domingo, 30 de diciembre de 2012

Capitulo 133 ♥


El último día en Costa del este lo disfrutan muchísimo aprovechando a full la playa, por suerte hacía calor y ambos pudieron meterse al mar un rato, almorzaron y merendaron también frente al mar, no se fueron hasta que el sol comenzó a caer y el frio no les permitió quedarse más (a pesar de las camperas que se habían llevado).
El tema de Natalia no se volvió a tocar en todo el día, aunque Pau tenía muy presente todo el tiempo la idea de querer conocerla, quería saber si las intenciones de ella hacia Pedro eran verdaderamente las que su novio pensaba, de él no desconfiaba pero ella no le inspiraba mucha confianza… Bueno, en realidad no podía confiar ni desconfiar porque no la conocía… Pero antes la duda… Justamente para saber qué actitud tomar era que quería conocerla cuanto antes.
Pedro lo único que rogaba era que no se lo ocurra a Natalia mandarle un mensaje más o llamarlo porque no quería volver a discutir con Pau por su culpa. Sus deseos se cumplen y terminan el día lo más felices.
En la casita se ducharon y cenaron algo liviano para dormir temprano y así emprendieron la vuelta a sus casas… Al otro día ya era lunes y ambos debían ir a trabajar sin excusas.
El viaje fue muy tranquilo, a pesar de que la ruta estaba cargada se lo tomaron con calma y charlaron o cantaron durante el mismo para pasar el tiempo, Moro para no perder su costumbre se lo paso durmiendo hasta que pararon en una estación de servicio y se levanto para poder hacer sus necesidades y tomar un poco de agua.
A eso de la 1 de la mañana lograron llegar a casa,  se había hecho larguito el viaje… 6 horas tardaron. Lo único que querían hacer ahora era dormir, avisaron antes a sus familiares y amigos que ya habían llegado y luego de bajar los bolsos en la casa de Pau, se encaminaron hacia la habitación y durmieron juntos. En principio Pepe le había dicho que dormía en su casa, tal vez Pau quería descansar sola en su cama, tranquila, después de ese largo viaje. Pero ella al contrario, le insistió para que se quedara, dormía perfecta con él a su lado, ya se le estaba haciendo costumbre, si no lo tenía lo extrañaba.

La semana comienza movidita, ambos tenían días cargados en el trabajo. Pau ya había organizado con Valen y Jose para juntarse en su casa cuando ella volviera para ponerse al día, seguía muy intrigada al respecto de lo que Valen le había dicho que le tenía que contar.
Una vez que sale de la oficina pasa por una panadería para comprar palmeritas, bizcochitos y pepas caseritas, ya que en su casa no había absolutamente nada debido a los días que había estado ausente, a la mañana con Pedro habían desayunado unas pocas galletitas de agua que habían encontrado por ahí.  
Llega a su casa, le abre a Moro la puerta del patio para que haga sus necesidades, les manda mensaje a sus amigas para informarles que ya podían ir y pone la pava con agua en el fuego.  También le habla a su novio por bbm para avisarle que iba a estar con sus amigas teniendo una charla de chicas.

BBm de Pedro: Ah, o sea que me estas fletando con anticipo. Jajajaja no hay drama gorda, si queres avísame cuando se van.
BBm de Pau: (Que le responde enseguida) Tonto!  Sabes que no es así! Pero parece que Valen trae novedades, tenemos que chusmear.
BBm de Pedro: No hay drama gordita, seguro yo les digo a los chicos que vengan así hacemos torneíto y también nos ponemos al día. Ya estoy por llegar a casa.
BBm de Pau: Manejando y escribiendo? Dale gordo, presta atención a la calle, después nos hablamos.
BBm de Pedro: Ok, besito. Te amo.

Paula le envía un mensaje más diciéndole “te amo más” y levanta la vista de su teléfono para apagar la hornalla donde estaba la pava, casi se le hierve el agua por desconcentrarse charlando con Pedro. Llena el termo y prepara la merienda en la mesa. A los 5 minutos suena el timbre y del otro lado de la puerta ya se encontraban Jose y Valen que habían venido juntas en el auto de Valen.
Se saludan con alegría y se ubican alrededor de la mesa comenzando la ronda de mates.

Jose: ¿Qué te había pasado con Pepe el otro día Pochi? Me conto algo Valen…
Pau: Apa, ¿arrancamos de una el interrogatorio? (Riendo)
Valen: Si, dale. ¡Larga!
Pau: Bueno y después te toca a vos, eh. Sigo intrigadísima.

Entre mate y mate les cuenta todo lo que había pasado con respecto a Natalia, comenzando por cuando de casualidad encontró un regalo de parte de ella en la casa de Pepe, continuando por cuando vio que le había enviado un mensaje y concluyendo con la pelea y reconciliación de la noche del sábado, omitiendo algunos detalles innecesarios de la reconciliación.

Jose: Ah, movidito el paseo a la playa… Por todos los estados de la relación pasaron.
Pau: Si, la verdad.
Valen: Un tierno Pepe que cedió y te pidió disculpas.
Pau: Si, es divino mi gordo. Igual debo reconocer que podría haberle preguntado quien era la tal Natalia, antes yo también… Cuando vi el mensaje o el regalo.
Jose: Yo enseguida hubiera reaccionado, pero tampoco estuvo mal tu decisión de esperar a que él te la mencione. La embarro bastante por no hablarte antes con ella.
Valen: Bueno, pero mejor no darle más vueltas al asunto, no vaya a ser que te vuelvas a enojar.
Pau: No, ya fue. Yo re confio en Pepe… Pero ella, ya veremos.
Jose: ¿Estas segura de querer conocerla?
Pau: Al principio me pareció cualquiera… Pero si Pepe la va a ver seguido porque es el único conocido de ella acá, en Buenos Aires, mejor conocerla y hacerme una idea de cómo es antes de que se junten.
Valen: Controladora.
Pau: Obvio, es mio. (Riendo)
Jose: Sos una loca, pero una loca tierna. Me encanta ver como se quieren, como cambio la relación entre ustedes para mucho mejor desde que decidiron dar rienda suelta al amor.
Pau: ¡Que lindas palabras amiga! Gracias.
Jose: De nada… Y me parece que hay otros que van a terminar cambiando su relación así… (Guiñando un ojo a Pau e inclinando la cabeza hacia el lado derecho, dirección en la que se encontraba Valen.
Valen: No digas pavadas Jose.
Pau: (Sonriendo ampliamente) Apa. ¿De qué me perdí? ¡Cuatros días me fui no más, che!
Jose: Fueron suficientes los cuatro días.
Pau: Dale Va, ¡larga!
Valen: Em, ¿por dónde empiezo?
Pau: Anda al grano de una. Sabes lo ansiosa que soy.
Valen: Nos besamos con Herni.
Pau: (Da un grito de alegría) ¿Cómo es eso? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¡Detalles ya!
Valen: (Ruborizándose) Para nena. Igual no me gusta, eh. Estábamos en pedo.
Jose: Mmm, no te creo mucho lo de que no te gusta.
Valen: Basta, ya te lo aclare…
Pau: Bueno, ya veremos, seguí con la historia…. ¿Dónde? ¿Cuándo?
Valen: En el boliche, salimos el viernes a la noche y bueno, los dos teníamos varias copas de más, bailábamos juntos ya que Santi nos había abandonado por una gatubela de por ahí y Jose también se había conseguido un chongo. Em, bailábamos cada vez más cerca y él se acercaba mucho para hablarme, y, em (haciendo movimientos nerviosos), llego a mis labios y nos besamos. Por largo rato…
Pau: ¡Ay que amor!
Valen: no, nada amor. Un bajón, es mi amigo… Además seguro que ni se acuerda. El sábado a la tarde nos juntamos a merendar y no dijo nada al respecto.
Jose: Y vos tampoco dijiste nada, y te acordas perfectamente.
Valen: Bueno no sé, para fue algo del momento, porque nos dejamos llevar por el alcohol… No me gusta, en serio.

