Capitulo 123 ♥

Paula dormía plácidamente con Moro a su lado quien le hacía compañía esa noche. A falta de novio… Perro. La noche anterior Pedro había salido a comer asado con sus amigos y jugar a la pelota, como volvía tarde decidió dormir en su casa para no molestar a su novia, Paula le había dicho que no tenía ningún problema de esperarlo para dormir con él, pero ante tanta insistencia de Pedro de que no quería molestarla, dejo que haga lo que quiera, y si, se había quedado media enojada por esa actitud de su novio.

Se despierta al escuchar su despertador sonando, manotea su celular que estaba en la mesita de luz para apagar la alarma y solo piensa en seguir durmiendo un ratito más. No podía despertarse, hacía el intento de abrir los ojos y se le volvían a cerrar. Solo con recordar una cosa encontró las fuerzas necesarias para levantarse de una vez: ¡Era viernes! Último día de la semana laboral.

Otra que cosa que le dio más fuerzas fue recordar que la semana que viene seria semana santa, por lo que a partir del jueves no debía trabajar y se irían de viaje con Pedro hacia la costa. Todavía no tenían nada alquilado, pero esa tarde si o si debían encargarse de conseguir algo.

Se desperezó y lo empujo sin querer a Moro que dormía a su lado quien le gruño, se acomodo nuevamente y siguió durmiendo.

Paula: ¡Que buena onda que sos eh! Es hora de levantarse para todos.

El perrito la ignoro y Paula se río de ella misma por estar hablándole a su perro como si tuviera la culpa de que ella tenga que madrugar.

Prende la cafetera, la cual ya tenía con agua y café en el filtro y la deja funcionando mientras se va al baño a prepararse para su día de trabajo.

Cuando vuelve a la cocina Moro estaba allí, ahora durmiendo en su almohadón pero al menos le hacia un poco de compañía con su sola presencia. Extrañaba mucho a Pedro, se había acostumbrado a dormir todas las noches con él, ya que desde hacía bastante tiempo que pasaban las noches en la casa de Pau o muy cada tanto en la casa de él.

Luego de desayunar ordena todo un poco y junta sus cosas en la cartera, saca su auto del garaje, por suerte iba con tiempo y no tendría que viajar apurada, pone un CD en el estéreo de su auto y sonriendo parte hacia la oficina.

Pedro por su parte, pospone su despertador todas las veces que le resulta posible, aún con los ojos cerrados y negándose rotundamente a despertar. Una vez que el despertador ya había sonado 4 veces, desiste de su idea de seguir durmiendo y se estira para despabilarse girando sobre la cama, buscando a Pau, cuando no encuentra a nadie a su lado abre los ojos y recuerda que anoche había vuelto a dormir a su casa.

En el partido de la noche anterior con sus amigos habían jugado a lo bestia por lo que le dolía todo el cuerpo, pero principalmente la rodilla, donde su hermano Fede la había dado una patada cuando intentaba evitar un gol de Pedro.

Se levanta como puede y quejándose de todos los dolores, después de tomar un vaso de jugo que tenía preparado en su heladera, se cambia y se dirige al trabajo con rapidez, seguro que llegaba tarde. Para colmo los viernes eran días atareados, su papá lo iba a matar.

 Paula generalmente todos los medios días a la hora de almorzar salía de la oficina hacia el bar de la esquina en compañía de alguna o algún compañero, pedía algo para comer y llamaba a su novio para ver cómo iba su día aunque siempre hablaban desde temprano por Blackberry Messenger. Este día fue una excepción, Pau seguía molesta porque anoche Pedro no había ido a dormir con ella y para colmo no se había dignado a hablarle por BBm por lo que ella tampoco, y desde luego que no lo llamaría al medio día.

Pedro ese medio día solo salió a buscar en la panadería que había a la vuelta de su trabajo un paquete de sanguchitos de miga para comer mientras seguía trabajando, estaba demasiado demorado con las cosas que debía hacer, todo por haber llegado tarde, por posponer tantas veces la alarma, cuando dormía con Pau eso no le pasaba, ella lo despertaba. ¡Pau! ¡Cierto! No le había hablado en todo el día, la recuerda y busca su Blackberry en el bolso y se dispone a llamarla.

Cuando Pau toma su teléfono en seguida cuando comienza a sonar y al ver de quien se trataba decide hacerse desear y atiende cuando la canción que tenía como ringtone ya estaba por el estribillo.

