Pedro
amanece en el silloncito al lado de la cama de Fede a las 7:30, cuando la
enfermera, otra vez Irene, entra en la habitación para controlar el suero del
internado. Ya no logra volver a dormirse, la silla no era muy cómoda que
digamos. Como su hermano seguía durmiendo, saca su celular y comienza a jugar
al sudoku, al poco tiempo desiste de poder terminar uno, tenía que pensar demasiado
y era muy temprano para ello. En realidad ningún momento del día parecía ser el
adecuado para que él haga sudokus, jamás los terminaba.
Entra
a BlackBerry Messenger y ve que Paula había cambiado su foto hacia unos
minutos, eso significaba que ya estaba despierta y muy ocupada no estaba, se
decide a hablarle.
“Hola
Pochi, como va todo? Ya trabajando?”
En
seguida puede ver que lo lee, comienza a escribirle y responde.
“Hola
Pepe. Que temprano! Si, ya en la ofi, vos también?”
Sonríe
al ver que la buena onda de anoche seguía, y le responde.
“No,
en la clínica. Pase la noche acá, como te dije ayer.”
Se
queda con la vista fija en el teléfono que sostenía entre ambas manos pero esta
vez tarda un poco más en aparecer la “R” indicando que lo había leído. Puede ver
que le escribe apenas lo ve y le llega el mensaje.
“Ay
si, cierto, perdón gordo, estoy dormida todavía, jajaja y no se me había olvidado”
A
penas lo envía continua escribiendo y le manda otro.
“Hoy
lo aperan, no?”
Al
instante Pedro comienza a escribir y le responde.
“Si,
hoy, creo que a la tarde temprano. Tenemos que esperar que venga el médico a
ver qué dice. Cuando volves de trabajar podríamos hablar, no? Porque a la noche
seguramente tengo que volver a domir acá.”
Envía
ese mensaje y llega Sonia, que lo distrae de la charla con Pau unos minutos, le
pregunta como había pasado la noche Fede, si ya había venido alguien a verlo y
todos los detalles que se le ocurrían. Pedro le respondía con paciencia
pregunta por pregunta, el sonido de su celular logra que vuelva a poner su atención
en Paula y lee la respuesta.
“Avisame
cuando lo operen, y mandale un beso grande. Cuando llegue a casa te aviso así
nos vemos, si? Ahora te dejo porque parece que mi jefe vino de mal humor”
Se ríe
y comienza a tipear la respuesta pero antes de que pueda enviarla le llega otro
mensaje de Paula.
“Ah,
ojo con las enfermeritas.”
Se ríe
de nuevo, Paula y sus celos. Termina de escribir su respuesta y se la envía.
“Ok,
quedamos así. Yo te voy avisando por acá. Que no se ortive el jefe jajaja. Y no
te preocupes, que ninguna de las “enfermeritas” es más linda que vos. Te amo.”
Guarda
su celular y sigue conversando con sus hermanos, ahora Fede estaba despierto.
Entra
charla y charla, llega el medio día, el médico pasa por la habitación y les
informa que el turno en el quirófano era a las 15hs. Por suerte era una operación
corta y poco riesgosa.
Toda
la familia va llegando para esa hora de la tarde. Fede entra al quirófano a las
15:15 y antes de que pasen 40 minutos de que había entrado ya estaba saliendo.
Nada se había complicado y la operación era simple.
Quedaría
toda esa noche y día siguiente internado para observación de la recuperación. Y
debía mantener una dieta adecuada por bastantes días pero ya desde su casa.
Pedro,
a las 6 de la tarde, deja su Padre y Luciana en la habitación con Federico diciéndoles
que quería volver un rato a su casa, ducharse, cargar el teléfono, descansar y después
volvía para la noche.
Iba
a hacer todo eso, pero lo que principalmente quería hacer era ver a Pau.
Llega
a su casa y lo primero que hace es enchufar su celular y luego ducharse, una
vez limpio y cambiado se sienta en el sillón esperando el mensaje de Paula.