Los chicos, en la casa de Pedro estaban hipnotizados por la pantalla del televisor pero cada tanto charlaban un poco.

Santi: ¿Cómo la pasaron en la costa Pepe?
Pedro: Joya, por suerte hasta al mar me pude meter aunque también llovió un poco el día que llegamos.
Herni: Ah, bueno, pero aprovecharon lindo.
Pedro: Si, obvio.
Santi: ¿Mucho aprovecharon? (Preguntando con picardía)
Pedro: ¿Qué te importa a vos boludo? (Riendo)
Santi: Bueno che, solo un pregunta.
Pedro: Si, aprovechamos bien aunque hasta discusiones hubo.
Herni: ¿posta? ¿Qué paso?

Pedro los pone al tanto de todo lo de Natalia y luego de algunos comentarios sin mucha importancia de sus amigos, quienes pensaban que si ya se habían arreglado no debían darle tanta importancia al asunto, siguen concentrados en la pantalla.

Pedro: ¿Y ustedes acá? ¿Hicieron algo?
Santi: Preguntale a Hernán.
Pedro: ¿Qué me perdí?
Hernán: (Riendo) Chapamos con Valen.
Pedro: ¿Posta?
Hernán: Si, salimos y estos dos (señalando a Santi con la cabeza) nos dejaron solos, se fueron por ahí con sus conquistas… Y nada, bailábamos y se dio. Estábamos un poco en pedo también.
Pedro: ¡Bien ahí hermano! ¿Y qué onda?
Hernán: No se, a mí siempre me pareció una mina hermosa y con los besos que me dio el otro día… Podría decirse que me gustaría que se repita la situación.
Pedro: Esssssa, se ha formado otra pareja.
Hernán: No se, veremos. No tengo ni idea que onda ella conmigo. El sábado nos vimos y los dos nos hicimos los boludos.
Pedro: Y bueno, no fuerces nada, deja que se vaya dando… Pero si te gusta en serio anda para adelante.
Hernán: Si, voy a ir viendo que onda… No voy a cagar la amistad por nada.

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Capitulo dedicado a @Vann_tarifa porque... Ella sabe porque jajaja ♥ Te quiero!

También dedicado a @Sandri_Py y a @FC_ThePiyuelos que me ayudaron con los capitulos 131 y 132 ♥♥ Las quierooo!

Buenas noches a todos!!!

sábado, 29 de diciembre de 2012

Capitulo 132 ♥


Pedro sale de ducharse, se dirige a la habitación para terminar de vestirse y luego al living para encontrarse con Pau, que allí seguía.
Se sienta a su lado, en el sillón e intenta besarla pero ella le corre la cara y le informa “llamaron a tu celular”.
Al ver la seriedad que su novia tenía en el rostro se levanta y toma el teléfono para fijarse de quien había sido el llamado que había puesto de ese humor (el cual todavía no podía definir) a Paula.
Cuando ve quien había llamado se ríe, comprende que obviamente el humor de Pau era a causa de celos.

Pedro: Pau, ¿vos sabes quién es Natalia?
Pau: No.
Pedro: Y te pusiste celosa por la llamada eso, ¿No es cierto?
Pau: No se si celosa, y no solo la llamada.
Pedro: No entiendo. ¿Entonces?
Pau: Ay Pedro nunca entendes nada.
Pedro: Explicame entonces.
Pau: No es así.
Pedro: A ver. ¿Y cómo es? Estas desconfiando de mi por un simple llamado de alguien que ni siquiera sabes quién es.
Pau: No es por el llamado solamente. (Como Pedro se quedo callado, con cara de confundido, decide continuar ella con la explicación) Vi un regalo de parte de esa mujer en tu casa, hace un tiempo cuando fui a buscarte ropa, igual no te preocupes, no lo abrí, no sé qué te regaló. Y la otra noche en el restaurant vi que ella fue la que te envió el mensaje, tampoco lo leí y decidí hacerme la que no sabía nada pensando que en algún momento, si taaaanto te hablas con ella, como parece,  me ibas a terminar diciendo quién es. Soy celosa pero no al extremo y lo sabes, confío en vos siempre porque hace años que nos conocemos, pero me molesto muchísimo que si tanto te hablas con una persona y se supone que estamos saliendo ni siquiera me la menciones en algún momento… No sé, termino pensando que me la queres esconder... Por algún motivo.
Pedro: (La escuchaba con atención y muy pensativo) Nunca me di cuenta que sabias de la existencia de ella.
Pau: ¿No tenía que conocerla, no? Al pedo estaba confiando en vos me parece… (Amaga a levantarse del sillón pero Pedro la toma del brazo)
Pedro: Para Pau… No es así... Sabes que te amo mucho, ayer mismo te deje en claro que te amo cada vez más…
Pau: Con eso no me estas explicando nada.
Pedro: Bueno, pero para. Escuchame sin interrumpir, por favor. (Ella afirma con un movimiento de la cabeza y se queda sentada pero se suelta de la mano de él) Natalia fue mi mejor amiga desde el jardín de infantes hasta 7mo grado más o menos, compartimos todo, vivíamos uno en la casa del otro (Esos comentarios no ayudaban mucho al humor de Pau quien cada vez tenía más ganas de levantarse e irse a llorar a la habitación abrazada a Moro), pero a las 14 años se fue a vivir a Rosario, con su familia obviamente. Desde ese momento que no la vi nunca más y siendo tan chicos perdimos contacto. Pero hace 2 meses volvió a Buenos Aires por trabajo, el primer mes que estuvo acá no tuve noticias de ella pero al 2do mes ella encontró un afiche de publicidad de la empresa de mi viejo y recordó su nombre, fue hasta la oficina y nos reencontramos, hablamos un rato, intercambiamos teléfonos y nada… Después, al otro día pasó y me trajo una remera de regalo, la bolsa que viste vos era eso, me dijo que era por todos los cumpleaños míos a los que falto, es una loca. (Río, pero Paula seguía seria escuchando) Desde ahí que no volvía a verla porque ella está a full con su trabajo según me dijo, el otro día me mando mensaje para invitarme a tomar un café y ponernos al día pero le dije que estaba acá, en la costa con vos.  Y ahora, la llamada no sé porque fue…
Pau: Y por qué, si solo es una vieja amiga, no me contaste antes sobre ella.
Pedro: No se, se me paso (alisándose los pelos de la nuca con una mano, demostrando su nerviosismo). No le di mucha importancia. Además siempre que estoy con vos me olvido de todo.
Pau: No te hagas el tierno para que afloje, no me gusta que me escondas cosas, ¿así querés que confíe?
Pedro: ¡Pero no te escondí nada nena! (Enojándose un poco)
Pau: Lo que me falta, que encima te enojes vos. ¡Qué pendejo!
Pedro: (Respirando profundamente y cuenta hasta 10 antes de volver a hablar) Bueno, tranquilicémonos los dos, ¿sí? Porfa, no da pelearnos por esto. En serio, es una pavada. Nunca quise ocultarte que volvió la que fue mi mejor amiga de la infancia de Rosario… Simplemente le di tan poca importancia que cuando estabas con vos me olvidaba.
Pau: Pero podrías haberme dicho cuando estábamos en el restaurant… Que leíste el mensaje de ella enfrente mío.
Pedro: Es que… ¿Te digo la verdad?
Pau: Es lo que quiero que me digas desde que empezamos a hablar.
Pedro: Bueno che… ¡Para! No te dije que la vi, ni del regalo porque estaba seguro de que te ibas a poner celosa, y jamás pensé que iba a mandarme mensajes o llamarme. Pero no te preocupes, solo me manda porque acá, en Buenos Aires, se siente sola y es al único conocido que encontró, al menos eso me dijo en los mensajes…
Pau: ¿Y estás seguro qué se acerco solo por eso?
Pedro: Si, ¿Por qué va a ser? Si queres cuando volvemos te la presento y te va a caer genial. Es re buena mina.
Pau: ¿Vos me estas cargando nene?
Pedro: No, Pau… Pero, ¿Quién te entiende? ¿No es mejor conocerla a caso?
Pau: Vos no entendes nada. ¿Me podres dejar sola?
Pedro: Pero Paula…
Pau: (Interrumpiéndolo) Nada, en serio. Andate.
Pedro: La verdad… No te entiendo… Creí que confiabas más en mí… (Se levanta del sillón y sale de la casa)
Pau: Yo también creí que vos confiabas en mí. (Le grita para que la escuche desde afuera)

