El
día siguiente no hubo reloj biológico que despierte a Paula antes de la 1 del
medio día, ni a Paula ni a nadie… Los días transcurren y todos disfrutan de la
playa y de la noche, juntos a sus nuevas amistades. Los tortolitos cada tanto
se escapaban a donde podían para darse algunos besos y hacerse algunos mimos,
Pedro estaba cansado de tener que esconderse, pero respetaba a Paula en todo.
El sexto
día de las vacaciones amanece súper gris, toda la noche anterior había llovido muchísimo
lo cual no los dejo salir. Ya que no habían trasnochado mucho, solo se quedaron
jugando a las cartas en el dúplex, todos se levantan temprano, a eso de las 9. No
sabían qué hacer, porque para meterse al mar no estaba, las chicas tenían más
ganas de pasear que otra cosa. Nadie quería quedarse encerrado por lo cual
enseguida comienzan a tirar ideas.
Jose:
¿Y si vamos a alguna playa de las que tienen mucha peatonal y vemos los
negocios?
Santi:
Si, claro y nosotros les llevamos las bolsas de lo que se compran.
Jose:
No es mala idea… (Dice con humor)
Pau:
No, es verdad. Sería injusto. Tenemos que hacer algo que nos cope a todos.
Hernán:
¡Jueguitos!
Valen:
No, ustedes se copan con las carreras de autos o el metegol y nos re cuelgan a
nosotras.
Pedro:
¡Qué lástima que no traje la play!
Paula:
¡Te mataba si la traías!
Valen:
¡Te tirábamos al mar cuando no esté Ceci para salvarte!
Pedro:
(Entre risas) Bueno, tranquilas, no la traje igual.
Hernan:
Emmm, un finde que vine con mis primos a la costa, fuimos a San Clemente y está
el faro ahí… ¿Cómo se llamaba?
Santi:
¿Qué cosa?
Hernan:
El nombre del faro no me acuerdo.
Pedro:
No sé el nombre del faro pero el lugar es Punta Rasa.
Hernan:
Ah, sí. Bueno, y me dijeron que es hermoso el lugar, re silvestre, y se puede
pasar con los autos hasta la playa. Es una punta de la costa, entonces de un
lado se ve el amanecer como en cualquiera de las demás playas, pero si pasas al
otro lado de la punta se ve el atardecer, debe ser re lindo.
Paula:
¡Ay que amor! Solo vi el atardecer en el mar en punta del este. ¡VAMOS porfa!
Jose:
Si, podemos armarnos una vianda, y preparar el mate y vamos a pasar el día, ¿no?
¿O hay por ahí para comprar comida?
Hernán:
No, es re descampado, no hay nada. Es entrando a San Clemente para el lado de
Mundo Marino, pero por una callecita media escondida, esta bárbaro el lugar.
Pedro:
Y bueno, yo ya me entusiasme. ¡Vayamos!
Valen:
Si, posta. ¿Hacemos sanguchitos de fiambre?
Paula:
Si, dale. Vamos a comprar.
Las
chicas preparan lo necesario para comer ese día, arman el equipo de mate, con
el termo vacio para luego cargarlo en alguna estación de servicio en San
Clemente, ya que si lo llevaban lleno desde allí, se les iba a enfriar.
Dejan
listos los sanguchitos, los cuales ponen en una heladerita juntos a algunas
gaseosas. También comprar facturas para la tarde.
Los
chicos, por su parte, se encargan de llenar de nafta los tanques de los autos y
de regular bien las gomas de los mismos ya que debían transitar varias calles
de arena por lo que le habían dicho a Hernán.
A
Jose se le ocurre llevar una o dos mochilas con abrigos para después, por si querían
quedarse a ver el atardecer. Rogaban porque se despeje bastante para podes ver
bien claro cuando el sol se escondía en el agua.
A
las 11 ya tenían todo listo, cámaras de fotos con pilas, la comida preparada,
el bolso del mate armado y los autos en buen estado.
Se
reparten en los autos de la misma forma en la que habían ido hasta allí hace
unos días.
Pepe,
con Pau y Jose en su auto, seguía a Hernán que era quien iba a indicarles el
camino una vez en San Clemente.
Cuando
entran a San Clemente, cruzan todo el centro de la cuidad y pasando por el
puerto, continúan por un camino de arena que estaba señalizado como el indicado
para llegar hasta la playa del faro “San Antonio”.
Pedro:
Que lindo amor, voy a ver el atardecer en el mar con vos.
Paula:
Súper romántico.
Jose:
¡Ay es verdad! ¡Qué ternura! Si quieren escaparse en ese momento, yo los cubro
eh.
Pedro:
Lo voy a tener en cuenta. Gracias Jo. ¡Sos lo más!
En
un momento se encuentran con un cartel que les daba la bienvenida a la “Reserva
natural de Punta Rasa” predio en el que debían ingresar para llegar a las
playas de las que Hernán les había hablado.
Por
una calle zigzagueante, rodeada de cortaderas y yuyos, circulaban los dos
autos. De un momento a otro, a la distancia comienzan a ver el faro, era divino
y ya estaban emocionados por llegar para verlo de más cerca.
Paula:
¡Que hermosa vista! Ya me imagino lo que debe ser esta playa.
Jose:
¡Súper silvestre! Anda despacio Pepe que un cartel que pasamos recién decía que
podían cruzarse algunas liebres o pájaros.
Sin
darse cuenta con precisión de donde finalizaba el camino y comenzaba la playa, se
encuentran frente al mar. Justo en esa punta de la costa, el mar y el rio se juntan
por lo que el suelo era entre arenoso y barros, igualmente con más arena que
tierra. El lugar era soñado, todo rodeado de cortaderas (son plantas que
parecen plumeros blancos) y algunas plantas más. El mar frente a ellos y el
faro a un lado, un poco más atrás.
Estacionan
en cualquier lugar, ya que estaban casi solos, habría dos o tres autos mas por allí,
pero re distanciados, podrían pasar el día re tranquilos.
A
penas se acomodan con unas lonitas en el suelo, reparten los vasos y sanguches,
y se ponen a almorzar todos juntos.
Hernán:
No me mintieron eh. Un lugar con mucha paz.
Santi:
Si, igual tanta paz va a hacer que me quede dormido. ¿Trajeron las pelotas de fútbol y vóley? ¿Y las paletas?
Jose:
Si, todo en el baúl del auto de Pepe puse. Ahora cuando nos baja la comida nos
ponemos a jugar.
Santi:
¡Genial!
En
un rato estaban todos jugando al vóley, habían armado dos equipos. Mujeres
contra varones. A pesar de que el vóley no es un juego de contacto, terminaron tirándose
unos encima de otros, peleándose por hacer más tantos y ganar. Cualquier cosa hacían,
pero se divertían.
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Bueno, a ver, para los que no entendieron bien donde es el lugar este, les dejo una foto de un mapita que saque yo, cuando estuve por ahí.
He aqui el mapa donde se ve donde es punta rasa... (Lo de la izquierda es el contorno de la provincia de Buenos Aires, si?)
Este es el faro "San Antonio" que se encuentra en Punta Rasa. Foto tomada por mi. Lo que se ve abajo (como plumeritos) son las famosas cortaderas, mencionadas en el capitulo.
Amooo san clemente con el alma jajaja posta voy todos los años Hermosoo Capitulo me quede con ganas de mas
ResponderEliminarque lindo!!!seguí subiendo...
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