Cuando estaba a punto de quedarse dormido se celular suena y corre hacia él
para ver de quién se trataba. Afortunadamente era lo que esperaba.
“Ya
estoy en casa, venís? O querés que vaya yo?”
Le
responde diciéndole que ahora iba él. Su casa no estaba presentable para
recibirla.
Poniendo
su celular en el bolsillo cruza su patio de muy buen humor y pasa por la
escalera hacia el fondo de la casa de ella.
Paula
estaba en el patio esperándolo con el mate preparado bajo la sombra de un árbol
sentada en una silla, con otra silla a su lado para él y una enorme sonrisa en
su rostro.
Pedro:
Creo que se te pasó el enojo, ¿no? (Dice sonriendo triunfante)
Paula:
No, pero no puedo negar que te extrañaba.
Pedro:
Yo también. ¿Pero cómo que no se te pasó?
Paula:
No, ¿tan fácil te crees que es todo? (Dice con una sonrisa más amplia aun)
Pedro:
(Comprendiendo lo que su novia buscaba como “disculpa) Ah, ya entiendo. ¿Me
pasas un mate? ¿Tenés algo para comer?
Paula:
(Pasándole el mate y frunciendo el ceño) Creo que no entendiste nada. Arriba de
la mesada hay unas vainillas.
Pedro:
Si, entendí, pero necesito juntar fuerzas primero.
Paula
sonríe con picardía, se moría de ganas de besarlo pero iba a esperar que se
encargue él y lo iba a histeriquear un poco.
Pedro
vuelve con el paquete de vainillas en la mano y se sienta en su silla con toda
la panchedad que podía tener. Toma unos cuantos mates y le comparte algunas
galletitas a Pau mientras charlaban de la operación de su hermano y de algunas
cosas más. Cuando el termo se termina, Pau se va hacia el baño con la excusa de
“demasiados mates”, Pedro espera que entre y rápidamente se encamina a la habitación
de su novia, se esconde bajo la cama y espera que lo busque por allí, para
sorprenderla.
Paula
sale al patio y cuando no lo ve en su lugar sonríe, entra en la casa llamándolo
pero no respondía. Lo busca en la cocina, luego en el living, detrás de los
sillones, en el baño aunque ella recién salía de ahí. Solo le quedaba su habitación,
con una revolución en la boca de su estomago por todo lo que extrañaba estar
con él (había pasado un día, casi dos, pero había sido eterno para ella) se
dirige a ella y se queda parada en la puerta diciendo su nombre para que
aparezca. Ya se estaba cansando de que no apareciera.
Pau:
Dale Pepe, ya fue. Sé que estas por acá.
Como
no recibía respuesta, comienza a pensar que capaz se había vuelto a su casa,
media desilusionada pega media vuelta para volver al patio.
Pedro
que observaba sus pasos desde abajo de la cama, y apenas ve que se había dado
vuelta para irse, sale de su escondite y abrazándola por la espalda la tira en
la cama.
Paula:
¡PEDRO Y TU COSTUMBRE DE ASUSTARME! (Dice primero enojada y luego comenzando a reírse
a carcajadas sin poder detenerse)
Pedro:
Paula y tu hermosa risa… Te extrañe. (Cuando termina de decirle eso se recuesta
sobre ella y comienza a besarla con toda la pasión y el amor que sentía en ese
momento.)
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Les dejo este capitulo a minutos de mi cumpleaños numero 20 dfnsdjklnfA JAJAJAJA!
Que tengan todos muy buens noches y gracias por los comentarios de siempre y principalmente por leer ♥
Besos!
que lindo el cap...que pases de 10 tu dia con una nueva década
ResponderEliminarque lindo me encanto...feliz cumple!!!
ResponderEliminarAGOS !!FELIZ DIA PASALA LINDO!! GENIAA AMO TU NOVEE ! ES LO MAS !! TEQ !! @palmita99
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