A penas cruza la puerta Paula comienza a llorar de la bronca que tenia contenida dentro suyo. “Encima termina ofendido él, parece un chiste”, piensa y se levanta del sillón para ir a la cocina a buscar un vaso de agua. No entendía nada, lo único que le había quedado claro era que Pedro le había escondido que su amiguita de la infancia había vuelto a Buenos Aires, y realmente le molestaba mucho que se la haya escondido. La verdad que creía que no confiaba en ella. ¿Qué tenía que ver si ella se ponía celosa? Era tema de ella de última, pero así, ocultándole la verdad era tema de los dos, porque de esa forma le estaba dando motivos para desconfiar.

Pedro, todavía confundido por la reacción de Paula caminaba por la playa para despejarse, no sabía que pensar… Había supuesto que se iba a poner celosa al saber de Natalia, pero ¿tanto podía desconfiar? ¿Tan poco segura estaba de su amor hacia ella? Necesitaba alguien que lo aconseje en esta situación, sentía que solo no lo podía resolver y tampoco quería dejar las cosas así con Pau, la amaba con su corazón.
Mira su celular para saber la hora. 21:15. Era temprano, podría llamar a su prima Rocío como había pensando, ella era la mejor consejera que tenía y en la que más confianza le inspiraba al momento de hablar de su relación con Paula.
Se sienta en la arena, cerca de un médano y busca a su prima en la agenda del celular, presiona el botón verde y espera que lo atienda.
Primero se ponen al día de cosas cotidianas, se informan de cómo estaban sus respectivos tíos y dejan saludos para ambas partes de la familia hasta que Rocío, dándose cuenta de que su primo estaba con pocas palabras le pregunta que le pasaba.

Pedro: ¡Como me conoces! Hasta por teléfono te das cuenta cuando estoy mal. Yo sabía que tenía que llamarte a vos. Te quiero.
Rocio: (Riendo) Yo también te quiero pero dale, ¡contame! ¿Algo con Pau?
Pedro: Y la seguís pegando. Sí, nos vinimos a pasar Semana Santa a la costa y acabamos de pelearnos.
Rocio: ¿Motivos?
Pedro: Celos, supongo.
Rocio: Contame bien.
Pedro: Gracias… En serio, por estar siempre.
Rocio: De nada Pepe.
Pedro: Bueno, te cuento…

Le cuenta bien detallada toda la historia a su prima, empezando por cómo fue que apareció Natalia de nuevo en su vida (ella la conocía de cuando eran chicos, pero nunca habían llegado a ser amigas) y finalizando por la charla con Pau de hacía un rato, y como ella se había dado cuenta de la existencia de Natalia.

Rocío: Bueno Pepe, lo lamento, pero tengo que ponerme del lado de ella esta vez, al menos en parte… Escuchame: Cuando vio la bolsa del regalo, cuando vio el mensaje… No te dijo nada, esperó a que vos le digas quién era Natalia por propia voluntad, o sea que tanto no desconfía de vos, sino te hubiera hecho en seguida un escena de celos,  pero al ver que seguías sin mencionársela cualquiera dudaría, es como que la estabas escondiendo nene.
Pedro: Pero… Pero…
Rocio: No tenes peros, admitilo.
Pedro: Es que sabía que se iba a poner celosa.
Rocío: Pero capaz si le decías antes… Eran un poco de celos, una peleíta pequeña y seguía confiando en vos, porque vos le estabas confiando, confesando, comunicando o como quieras llamarlo, la existencia de Natalia y las veces que esta se ponía en contacto con vos. Una pareja es así, la confianza tiene que ser MUTUA. (Resalta bien la última palabra) Vos no confiaste en qué ella entienda tu reencuentro de una vieja amistad como la de Nati y termino desconfiando porque vos no le contaste, ¿entendés? Causa y efecto.
Pedro: Si, no lo había pensado así. Que tarado soy.

Charlan un poco más y se despide de ella prometiéndole otra vez una pronta visita con la que pagaría las sesiones de psicología que le daba su prima cada vez que la necesitaba. La adoraba.

Pedro: Gracias de corazón prima, te amo. Saludos a tu amor y a la familia.
Rocío: De nada gordo. Anda a arreglarte ya mismo con esa chica que debe estar llorando por vos y no vale la pena que derrame esas lágrimas.
Pedro: Tenés razón. ¡Ay me haces sentir mal nena!
Rocío: Para que entres en razón.
Pedro: Beso loca, nos hablamos. GRACIAAAAAS.

Corta la comunicación y con rapidez vuelve a la casa que habían alquilado con su novia para pasar esos días de relax… A penas cruza la puerta busca a Pau en el sillón pero ya no estaba allí, en seguida se dirige a la habitación y efectivamente la encuentra recostada con los ojos hinchados a causa de todo lo que al parecer había llorado. Cuando lo ve, ella se da vuelta para ponerse de espalda, al parecer no tenía ganas de hablar todavía. Pero él sí, y quería que lo perdone, arreglar las cosas y principalmente quería volver a ver su hermosa sonrisa. Le hacía mal saber que había llorado por culpa de él.
Se sienta en el espacio que dejó Pau al darse vuelta y coloca una mano en la espalda de ella.

