Pau
terminaba de repasar por decima vez en la noche la lista de las cosas que se
quería llevar a la costa mientras miraba en el bolso para que nada le falte, por
suerte después de tantas interrupciones logro terminarla a tiempo para tenerla
mientras armaba el bolso.
Pedro,
recostado en la cama de su novia la esperaba para dormirse con ella y así al
otro día emprender juntos su viaje de amor a la costa, él había armado el bolso
el día anterior y ya lo tenía preparada junto al de Paula para subirlos al baúl
del auto a la mañana.
Paula:
Bueno, creo que no me olvido nada. (Sentándose en la punta de la cama)
Pedro:
¿Te parece que te puede faltar algo? ¡Mira el bolso gigante que llevas gorda! (Levantándose
para sentarse junto a su novia)
Paula:
Es que no puedo sacar cosas, empiezo a pensar y siempre encuentro un “por las
dudas lo llevo”.
Pedro:
Sos terrible, me mata porque hasta una lista te hiciste, no podes ser tan
perfeccionista.
Paula:
Bueno che, tampoco la pavada. Pero si, debo admitir que me gusta que salga todo
perfecto. ¿Vos te llevas suficiente ropa? Es re pequeño tu bolso.
Pedro:
¡l tuyo es muy grande! (Riendo) Si, ayer cuando volví de trabajar que primero
pase por casa guarde todo.
Paula:
Ah pero 15 minutos tardaste. Más vale que no te olvides de llevar nada.
Pedro:
No tranquila, con llevarte a vos me alcanza y sobra.
Paula:
Más dulce sos. (Le da un pico y se vuelve a levantar de la cama tomando la
lista otra vez)
Pedro:
No vas a repasarla de nuevo.
Paula:
Si, una vez y listo. Te lo prometo.
Pedro:
No, una vez nada…. ¡Vení para acá! (Se levanta y la toma del brazo para
recostarla en la cama) Ya la controlaste miles de veces, ¿Por qué no relajas un
poquito a tu novio ahora que mañana tiene que manejar? (Le dice mientras se
situaba arriba de ella y comenzaba a darle besos en el cuello)
Paula:
Si me olvido algo…
Pedro:
(Interrumpiéndola) Si, va a ser culpa mía. Shhhh. (Y ahora la besa en su boca)
En
pocos minutos ambos se despojan de la ropa que tenían puesta entre mimos y
besos, y se unen en cuerpo y alma, disfrutándose, amándose. Pedro logra
distraerla y relajarla, y él también disfruta con ella esa noche, como cada vez
que estaba con ella, para poder arrancar las mini vacaciones con una enorme
sonrisa grabada en su cara.
A
la mañana siguiente saldrían muy temprano para poder disfrutar todo el día
jueves ya en la costa y alargar esas vacaciones lo más que era posible.
Seis
de la mañana ambos seguían en la cama abrazados y durmiendo profundamente
cuando el despertador comienza a sonar. El primero en despertarse es Moro quien
con mucha picardía se había acostado entre las piernas de los dos, era un perro
muy mimoso y le gustaba estar siempre pegado a sus dueños. Como el despertados seguía
sonando y nadie se movía, Morito se inquieta y saltando entre brazos y piernas
llega hasta la cara de Pau, le chupa toda la cara y ella enseguida se depierta
y riéndose por la situación lo agarra y se lo pone encima a Pedro quien al
sentir la humedad en su cara causada por los besos de Moro se levanta
sobresaltado.
Paula
no dejaba de reírse de la situación.
Pedro:
¿Por qué lo subiste loca? ¡Me asuste!
Paula:
(Todavía riendo) No lo subí yo, se subió solo y me despertó con besitos y quise
que te bese a vos también.
Pedro:
¡Que personaje es este perrito! Igual me gustan más tus besos.
Paula:
¡Menos mal! (Se le tira encima y le da muchos y pequeños besos por todo su
rostro)
Pedro:
¡Que linda arrancar el día así! Te amo.
Paula:
Yo más. ¿Arrancamos?
Pedro:
Arranquemos. (Se levanta y busca la ropa que había dejado doblada sobre una
silla para usarla en el viaje, y se cambia)
Paula
también se levanta, va al baño se viste y prepara todo para ir tomando mates
por el camino. La tarde anterior había comprado facturas así que ya tenían desayuno
listo. Mientras ella armaba un bolso con el termo, mate, comida y demás, Pedro subía
al auto el bolso de Pau, el de él y el de Moro… Si, Paula le había armado un
bolso al perro también aunque Pepe le había dicho que era una boludez.
