino que su físico lo volvía loco… Estaba pensando seriamente en proponerle de
alquilar una habitación de un hotel para pasar la noche juntos, pero como de
esa forma quedarían en evidencia ante sus amigos, seguramente Paula no aceptaría
por vergüenza.
Una
idea mejor se le ocurre y en seguida comienza a armar una estrategia para
conseguir que esa noche, los chicos se fueran al canto-bar pero ellos dos se
queden en la casa.
Va
a la habitación de los chicos donde estaba su ropa a pesar de que él dormía en
el living, busca lo que se iba a poner y espera que salga Pau, cuando esta
termina su ducha, se mete él.
Una
vez vestido, se queda un poco despeinado y con cara de cansancio se sienta
junto a Valen en la mesa, que seguía jugando con Herni mientras Santi los
miraba y la ayudaba. Jose y Pau se encargaban de la cena.
Cuando
ya estaba todo listo, las chicas traen la comida y la sirven. Los novios se
sientan juntos y Pedro seguía con su cara de cansancio, estaba sentado de
manera desganada y a penas comía lo que tenía en el plato.
Pau:
Gordo, ¿Te sentís bien? No estás comiendo casi nada… Y tu carita…
Pedro:
más o menos, me duele un poco la panza y la cabeza también.
Pau:
¡Pobre mi amor! ¿Pero te paso algo?
Valen:
¿Traigo el termómetro?
Pedro:
No, fiebre no tengo, creo. Me debe haber bajado la presión por la ducha, más
todo lo que corrí hoy jugando a la pelota y todo lo que estuve en el mar. ¿No?
Paula:
Si, puede ser.
Hernán:
(Cómplice de su amigo) ¿Y vas a salir así?
Pedro:
Y si, solo no me quiero quedar.
Paula:
Pero come algo por lo menos, así recuperas fuerzas.
Pedro:
No, no tengo hambre.
Paula:
Entonces nos quedamos, no podes salir así.
Pedro:
Pero, ¿no tenias ganas de salir?
Paula:
Si, pero ya fue. Primero quiero verte bien a vos.
Pedro:
Bueno, dale. Gracias. La verdad que necesito parar un poco. ¿Pero segura que no
querés ir vos?
Paula:
¡No! Yo te quiero cuidar.
Pedro:
Gracias amor.
Paula:
Anda si querés a acostarte ya a mi cama, que yo ayudo a los chicos a lavar esto
y voy. (Señalando los platos sucios) Te llevo un té, ¿querés?
Pedro:
No hace falta. Pero como quieras…
Pedro
sube la escalera con una sonrisa en la cara, primero haciendo el débil y una
vez fuera de la vista de Paula a los saltitos.
Su
plan iba saliendo a la perfección, ya tenía la casa solo para ellos dos.
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GRACIAAASSSSSS!!!!!!!!!!!! 100 capitulos. Parece mentira. Muchas gracias de corazón por leer. ♥ Son lo más.
Disculpen la tardanza en subir este capitulo pero estaba indecisa con una parte. Jajajaja!
Buenas noches a todos! ♥♥♥
me encantoo, amo tu nove
ResponderEliminarPiyueeeeloooooo!!! jajaja.. y bueee ya no aguantaa!! jaja 100 capitulos ya Agos! parece mentira.. la leo casi desde el principio... sabes que me encanta te debo cansar de tanto decirtelo! sos lo mas.. espero dure mucho y sigas escrbiendo xq lo haces muy bien ! Espero el de mañana! <3
ResponderEliminarque piyuelo jajaja
ResponderEliminarme encanto,subí el siguiente...
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