Pedro: Amor.
Paula: No quiero hablar todavía.
Pedro: Al menos escuchame, por favor. (Ella se queda en silencio y sin moverse, por lo que continúa) Lo que quiero decirte, principalmente es: Perdón. Perdoname por enojarme yo cuando tenías razón vos, perdóname por no haber confiando en vos y pensar que te ibas a poner celosa si te decía quién era. Perdoname por haberte hecho llorar, no te puedo ver así. (Se acerca a ella para darle un beso en la mejilla y como ella se deja, se anima un poco más y le deja otro beso pero esta vez sobre los labios) ¿Me perdonas? Por favor.
Paula: (Se da vuelta para mirarlo a los ojos) ¿Pero vas a confiar en mí de ahora en más? ¿Vas a dejar de esconderme cosas?
Pedro: Obvio amor, te juro que aprendí la lección, no pensé que iba a pasar esto. Te juro que pensé que Natalia no me iba a llamar más, ni nada.
Paula: Pero igual me tendrías que haber dicho, el regalo ya lo tenias.
Pedro: Si, es verdad, no es excusa, pero te prometo que no se repite. (Se termina de recostar al lado de ella y la abraza con fuerza)
Paula: No me gusta nada de nada pelear con vos.
Pedro: A mí tampoco, y menos que termines llorando, me siento una basura, perdón, perdón, perdón. (Paula lo calla con un pico)
Pau: Ya esta, ¿sí? Mientras las peleas nos ayuden a crecer como pareja de algo sirven.
Pedro: Es verdad, igual perdóname.
Pau: Basta, ya paso. Igual la quiero conocer. (Retomando un poco el humor y poniéndose de lado para quedar frente a él)
Pedro: Sos terrible. (Volviendo a sonreír) Bueno, cuando volvemos organizo una merienda para los tres en casa.
Pau: No, a tu casa no, ni en pedo la invitas. Vamos a un café o algo así.
Pedro: Bueno, después vemos. Sos celosa eh.
Pau: Pero ¿no soy mejor celosa así, hablando de frente, que si me entero que me escondes cosas?
Pedro: Si, es verdad. Perdón (beso) perdón (beso) perdón (beso)

Ese último beso se hace más profundo ya que Pau posa sus manos en la nuca de su novio haciendo que continúe. El enojo había quedado en el olvido, al menos hasta que la conozca, si era más linda que ella lo mataba a Pedro por haberla ocultado (lo pensó un poco en joda, un poco en serio).
Pedro no tardo ni dos minutos, luego de que ella continuara el beso de esa forma, en subirse arriba de ella y seguís besándola con más pasión, profundizando mucho más el beso. Al ratito ninguno de los dos contaba con sus remeras y en muy pocos minutos toda la ropa que habían tenido sobre sus cuerpos estaba desparramada por la habitación. Estaba bueno pelearse si la reconciliación iba a ser así, con tanto amor, con tanta pasión y deseo sobrevolando en el ambiente. Exhaustos quedan después de tanta demostración de cariño y así, como Dios los trajo al mundo, y abrazados se quedan profundamente dormidos hasta el día siguiente.

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Vieron que no todo es tan grave? Podria haber sido mala, MUY mala... Jajajajajjaa!
GRACIAS ♥ Espero sus comentarios. Besos. 

viernes, 28 de diciembre de 2012

Capitulo 131 ♥


Pau y Pepe estaban sentados dentro de la carpita playera, el faro acababa de encenderse y, justamente, su faro giraba para cumplir con su función, que los barcos a ver la luz ubiquen la costa y no encallen. Moro, ya cansado, reposaba sobre un toallon que estaba extendido en el fondo de la carpa.

Pedro: ¿Tenés mucho frío amor? (Pau estaba sentada abrazada a sus piernas)
Pau: Bastante, pero quiero ver el atardecer como planeamos.
Pedro: Si, yo también. ¿Querés mi campera?
Pau: No, sino te agarra frio a vos. Estoy bien, en serio. Ya está por caer el sol.
Pedro: Bueno, no quiero que te me resfríes. Veni que te abrazo. (Extiende un brazo hacia ella que estaba bastante distante de él)

Ella se acerco y se acurruco bajo su brazo y otra vez volvió a reinar el silencio entre ellos, hasta que fue Pedro nuevamente quien lo rompió.

Pedro: ¿Sabias una cosa?
Paula: Mmm, ¿de qué? (Separándose un poco para poder mirarlo a los ojos)
Pedro: (Devolviéndole la mirada) Cada día te amo más. Pero en serio te digo eh. Nunca me creí capaz de sentir tantas cosas a la vez, todas hermosas por una persona. Hermosas cosas como vos.

Paula solo sonrió y bajo la mirada, se sentía culpable por desconfiar de él pero no podía evitarlo y le daba vergüenza sacar a la luz sus celos cuando él era re tierno todo el tiempo con ella y le hacia estas confesiones de amor que la dejaban sin aliento. Suspiró y se acurruco más pegada al cuerpo de su novio para luego susurrarle “Te amo demasiado”.
Él la abrazo con más fuerzas y deposito un beso en la coronilla de la cabeza de ella.
El cielo ya estaba tomando un color entre violeta y anaranjado, el sol esparcía sus últimos rayos de luz del día sobre la costa y se preparaba para terminar de esconderse. La vista que tenían los chicos era hermosa, el momento era especial, solo lo interrumpían los ronquidos de Moro que descansaba detrás de ellos.

Pedro: Que tierno que es Moro, siempre arruinando los hermosos momentos.
Paula: Pobre, está cansado. (Riendo a carcajadas ante el repentino comentario de su novio) Lo hicimos correr mucho hoy.
Pedro: (Riendo) Si, es verdad. ¿No trajiste la cámara de fotos?
Paula: No, soy una boba, me la olvide en Costa del este.
Pedro: No importa, tenemos los celulares, no va a salir igual pero quiero una foto de nosotros dos con el sol poniéndose detrás.
Paula: Dale.

Sin levantarse del piso se giran para quedar de espaldas al atardecer y Pedro estira su mano con el celular listo para la foto, besa una mejilla de Pau y presiona el botón perteneciente a la cámara.
 Luego la observan juntos.

Paula: ¡Ay no! Que foto más tierna. Me encanto, la quiero para un cuadrito, por favor.
Pedro: Obvio, la imprimimos después. Es divina.
Paula: Me encanto, ¿vamos yendo? Posta que ya tengo las manos azules del frio.
Pedro: Ay, mi amor… (Dice tomándole las manos para observarlas) Obvio, vamos. Me hubieras dicho que tenías tanto frio y mirábamos el atardecer desde el auto.
Paula: Pero desde acá se ve más lindo.
Pedro: Es verdad.

Se levantan de la carpa y en 10 minutos juntan todas las cosas y las  guardan en el baúl del auto. Cuando desarmaron la carpa, Moro se desperezó y bufando se subió al auto para seguir durmiendo en el asiento trasero del mismo. “Este perro es lo más pancho que vi en mi vida” comentó Pedro, pero Pau lo ignoró, ella defendía a Moro de cualquier crítica de su novio.
Con todo listo para partir, toman el camino a Costa del este disfrutando de la hermosa vista del faro alumbrando a su alrededor hasta que lo pierden de vista tras ir alejándose.
 En el auto volvía a reinar el silencio, ni siquiera habían encendido el estéreo. Pedro ya se sentía realmente muy incomodo.