Pau: ¿Hola?

Pedro: Hola gorda, ¿Cómo andas?

Pau: Ah, Pepe… Bien. ¿Vos?

Pedro: Bien, medio dolorido. Fede anoche me pego una patada que me mato, y con mucho trabajo también, por eso no pude hablarte al chat antes. Perdón amor.

Pau: Si, está bien.

Pedro: ¿Seguís enojada? Dale, afloja Pau, yo también te extrañe mucho anoche, pero en serio que íbamos a dormir mejor así, llegue re tarde y cuando vuelvo de jugar al futbol estoy con todas las pilas, te iba a dar patadas dormido seguro.

Pau: Todo bien gordo, solo que no estoy del mejor humor.

Pedro: Mmm, ¿querés que te pase a buscar cuando salís?

Pau: No, está bien, vine con mi auto.

Pedro: Mmm, bueno, pero cuando llegas a tu casa preparate, ponete linda que salimos hoy a comer.

Pau: Pero, no tengo much…

Pedro: No te pregunte si tenías ganas. Dale, eh. Estate lista para las 20, que paso con mi auto, salimos a esa hora así si estas cansada volvemos temprano.

Pau: Esta bien. (Y dejo escapar una risa. ¡Pedro podía cambiarla de humor tan rápidamente!)

Pedro: Te amo linda. Me encanta escuchar tu risa, nos vemos esta noche y cualquier cosa nos hablamos por BBm.

Paula: Dale, nos vemos. Te amo a pesar de que me hagas enojar tanto a veces.

Pedro: Chau loquita. (Y cuelga)

Paula, ahora con una sonrisa en los labios termina de almorzar y vuelve a su trabajo. Por la tarde logra hablar un poco con su novio por el chat pero no muy fluido, ya que él estaba muy ocupado. Uno de los fotógrafos de la empresa no se había presentado desde la mañana en la oficina y no respondía ningún llamado, Pedro rogaba poder encontrarlo y que haga presencia esa noche en la fiesta que lo tocaba cubrir, ya que de lo contrario Pedro debería encargarse de las fotos de ese festejo de quince y no podría salir con Pau como había planeado.

Horacio: ¿Y? ¿Ubicaste a Luis?

Pedro: No, no sé que le puede haber pasado. Ya me preocupa.

Horacio: Si, es raro en él. ¿Y si vas hasta la casa? No vive muy lejos y ya son las 5 y media, de paso ya te vas a tu casa después. Avisame que onda este chico. La dirección está en aquel cajón, con los datos de todos los empleados. (Señalando un mueble al lado de la puerta de la oficina)

Pedro: Dale, ya voy.

Pedro busca la dirección y en su auto se encamina hacia la casa de Luis, cuando llega golpea la puerta y el fotógrafo con cara de cansancio y un aspecto no muy bueno le abre y lo hace pasar.

Luis: Perdón Pepe, estuve todo el día re descompuesto y mi celular se lo había llevado mi mujer en el auto cuando se fue a trabajar.

Pedro: Uh que bajón. Yo venía a verte porque te llamamos todo el día y no sabíamos nada de vos, y hoy tenias una fiesta.

Luis: Si, lo sé, pero ya estoy bastante mejor, mi mujer me trajo un remedio para tomar que me mejoro bastante.

Pedro: Ah, buenísimo. (Relajándose ya que podría salir con su novia como le había prometido) Arregla con Mati entonces, te toca ir con él.

Luis: Ah, buenísimo. Ahora me baño y me pongo en condiciones para laburar, y lo llamo. Nos vemos el lunes.

Pedro: Nos vemos. Que te mejores.

Con mucha felicidad llega a su casa y después de una ducha se viste para salir, como todavía faltaba media hora para las ocho, antes de pasar a buscar a Paula, sale caminando y busca una chocolatería para comprarle unos ricos bombones que sabía que le gustaban mucho, más ahora que el frío estaba volviendo.

Pau que ya estaba de mejor humo, llega a su casa y saluda con alegría a Morito quien estaba apurado por salir al patio a hacer sus necesidades, le abre la puerta y ella se dirige a prepararse para su cena.

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Capitulo dedicadisimo a mi AMIGA (con todas las letras) @MayBarrientos ♥ Te adorooooo corazón de melón (? jajjaa
Gracias por tantas cosas lindas vividas juntas a pesar de las distancias ;) ♥ Sos lo más! GRACIAS!