Paula llega a su casa híper relajada, no entendía muy bien cómo su
estado de ánimo había cambiado tanto en un solo día. Lo que si sabía es que se
lo debía absoluta y totalmente a Pedro.
Nunca pensó que Pedro iba a estar con ella en un momento así. Por
lo general los hombres cuando ven a una mujer llorar no saben cómo reaccionar,
se quedan paralizados. En cambio Pepe apenas la vio, la abrazo y supo
contenerla, esperar a que se calme para después entretenerla con tonterías,
hacerla reír, etc.
Definitivamente había pasado una hermosa tarde junto a él. Se dio
un baño, comió lo que encontró en la heladera y se fue a dormir, sin darse
tiempo a que le agarre el bajón de nuevo.
El domingo Pau se despierta cuando el reloj marcaba las 11:16 a.m.
no podía creer haber dormido tanto… Y sin sueños feos que la interrumpan.
Al instante recuerda que había prometido a su madre almorzar con
ella. Es así que se levanta, se cambia y se dirige directo a la casa de
Alejandra. No valía la pena desayunar a esa hora, si ya comerían.
Por el camino paró en una panadería y compro algunas facturas para
la merienda. Llego a la casa de Ale, golpeo la puerta. Salió a recibirla su
hermano.
Pau: Hola Gonza!! No te esperaba por acá!
Gonza: Ah bueno, si no querías que este me voy (haciéndose el
ofendido).
Pau: Callate tonti, vení, dame un abrazo. Cómo andas? (Ya entrando
al living de la casa de su madre)
Pau: Hola ma! Hola Delfi!!! Qué lindo los tres con mamá… (Abraza a
los 3 juntos).
Delfi: Ay Paula! Qué te pasa? Andas muy sentimental parece. Jajaja
Pau: Jajaja! Si, no sé que me agarro hoy…
Pero bueno che, si no los veo nunca se quejan, si los veo y los abrazo se
quejan! En qué quedamos?
Ale: Abrazooooooo!!! (Y los agarra a los 3
de nuevo)
Gonza: JAjajajaja! Parece que estoy es
contagioso Del, vamos a mirar la tele nosotros, a ver si nos contagian
Jajajjaa!
Se sientan en los sillones del living y se
ponen a discutir si dejaban el partido de tenis que quería ver Gonza o la
película que había encontrado Delfina.
Ale: Veni, Pau… No quiero que sean tres
gritándose, ayudame con la salsa vos.
Pau: Jajajajja! Son dos nenes! Dale,
vamos.
En la cocina.
Ale: Cómo andas Pau?
Pau: Todo bien ma, en serio… Lo re voy a
extrañar al tío pero la verdad que ayer Pedro me ayudo un montón a relajarme,
me dijo que por más que me ponga así de mal no voy a poder solucionar nada y que
al tío no le gustaría verme llorar así. La verdad que tiene toda la razón.
Su mamá le sonríe, pensando que si ella le
decía eso no le iba a dar la razón y seguiría amargada. Pero parece que lo que
dijera Pedro le importaba bastante.
Ale: Si, tiene razón, es verdad… Que buen
chico Pedro, no? Nunca lo conocí bien, pero es lo que parece.
Pau: Si, es re bueno. De chico siempre me
cayó re bien, es el más divertido de los chicos Jajaja! Pero ayer conocí otra
parte de él.
Ale: Ajam, que bueno que se conozcan
mejor, no? Y que sean vecinos…
Pau: A dónde queres llegar mamá?
Ale: Y no sé, por ahí harían linda pareja,
no? Es lindo también…
Pau: Em… No, ma. O sea, si es lindo. Pero
no, pareja no.
Ale: No sonaste muy segura Jajaja! Te
puedo dar un consejo?
Pau: A ver, decime…
Ale: Tomate el tiempo de conocerlo mejor,
no te niegues a sentir otra cosa, a ser más que solo una amiga.
Pau: Em, vos decis? Igual no creo que él
sienta otras cosas por mí.
Ale: Nunca se sabe. El tiempo lo va a
decir.
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