Pedro: Estas re callada gorda.
Pau: Si, estoy pensativa.
Pedro: ¿Se puede saber en qué pensás?
Pau: No, por ahora no.
Pedro: Dale, quiero saber. ¿Hay algo que te tiene preocupada?
Pau: Ajam.
Pedro: Em, ¿algo que paso en estos días?
Pau: Podría decirse.
Pedro: Dale, contame. Quiero que estemos bien.
Pau: Estamos bien.
Pedro: Bueno, está bien. Cuando quieras me podes decir, no me voy a enojar si tenes alguna crítica hacia mi o algo así…

Pau bajo la mirada, asintió y no volvió a hablar por largo rato, para su suerte le sonó el celular, podría entretenerse con eso en lo que quedaba del viaje.
La que le mandaba mensajes era Valen que tenía noticias para su amiga, pero se negaba a contarle por mensaje, Pau cada vez se ponía mas ansiosa, quería saber de qué se estaba perdiendo en la vida de Valen por lo que la llamo.

(Conversación telefónica)

Valen: ¡¡Hola Pochi!!
Pau: Hola Valen. ¡¡Contameee YA!!
Valen: Me haces reír gorda. (Pau podía escuchar sus risas desde que la atendió) Pero no te puedo contar ahora. (Eso último lo dijo bajando la voz)
Pau: ¡Ay! Sabes que odio esperar.
Valen: Y bueno, no te va a quedar otra. ¿Cómo la están pasando ustedes?
Pau: Bien. (Fue lo único que comento)
Valen: Mmm, se me hace que paso algo… No pelees a Pepe por boludeces, eh.
Pau: Te juro que no es tan boludez.
Valen: Creo que cuando vuelvas sale juntada con Jose si o si… ¿No? (Bajando la voz de nuevo continúa la frase) Tenemos que ponernos al día.
Pau: Si, la verdad. Ay nena me dejas muy intrigada…. ¿Con quién estas?
Valen: Con Herni, Santi y Jose.
Pau: Ah, o sea que alguno de ellos no puede escuchar lo que me decías en voz baja. (Deduce)
Valen: Basta nena, cuando volvés te digo.
Pau: Esta bien. Mandale besos a todos.
Valen: Les mando. Vos mandale a Pedro y no le pelees por boludeces.
Pau: Ya me dijiste eso.
Valen: Bueno, pero para que te quede bien grabado.
Pau: Okey, nos vemos el lunes Val. Besote. Te amo amiga.
Valen: Besos a los dos. Te amo más.

Cortó la comunicación y deja su celular en la cartera. Le dejo los saludos de Valen a Pedro y le comento que estaban todos juntos. Por suerte ya estaban llegando a destino, Pedro quería hablar con Pau si o si antes de irse a dormir, no soportaba verla así de callada, de seria… Ella no era así, y estaba casi seguro de que si estaba así era por algo que había hecho o dicho él…
A penas llegan Pau se mete en la ducha, ya tenía frio y quería ponerse ropa limpia y calentita. Pedro se encarga de bajar las cosas del auto y de ponerle comida y agua a Moro, luego de hacer todo eso como todavía Paula no salía del baño se sienta en el sillón y prende la televisión y obviamente busca algo en algún canal de deportes para ver.
Ya casi se estaba durmiendo en el sillón cuando escucha un nuevo sonido, le habían cambiado el canal y Pau estaba sentada a su lado con el cabello húmedo aún.

Pedro: ¿Hace mucho estas acá?
Pau: No, recién me senté. Perdón, cambie porque te vi dormido. (Le alcanza el control remoto)
Pedro: No pasa nada. (Le sonríe) ¿Ya hay agua caliente?
Pau: Creo que sí.
Pedro: Bueno, me voy a duchar y vengo.
Pau: Bueno, yo me quedo acá mirando la tele.

Mientras miraba muy entretenida el programa de moda que había encontrado en el cable el celular de Pedro comenzó a sonar. “Otra vez sin que esté él” pensó ella, se levanto del sillón y busco el celular, esta vez se trataba de una llamada no de un mensaje como había sido en el restaurant, pero lamentablemente se trataba de la misma persona. ¿Qué hacia esa tal Natalia llamando a su novio? ¡Más bronca no podía tener! Si o si cuando saliera su novio del baño le iba a pedir explicaciones de alguna forma… Era obvio que la llamada si la había visto. Dejo que termine de sonar, ni toco el teléfono y se quedo esperando que salga de la ducha su novio.

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Ameeeen a Natalia (? ajajajajaja

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Capitulo 130 ♥


El sábado, cuando Pau se levanta seguía sola en la cama, no entendía por qué su novio no había ido a dormir allí si ella era la que estaba enojada o cortante. Todavía no entendía por qué Pedro no le había mencionado nunca a Natalia. ¿Le escondería algo? Siempre había confiado ciegamente en él pero tenía miedo. ¿Podría serle infiel? ¿Después de haber luchado tanto y dejado atrás una fuerte amistad por esa relación se animaría a arruinarla así? Todas esas preguntas y más pasaban por la mente de Paula.
Pedro no había decidido no dormir con su novia por una razón en especial, simplemente se había quedado dormido en el sillón y concilio un suelo tan profundo que no se despertó en toda la noche. Esa mañana cuando despertó  le dolía un poco el cuello y se sentía mal por haber dejado sola a Pau en la habitación sabiendo que la noche anterior estaba un poco (creía que solo un poco) enojada con él… Por eso preparo un desayuno para ambos y lo llevo a la habitación en una bandeja. Cuando entro ella seguía acostada pero ya estaba despierta.

Pedro: ¡Buen día! ¿Cómo durmió la más hermosa?
Pau: Mal.
Pedro: ¿Por qué amor?
Pau: ¿Por qué no viniste?
Pedro: Me dormí en el sillón. Perdoname, no lo hice apropósito. Como no me gustó haberte dejado sola te prepare un rico desayuno para traerte a la cama y que me perdones.
Pau: Gracias.  (Sonríe a penas)
Pedro: De nada.

Ella le hace un lugar a su lado en la cama y Pedro allí se sienta, pone la bandeja del desayuno en sus piernas y le pasa un mate a su novia.

Pedro: ¿Muy mal dormiste? (Haciendo puchero)
Pau: Mmm, no, no se.
Pedro: ¿Me perdonas?
Pau: No pasa nada Pedro.
Pedro: Ay desde ayer que estas re cortante. ¿Me decís qué pasa?
Paula: ¡Basta nene! Nada dije. (El mal humor de la noche anterior se había acrecentado esa mañana e intento levantarse.)
Pedro: A mí me vas a tratar bien querida. (Dejo la bandeja del desayuno en la mesita de luz y la tomo de un brazo para que no se vaya)
Paula: Ay Pedro. ¿Qué te pasa? (Tratando de soltarse)
Pedro: Que no me gusta estar tan distante con vos.

Al decirle eso llevo sus manos a las mejillas de ella y la beso, ella se mantuvo quieta pero no le devolvió el beso. Pedro seguía sin entenderla pero estaba dispuesto a que afloje un poco. Le soltó la cara pero no se alejo, sino que al contrario se acerco más a ella y comenzó a besarle el cuello con mucha pasión.

Paula: No quiero Pedro.
Pedro: Yo no dije que hagas nada.
Paula: Pero sé donde queres llegar.
Pedro: Solo quiero que aflojes un poco.

Pau seguía cual estatua pero por dentro estaba completamente movilizada, su estomago comenzaba a llenarse de cosquillas mientras él le besaba el cuello de esa manera y por eso lo detuvo, para no terminar cediendo.