Pedro:
Ya está todo listo en el auto.
Paula:
Genial, yo ya pongo el agua caliente en el termo y vamos.
Pedro:
Buenísimo. ¿Dónde está la correa de Moro? Así lo voy agarrando.
Paula:
Em, está colgado en el perchero de al lado de la puerta.
Pedro:
Ahí lo busco. ¿Y Moro? ¿Dónde se metió?
Paula:
Debe seguir durmiendo en la cama.
Pedro:
Quisiera ser el. Se la pasa durmiendo y es el más mimado por vos.
Paula:
¡No te vas a poner celoso del perro!
Pedro:
Mmm, no sé.
Paula:
(Corriendo hacia él y trepándose cual koala) Que tarado que sos. Te amo.
Pedro:
(Riendo) Yo más. Dale, saca el agua que se va a hervir.
Paula:
Dale. (Se baja y termina de preparar las cosas)
Una
vez todos en la camioneta, Pedro sentado en el lugar del conductor, Pau en el
de acompañante y Moro durmiendo en el asiento de atrás comienzan el viaje.
Una
vez que doblan la esquina y emprenden camino hacia la subida a la autopista
Pedro frena arrimándose a un cordon y Pau le pregunta que le pasó, mirándolo extrañada.
Pedro:
¡Me olvide los CD’s! Sin música no puedo viajar.
Paula:
Sos terrible, te fije anoche que te fijes si tenias todo. Menos mal que hicimos
dos cuadras no más. Dale, volve.
Una
vez con los CD’s de Pedro en el auto toman el camino hacia su fin de semana en
la playa ya sin detenerse a no ser que alguien deba ir al baño o quieran
comprar algo por el camino.
En
un momento le pide a Pau que tome el CD de los Auténticos Decadentes, lo ponga
y pase hasta la canción número 5, ella hace exactamente lo que su novio le pedía
y en ese momento comienza un mini recital de Pepe dedicándole la canción a su
novia…
Pedro:
Escuchala con atención, es el comienzo de este amor.
Y
le canta a la par que los autenticos…
Basta de fantasía
Me gustas tanto
Me gustas tanto
Me gustas tanto
Me gustas tanto
Ya no
te hagas la viva
Te gusto tanto
Te gusto tanto
Te gusto tanto
Te gusto tanto
Si te
vieras como te veo
Tan rígida y tan superada
Dejarías a un lado el miedo
Ahí nomás, nomás
Tan rígida y tan superada
Dejarías a un lado el miedo
Ahí nomás, nomás
Veo,
veo que no te movés de acá,
Veo, veo que vos ya
No podés más
Veo, veo que vos ya
No podés más
Veo,
veo, tanto miedo
Veo, veo
Veo, veo
Cálida
tu mirada
Te vas soltando
Te vas soltando
Y sin decirme nada
Me dices tanto
Me dices tanto
Te vas soltando
Te vas soltando
Y sin decirme nada
Me dices tanto
Me dices tanto
Si te
vieras como te veo
Tan tímida, tan controlada
Dejarías a un lado el miedo
Ahí nomás, nomás
Tan tímida, tan controlada
Dejarías a un lado el miedo
Ahí nomás, nomás
Veo,
veo que no te movés de acá,
Veo, veo que vos ya
No podés más
Veo, veo que vos ya
No podés más
Veo,
veo, tanto miedo
Veo, veo.
Veo, veo.
Paula:
(Mordiendo su labio inferior y al borde de la emoción) Sos tan dulce, gracias.
Y es verdad, soy tímida al principio. Me cuesta demostrar los sentimientos de
amor. (Riendo con las mejillas rosadas) Ya me ruborizo de nuevo, mirame. Igual
estoy más suelta, ¿no?
Pedro:
Mucho más suelta. Vamos confiando más intimidades y me encanta. Igual tu
timidez me encanta también…
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En este vídeo (que les dejo a continuación) Pedro le canta esa canción a Pau en La Cocina Del Show 2012…. Minuto 7:20 aproximadamente. ¡Que disfruten!
Y acá estoy!! Volviendo a subir Vuelteros!! Espero les guste el capitulo y ya no me desaparezco más por tanto tiempo. Ya termine de rendir todo en la facu, por suerte me fue bastante bien y comienzo a disfrutar de mis vacaciones y de hacer las cosas que más me gustan con total libertad, como es escribir.
Los quiero!! Gracias por el aguante!!
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