martes, 27 de noviembre de 2012

Capitulo 118 ♥


Paula manejaba e iba cantando la canción que en ese momento sonaba en la radio, Pedro a su lado no dejaba de moverse, nervioso y no despegaba su vista del vidrio de la puerta de su lado. Iban camino a la casa de Alejandra, la mamá de Paula, donde almorzarían con toda la familia de ella, sus abuelos, sus padres y también sus hermanos. Él realmente estaba muy nervioso, porque a pesar de que ya los conocía a todos esta vez iba en carácter de novio, y digamos que cambiaba un poco las cosas ese nuevo rotulo.

Pau: Amor, ¿querés volverte?
Pedro: No, no. Gorda. Vamos. Perdón, estoy un poco nervioso, pero tengo que enfrentar la situación tarde o temprano, y mejor temprano.
Pau: (Riendo) Sos un tontito. Quedate tranquilo, todos te quieren en casa.
Pedro: Con que me quieras vos me alcanza.
Pau: Entonces no estés nervioso porque yo te amo.
Pedro: Yo más. (Sonriendo un poco más tranquilo)

Continúan el viaje y Pau lo llevaba sosteniéndole la mano todo el tiempo, excepto cuando debía hacer un cambio en el auto, obvio. Ahora Pedro conversaba un poco más pero seguía bastante inquieto.
Al llegar a la casa de Ale estacionan frente a la misma y descienden del auto, Pedro se apresura a ponerse a la par de su novia y ella lo toma de la mano para darle seguridad.

Pau: Tranquilo, en serio. (Al decirle eso se tambalea y se lleva una mano a la cabeza)
Pedro: Ey, ¿Qué paso? ¿Estás bien?
Pau: Si, todo en orden. (Sonriéndole) Solo que me maree un poco…
Pedro: ¿Te dura la borrachera de anoche? (Soltando una carcajada)
Pau: No, tarado. (Golpeándole un hombro) Me debe haber bajado la presión, anoche hice mucho desgaste y no desayunamos nada. (Sonriendo con picardía)
Pedro: Si, es verdad. Ahora comemos bien y espero te sientas mejor.
Pau: Si, seguro. (Le da un beso y llegan frente a la puerta de la casa de su madre)

Él solamente le sonríe y aguarda a su lado mientras ella toca el timbre, en pocos minutos Delfina, la hermana de Pau estaba abriéndoles la puerta e invitándolos a pasar.
Tomados de la mano como estaban entran y saludan a los presentes, todavía faltaba que llegue Miguel con los abuelos de Paula, los había ido a buscar. Pedro enseguida se pone a charlar con Gonzalo quien estaba frente al televisor mirando uno de los partidos de futbol de la fecha, que a pesar de no ser el de river, el equipo de ambos, los enganchaba igual.
Pau, contenta porque su novio se integro rápido a las actividades de su familia más específicamente con su hermano con el que la infancia había jugado varios picaditos, se reúne con su mamá y hermana en la cocina para ayudarlas con lo que necesitaras y chusmear un poco.
Termina de preparar una picadita que si mamá estaba cortando para que ella siga controlando la salsa de los tallarines que iban a comer en un rato. Cuando termine de cortar todo lo pone en una tabla de madera y lo lleva a la mesa del living-comedor.

Pau: Si quieres picada acérquense a la mesa. (Les dice a Pedro y a su hermano) No vayan a ensuciar el sillón porque mamá los mata.
Gonza: Ya se Pau, ahora vamos. Pero podrías traernos algo para tomar también, ¿no?
Pau: Pero, ¿Qué soy? ¿Tu mucama nene?
Gonza: Bueno, no te enojes che.

Pedro solo se reía.

Pau: Y vos podrías defenderme en vez de reírte.
Pedro: Apa, la ligue yo también. (Se levanta y va al lado de ella, le da un beso en la mejilla) Te acompaño así ponemos la mesa.
Pau: Dale, gracias. (Le sonríe con franqueza)

Juntos, buscan los vasos y platos que Ale había dejado preparados en la mesada para luego llevarlos a la mesa y eso hacen. Dejan todo listo y también llevan la bebida, cuando terminan de acomodar todo llega Miguel con los abuelos de Pau. Nervios. Pepe se ubica al lado de su novia y no se despega.

Pau: (Riendo) Tranquilo tonto. No pasa nada.

Gonzalo abre la puerta e ingresan los recién llegados, Miguel los saluda a todos con una sonrisa y al instante Pedro se relaja dándose cuenta de que se había puesto nervioso sin verdadera razón. Miguel andaba por la casa como si nada, no lo observaba ni controlaba como cuando eran chicos. Se daba cuenta que ahora eran adultos y por más que seguramente Pau sería su bebe por siempre era más flexible en cuanto a la aceptación de sus parejas.
Todos se ubican en la mesa, Pau junto con su mamá sirve las pastas y luego se sienta al lado de Pedro, lo toma por la mano y se acerca para hablarle al oído.

Paula: ¿Más tranquilo?
Pedro: Si, gracias gorda.
Delfi: (Interrumpiéndolos) ¿ Así que ahora ya tengo cuñado oficial?

Pedro automáticamente se pone nerviosísimo y le empiezan a transpirar las manos, Paula que lo nota, la mira con cara de odio a su hermana pero responde con la verdad.

Paula: Bueno, si. Creí que ya habría tiempo para decirlo más formalmente (retando a Delfi con la mirada) pero si, Pedro es mi novio.
Gonza: Que buena onda. Felicidades chicos.
Ale: Que amor, pensar que se conocen hace tanto… Me encanta.

Los abuelos de Paula también lo felicitan y el ultimo en hablar es Miguel, quien ahora estaba un poco más serio que cuando llego.

Miguel: Bueno, me cuesta esto de mi bebé traiga novios y eso, pero a vos te conozco hace tiempo Pedro y eso aliviana las cosas, se que sos buen pibe, ¡pero cuidala!
Pedro: Por supuesto, la quiero muchísimo a su hija, es muy importante para mí, lo que menos quiero hacer es lastimarla.
Miguel: Bueno, felicitaciones a ambos entonces.
Pau: Gracias pa. Pero no te pongas en cuida que ya soy grande, ¿sí?
Miguel: Bueno che, te cuido. (Sonriéndole para darle confianza a Pedro)

La tarde transcurre en paz y Pedro se amoldaba cada vez mejor a la familia de su novia, charlaba con el abuelo de ella, con el hermano y también con Miguel. Ambos ya estaban más relajados. Pedro se gana la confianza del papá de Pau en el transcurso de ese día.

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VAMOS PYP!!! A SEGUIR ♥ Juntos SOMOS invencibles!

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