Pau: Basta.

Pero Pedro sin darse por vencido volvió a los labios de su novia, besándola con mucha suavidad, también paso sus manos por debajo de la remera haciéndole suaves caricias en la espalda. Paula no aguantaba más, una electricidad ya conocida le corrió toda la columna vertebral y comenzó a responderle el beso a Pedro.
Él, viendo su reacción comenzó a levantarle la remera de a poco pero Paula se distancio.

Paula: Te dije que eso no quería.
Pedro: Perdón, es que me podes completamente. En serio que me encantas y me movilizas mucho nena.
Paula: (Riendo, ya un poco más suelta) Sos un tarado.
Pedro: Este tarado quiere aunque sea un besito más.

Lo besa una vez más y continúan el desayuno. Pedro le propone aprovechar que se habían levantado relativamente temprano e ir al faro de punta rasa, el lugar donde se habían puesto de novios. Pau acepto enseguida.
Pedro se puso contento porque seguramente allí terminaría de ablandarla. Fue hasta el almacén que estaba cerca de la casa en la que se alojaban y compró pan y fiambre para almorzar luego en la playa, mientras Pau arma un mini bolsito con abrigo para ambos y agua y comida para Moro, lo puso en el baúl del auto junto con la carpita de playa y una lonita.
Cuando Pedro llego del almacén se subieron al auto y emprendieron camino a San Clemente por donde tenían que entrar para ir al faro. Fueron charlando en el viaje, pero Pau no se olvidaba de Natalia... Por ahora había decidido esperar a que Pedro la mencione en algún momento y preguntale ahí quién era, no quería ser tan desconfiada, el jamás había dudado de ella o al menos, si así había sido, no se lo había dicho... Rogaba que se trate otra prima como Rocío o una tía, lo que sea menos una amiga que nunca se la había presentado, porque justamente eso, que nunca se la haya presentado le haría sospechar que había alguna razón, no muy linda, como para ocultar a esa chica de el conocimiento de ella. Ahora se arrepentía de no haber leído el mensaje, porque por eso ni siquiera sabía qué relación podía tener con Pedro.
Cuando paso una hora de haber salido de Costa del este ya estaban ubicados en la playa del faro, tenían la intención de poder quedarse hasta el atardecer para poder ver al sol ponerse en el mar, como solo en esa playa era posible (de la costa atlántica era la única, en el mundo hay miles), esperaban que el clima los acompañe, si hacía mucho frío o se largaba a llover muy fuerte iban a tener que irse.
Armaron la carpita, y se sentaron dentro de ella para comenzar a preparar los sanguchitos. Mientras almorzaban Pau no dejaba de reírse mirando a Moro que corría de un lado a otro por toda la playa tratando de atrapar a las gaviotas que bajaban en busca de comida.

Pau: Se cree un cazador el tontito. Lo amo. Mira como corre. (Comentaba entre carcajadas)
Pedro: Es un payaso.
Pau: Es un hermoso.
Pedro: Che, Pauli… Ya que estas así, contenta, risueña… ¿Me contas que te pasaba anoche y esta mañana que estabas distante?
Pau: ¿No se te ocurre nada?
Pedro: No, por algo te pregunto. Decime, porfa.
Pau: No, ya fue. No da. Si no me pongo de mal humor de nuevo.
Pedro: Pero por lo menos decime si es por algo que hice yo, así puedo evitar hacerlo y que te moleste de nuevo.
Pau: Te dije que nada. No importa, dejala ahí. No quiero hablar.
Pedro: Okey, está bien. Pero quiero que sepas que si alguna vez te molesta algo de mi me lo digas directamente, así puedo evitarlo o charlarlo o modificarlo…
Pau: Esta bien, gracias.

Pau se levanto de su lugar, otra vez con muchísimo mal humor. Si se había olvidado de todo por bastante rato y ya estaban bastante bien… ¿Por qué tenía que recordárselo? ¿Le gustaba verla enojada?
Guardo las cosas que habían utilizado para almorzar, se despejo un poco de las preguntas de su novio evitándolo por bastante rato y tratando de remontar su buen humor se puso a jugar con Moro, rápidamente Pedro se unió a los juegos de ellos y durante gran parte de la tarde se la pasaron corriendo, riendo, disfrutando los tres juntos.

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Me aman, ¿no? jajajajja Yo si los amo (? jajajaja

Buenas noches... Acá les cumpli con los dos caps de hoy!!

MUCHISISISISISIMAAAAAS GRACIAS A @JULIAMORCIEGO POR AYUDARME A DARLE EL ULTIMO VISTAZO A ESTOS CAPS <3 TEEEEEE QUIERO ♥ 

Capitulo 129 ♥


Por la noche se vuelve a formar otra tormenta muy ventosa y esta vez también eléctrica, tanto ruido logro despertar a Pedro, se acomodó para volver a dormirse pero la vio a Pau toda acurrucada y destapada, seguro muerta de frío, se levanto y la tapo bien para ahora sí continuar durmiendo. Paula se movió un poco acomodándose y lo abrazo, en esa misma posición, agarrada fuertemente al torso de su novio, se despertó al otro día cuando el sol que entraba por la ventana le empezó a dar en los ojos. Por suerte se había despejado un poco, parecía que el viento finalmente había conseguido arrastrar a las nubes hacia otro lugar.
Se desperezo y a penas bajo los pies pudo sentir que Morito se los lamió.

Pau: Moro, no hagas eso. (Riendo)

Lo agarro en brazos y se lo llevo a la cocina con ella, así no despertaba a Pepe mientras ella preparaba el desayuno. Encendió una hornalla y puso agua a calentar en la pava para tomar unos ricos mates con su novio, también cortó un budín, el cual habían comprado el día anterior y lo puso en un plato. Mientras limpiaba el mate para ponerle yerba nueva sintió unas manos en su cintura, primero se asusto pero luego acaricio las manos con ternura, sabiendo que solo podía tratarse de Pedro. Se dio vuelta con una sonrisa en su rostro y le deposito un rápido beso

Pau: ¡Ay Pedro! Me asustaste.
Pedro: (Riendo y con su mejor cara de dormido) Perdón, solo quería abrazarte.
Pau: Es que siempre venís tan silencioso… (Lo abrazo y luego lo beso) Buen día mi amor, que carita de sueño.
Pedro: Buen día hermosa. ¿Dormiste bien?
Pau: Si, re profundo. Ni siquiera me acuerdo cómo llegue del sillón a la cama. Habré ido re sonámbula, ¿no?
Pedro: (Riendo) No, en mis brazos fuiste.
Pau: ¿De verdad?
Pedro: Si, te dormiste viendo la peli y te lleve.
Pau: ¡Que tierno! Gracias. (Volvió a besarlo)
Pedro: Que pinta tiene ese budín. (Miro el plato que se encontraba sobre la mesada)
Pau: Si, te iba a llevar todo a la cama para sorprenderte y me sonaste.
Pedro: Gracias linda, no importa, igual lo vamos a comer.
Pau: Obvio. ¿Desayunamos acá? (Tomo una silla de la mesa que estaba en la cocina y amagó a sentase pero Pedro la interrumpió)
Pedro: ¡No! ¿Vamos afuera? Ahí, a la galería de la casa.
Pau: Dale. Aprovechemos el solcito que hay ahora. Espero que dure todo el día.

Entre los dos llevan las cosas necesarias para el desayuno a la galería y disfrutan de los mates y el budín allí, como el clima los acompañaba en este nuevo día que pasaban en Costa del Este, decidieron ir a la playa antes de comer para disfrutar un poco del mar antes de que llueva de nuevo. Esperaban que el tiempo se mantenga así de lindo pero nunca se sabe.
Para suerte de los dos y de Moro también, el día se mantuvo hermoso y pudieron aprovecharlo tomando un poco de sol en la playa por la tarde. Pedro, que era más corajudo en cuanto a hacerle frente al frío, también se metió al mar. Después de disfrutar un rato entre las olas salió y corrió hacia la carpita que habían armado cuando llegaron, desesperado por una toalla. Allí estaba Pau sentada con Moro, ella enseguida se levanto, lo cubrió con una y lo abrazo para pasarle su calor.

Pau: Sos un loquito vos. ¡No hace tanto calor como en el verano!
Pedro: Bueno, pero tampoco hace frío, además así me das calorcito vos.
Pau: Vos te queres aprovechar de mí.
Pedro: ¡Eso siempre!
Paula: ¡Pedro! (Separándose de él lo suficiente para golpearle el hombro)
Pedro: ¡¿Qué Paula?! (Riendo e imitando su forma de hablar)
Paula: Nada, que sos un tonto.
Pedro: El tonto que más te ama.
Paula: Que chamuyero estas hoy.
Pedro: ¡Mentira! Solo estoy siendo sincero.

Paula lo vuelve a abrazar y así lo lleva hasta la carpita donde ambos se sientan en el suelo y comienzan a besarse y mimarse.

Pedro: ¡Ay! ¡Te amo, te amo, te amo!
Paula: Yo más.
Pedro: Amo que podamos tener estos momentitos juntos, alejados de todo y de todos.
Paula: Si, tal cual. Fue muy buena tu idea de venir acá amor.
Pedro: Y si… Si soy un genio yo.
Paula: Bueno genio, no quiero ser corta mambo, pero vamos yendo que ya es tarde y me está agarrando frío a mí, no sé cómo haces vos para aguantarte.
Pedro: Ya te dije que con vos siempre tengo calor.
Paula: (Ríe a carcajadas) Me haces reír tarado, dale. Ayudame a juntar las cosas y vamos.

Al ratito ya estaban en la casita de nuevo, Pau se mete al baño primera para ducharse y prepararse para esa noche que irían a comer a algún lugar por el centro, al menos eso le había propuesto Pedro.
Luego se ducha él y efectivamente salen a cenar. Encuentran un restaurant con más pinta a barcito que a restaurant pero era lindo lugar y parecía que tenían buena comida ya que había mucha gente en el local, encargan salmón a la parrilla para los dos y lo acompañan con un sabroso vino blanco. Cómo era Viernes Santo no debían comer carne y por eso la elección del pescado.
Mientras esperaban que traigan el pedido Pedro se levanto de la mesa y fue al baño. Pau aprovecho el momento a solas para mandarles un mensajito a Valen y otro a Jose contándoles que la estaban pasando bárbaro y preguntándoles a ellas cómo estaban. No recibió respuesta de ninguna en ese momento pero si comienzo a sonar el Blackberry de su novio, el cual había dejado sobre la mesa justo frente a ella. Pensando que seguramente se trataba de alguno de los chicos lo tomo y se fijo, pero enseguida su rostro pasó de tener una sonrisa grabada por los lindos días que estaba pasando con Pepe a una seriedad total ante lo que leía.
El mensaje que acababa de llegarle a su novio era de una tal “Natalia”… Al verlo su mente viajo precisamente al día que, buscando ropa en la casa de su novio encontró una bolsa con un regalo para Pedro de parte de esa misma chica, según había leído en la tarjetita que llevaba la bolsa.
Como en ese momento vio que su novio salía del baño que quedaba en la otra punta del restaurant, sin leer el mensaje lo marco como leído y dejo el teléfono donde lo había encontrado con anterioridad.
Obviamente él vio que lo había agarrado y cuando llego la interrogo.

Pedro: ¿Llamo alguien gordi?
Paula: No, te llego un mensaje. Pero lo estaba por ver y justo venias, por eso lo deje.
Pedro: Ah, bueno. Después me fijo.
Paula: Pero fijate, por ahí es importante. (Quería ver la reacción en la cara de él cuando lea el nombre del destinatario del mensaje, si se ponía contento, se preocupaba o qué.)
Pedro: A ver… (Toma el teléfono y sonríe al instante. Con mucha alegría responde el mensaje)

Paula muere de celos y de bronca, continúa seria pero no hace ningún comentario, enseguida llego el mozo y le trajo la solución a sus pocas ganas de hablar… Mientras comía era lógico que no quiera conversar tanto. Pedro se dio cuenta que estaba más distante, a su novia ni la comida la callaba tanto… Pensando que tal vez se trataba de cansancio no la interrogo al respecto.
Terminaron la cena y caminaron por la peatonal, Pau disimulaba su mal humor mirando cada vidriera que encontraba en su camino evitando así, las extensas conversaciones que podría entablar su novio. Pedro le propuso caminar un rato por la playa ya que el cielo estaba estrellado esa noche, Pau acepto pero después se arrepintió de haberlo hecho, en la playa todo era silencio, solo se escuchaba el sonido de las olas rompiendo en la costa y al no tener ninguna vidriera, ni más gente caminando alrededor de ellos que los pueda interrumpir no le quedaba otra que hablar y responder cada pregunta que Pedro le hacía, igualmente todas las respuestas eran lo más cortante.

Pedro: Eu, gordi, ¿te pasa algo? (Le pasa un brazo por su hombro para caminar abrazados)
Pau: Nada Pedro.
Pedro: Mmm, no te creo.
Pau: En serio te digo.
Pedro: Estas media cortante.
Pau: Te dije que no me pasa nada.
Pedro: Bueno.
Pau: (Sacando la mano de Pedro de su hombro para cambiar de dirección) Volvamos a casa.
Pedro: Esta bien. (Se queda preocupado, no la entendía)

Caminan en silencio hasta la casa y Moro los recibe con alegría. A él, Pau lo saluda con todo el amor y le hablaba un montón. “Como si le fuera a responder algo” pensaba Pedro quien ya estaba enojado por la actitud de su novia que seguía ignorándolo todo lo que le era posible.

Pedro: ¿Me vas a decir que te pasa?
Paula: Nada, ya te dije.
Pedro: Bueno, me voy a mirar la tele al sillón. Si me queres contar ahí voy a estar.
Paula: Como quieras. Yo me voy a la cama.

Pedro se quedo profundamente dormido en el sillón, mientras que Paula en su cama acostada con Moro no dejaba de maquinarse, se hacia las mil y una historias de quien podía ser Natalia y por qué Pedro no le decía nada sobre ella… Si estaban de novios se suponía que había confianza entre ellos, le llamaba la atención que haya una mujer con la cual parecía que tenía una muy buena relación y no se la mencionaba.  
Esperaba que Pedro fuera a acosarse con ella, quería que en algún momento aparezca, de la cara, más le molestaba que ni siquiera se haga un poquito de cargo del enojo de ella e intente ir a arreglarlo, y que él no haga presencia en la habitación hacia que su mal humor crezca más aún. Tenía mucha bronca, había confiado muchísimo en él cuando cambiaron la relación de amistad a noviazgo, se sentía un poco defraudada. Finalmente, bastante tarde y luego de muchas vueltas cayo rendida, dormida.

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El primero de hoy. Disfruten! (? jajajaa

lunes, 24 de diciembre de 2012

Capitulo 128 ♥


Entraron casi corriendo a la casa y enseguida cerraron la puerta de la habitación para que Moro no vaya a secarse arriba de la cama. Pedro fue al baño y agarra toallas para todos. Le tiró una a Moro al piso para que se seque con ella, le paso una a su novia y con otra se seco él.

Paula: Ay. (Tiritando) ¡Encima estaba congelada el agua!
Pedro: Si, re fría. Mejor nos bañamos, ¿no? Así entramos en calor.
Paula: Si, la única que falta es que nos enfermemos.
Pedro: Ahí abro bien el agua calentita y vos anda preparando ropa seca así nos metemos juntos y no tomamos más frio.
Paula: Genial. Ahí voy.

Mientras Pedro se fijaba que el termo-tanque haya estado encendido y contaran con agua caliente, Pau buscaba una muda para cada uno de ropa seca y la dejaba lista sobre la cama.
Una vez que termina de acomodar la ropa se encamina al baño y al abrir la puesta lo ve a su novio ya entrando a la ducha.

Pau: Ah, esperame cuando quieras eh.
Pedro: Tardabas y tengo frío. Dale, vení, que vos tenés la piel de gallina también.
Pau: Si, estaba helada la lluvia. (Dice mientras comienza a desvestirse) ¿Me tenes que mirar así de fijo mientras me saco la ropa? Me intimidas.
Pedro: Ay, dale Pau, si te vi mil veces.
Pau: Me da vergüenza, metete que ahí voy.

Pedro le hizo caso y se metió a la ducha cerrando la mampara tras de sí, al rato Pau la abrió e ingreso ella también, él enseguida le hizo lugar para que el agua los golpee a los dos.
Pau sentía que le frío se iba de a poco y el calorcito del agua que le caía ahora sobre su cuerpo la reconfortaba. Con los ojos cerrados se relajaba y dejaba que el calor, también formado por el vapor con el que se llenaba de a poco el baño, invada su cuerpo. Así, con los ojos cerrados también sintió que Pedro le corría con suavidad los pelos de su rostro, luego sintió como se acercaba y comenzaba a darle besos en su cuello colocándole las manos en sus mejillas.

Pau: ¿No era solo una ducha para entrar en calor esto?
Pedro: Si, por eso mismo. ¿Qué mejor forma para entrar en calor que así?

Ella no respondió pero tampoco se movió por lo que Pedro continuó con su recorrido de besos para llegar desde el hombro hasta la boca de su novia y comenzar a besarla con mucha más pasión sobre sus labios, ella enseguida respondió el beso y lo tomo del cabello para acercarlo e intensificar el mismo. Pepe la abrazo y comenzó a acariciar toda la longitud del cuerpo de su novia.

Pedro: (Se aparto un poco para poder hablarle) ¿No es más lindo entrar en calor así?
Pau: Si, puede ser.
Pedro: ¡¿Cómo que puede ser?! (Le recrimino y se termino de separar, haciéndose el ofendido)
Pau: ¡Ninguna maneja mejor existe, tontito! (Le dijo lanzándose sobre él para volver a besarlo)

Ahora la pasión no la detenía nada, ni el ruido del viento y la lluvia afuera, ni el poco espacio que había en ese baño, nada de nada.
De estar temblando a causa del frío terminan temblando de tanta pasión que recorría sus cuerpos. Luego de muchos mimos y caricias Pau enrosco sus piernas alrededor de la cadera de su novio y volvieron a unirse en cuerpo y alma una vez más. Parecía ayer cuando habían comenzado esta relación de pareja y dejado atrás la de amistad, pero cuando estaban juntos se notaba que en ese tiempo transcurrido ambos habían aprendido qué era lo que hacía al otro disfrutar más y llevaban todo a la práctica en cada uno de sus encuentros de amor.

Pau: (Saliendo de la ducha, aún agitada) Te amo tanto.
Pedro: (Saliendo detrás de ella y envolviéndola en una toalla para luego taparse él con otra) Y yo más hermosa mía.
Pau: Toda tuya. Y vos todo mío, ¡eh!
Pedro: Pero obvio, ¿lo dudas?
Pau: No, pero es lindo que me lo aclares.
Pedro: (Tomándola por la cintura y acercándola para hablarle bien cerca de su boca) Todo tuyo y SOLO tuyo. (La besa nuevamente)

Juntos van a la habitación y se visten, Pau se encarga de terminar de secar a Morito y acomodarle una mantita en un rincón para que duerma allí más calentito. Pedro se sienta en el sillón y enciende la televisión, lamentablemente como contaban con antena satelital la señal se había interrumpido por la tormenta.

Pedro: Bueno, con esta lluvia, sin tele, los dos solos, no va a quedar otra que volver a repetir lo de la ducha.
Paula: (Riendo) Sos terrible. Después lo repetimos las veces que quieras pero ahora tenemos que estar atentos a ver cuando para un poco de la lluvia e ir a comprar comida al centro. No tenemos nada y si no comemos no recargamos energías para seguir con tus ideas.
Pedro: Es verdad, necesitamos la comida si o si, y recargar energías si o si.
Paula: (Riendo nuevamente) Pareces desesperado nene.
Pedro: Es que me volver loquito. (Acercándose a ella que se había sentado a su lado en el sillón y comenzando a besarla.
Paula: Mmm, para gordo, mira, ya paró un poco la lluvia. Vayamos y después seguimos.
Pedro: Ok, mas te vale. Sino te secuestro.
Paula: Te prometo que no va a hacer falta.
Pedro: Genial.

Terminan de acomodar las valijas con rapidez para no dejar nada a la vista antes de salir, la casa era bastante segura, tenían llave de las puertas y las ventanas trabas, pero nunca se sabe, siempre hay algún amigo de lo ajeno dando vueltas por ahí.
Con las cosas necesarias para comprar, se suben al auto llevando también a Morito que todavía no estaba muy acostumbrado a esa casa como para quedarse solo, Pau tenía miedo de que haga pis sobre algún mueble de madera o rompa algo.
Una vez que realizan las compras necesarias vuelven a la casita y Pau pone manos a la obra para preparar la cena.
Por suerte la señal de televisión había vuelto y Pedro estaba sentado en el sillón mirando un partido de futbol.
Comen una tarta de verdura que Pau preparo con mucho amor y se sientan los dos en el sillón en busca de una película, por suerte enseguida encuentran una que les parece entretenida. Antes de la mitad de la misma Pau se queda profundamente dormida sobre el hombro de su novio. Pedro la levanta y ella ni mosquea, la lleva en andas hasta la cama y se acuesta a su lado para también conciliar el sueño.
No habían llegado a lo que Pedro tenía ganas de hacer pero tenerla a su lado dormida y con esa cara de paz que tenia lo llenaba completamente de amor, era muy feliz a su lado y esperaba poder tenerla con él para el resto de sus días. 

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Feliz navidad a todos!!!!! :)
Que disfruten esta noche con mucho amor y rodeados de amigos o familia.
Les deseo lo mejor.