lunes, 20 de agosto de 2012

Capitulo 55 ♥


Pedro feliz por la confirmación a cenar de su chica, pone manos a la obra ya que quería sorprenderla con un lindo regalito. Le había dicho que en 30 minutos llegaba a su casa así que ese era el tiempo que tenia para planearlo todo.
Hace unos días, mientras hacia el mantenimiento de la pileta en su patio,  viendo la escalera que los albañiles se habían olvidado y nunca fueron a buscar a pesar de que les había avisado, se le ocurrió que podían utilizarla con Pau para visitarse sin tener que dar toda la vuelta manzana.
Pensaba amurarla a la pared de su patio para que quede fija y pintarla de blanco, porque estaba manchada con cemento, cal, pinturas de varios colores, debido al uso que le daban los albañiles. Ahora el problema era que una vez que subía de su lado, debía saltar hacia la casa de Pau, o si ella quería ir hacia la casa de él iba a tener que usar una silla o algo así.
Problemas. ¿Cuándo no? Se puso en marcha hacia la ferretería que estaba a unas cuadras de su casa, va con el auto para poder traer la nueva escalera que iba a comprar y también para hacer más rápido.
 Al volver, espía por la medianera del fondo para ver si Paula había llegado. Por suerte aún no estaba. Había decidido que pintaría ambas escaleras con la pintura que también compro en la ferretería, pero no ahora porque no iban a poder usarlas esa noche cuando se la quiera mostrar a Pau.
Amura la escalera que iría de su lado y pasa rápido al fondo de Pau a amurar la del lado de ella. A penas pone un pie en el patio Moro se le va al humo ladrándole.

Pedro: Sh, sh. Tranquilo Morito soy yo,  Pepe.
Moro le huele los pies y en el acto lo reconoce y comienza a moverle la colita amigablemente.
Pedro: Que lindo sos Motito. No le digas a mamá que estuve acá eh. Sh. (Lo acaricia y continúa con su trabajo)
Termina de amurar la escalera y se le ocurre un regalito más… Se despide de Moro y vuelve a su casa para luego ir a comprar lo  que había pensando y de pasada también la cena.
Cocinando era un desastre y prefería que en esa “primera cita formal” coman algo rico. Luego de pensar un rato elige comida mexicana, no sabía si era lo ideal para la ocasión, pero tenía ganas de comer tacos, o quesadillas.

Paula termina de ordenar todo en su trabajo y queda agotadísima, ya que su compañera se retiro antes porque se sentía mal y tuvo que hacer todo sola. Pero bueno, saber que Pepe la iba a estar esperando para cenar la ponía de mejor humor a pesar del cansancio.
Termina sus cosas, saluda a su jefe y se dirige a su casa.
Entra, deja su bolso en el sillón, saluda a Morito rápido y se mete en la ducha apurada por ver enseguida a Pedro. Lo extrañaba.
El agua siempre la relajaba, es así que logra bajar un cambio y comenzar disfrutar del agua cayendo sobre su cuerpo y concentrarse en relajar cada uno de sus músculos.
Sale de la ducha con una paz terrible, se dirige a su habitación a cambiarse. Una vez lista, con una remera y un lindo short de jean, bien clásica, se perfuma, acomoda su pelo, y sale al patio en busca de Moro.
Una vez en el patio queda media sorprendida con lo que ve. ¿Qué hacia una escalera en la pared del fondo?
Se acerca a investigar, olvidándose de Moro por un momento, y cuando estaba por tocar la escalera con su mano, Pedro se levanta rápido del otro lado de la pared diciendo “Hola hermosa”.

Paula: (Alejándose de la escalera para mirarlo) Ay tarado. ¡¡Me asustaste!!
Pedro: Ufa, ¿yo te digo hermosa y vos me decís tarado?
Paula: Es que me re asustaste. ¿Qué haces ahí? ¿Qué hace esto acá? (señalando la escalera)
Pedro: Es que… Se me ocurrió una idea y arme todo para sorprenderte. Con esta escalera amurada de tu lado y la que puse acá, de mi lado, nos podemos visitar con más facilidad. (Le sonríe)
Paula: Sos un divino. (Le responde con los ojitos brillantes de amor)
Pedro: ¿Te gusta? Sino la saco. Igual pensaba pintarla de blanco para que quede más linda.
Paula: Muy decorativa no es, pero pintada puede quedar mejor. A demás si me permite estar más cerca tuyo me EN (sube un escalón) CAN (sube otro escalón) TA (Subiendo el último escalón y dándole un tierno beso)
Pedro: (Tomandole su cara con ambas manos y pegando nariz con nariz) Linda, linda, linda. Cada día me sorprendes más, nunca había conocido esta faceta tuya.
Paula: Y no, éramos amigos nada más. Y con mis amigos no soy tan así.
Pedro: Menos mal.
Paula: ¿Así que don Alfoncito es celoso? (Risas)
Pedro: No mucho, pero espero que no seas así de cariñosa, como fuiste recién conmigo, con tus amigos.
Paula: No, gordo, obvio que no. ¿Vamos a cenar en la medianera? (Riéndose)
Pedro: Ay no, perdón. ¿Pasas por acá?
Paula: Dale.

Primero le pasa a Moro, luego pasa ella y entran en la casa de Pedro:

Pedro: Bueno, como ya sabes no soy para nada cocinero, así que fui a comprar tacos para que comamos. ¿Te gustan, no?
Paula: Si, me encantan. Y tienen una pinta. ¡Qué rico!

Pedro ya tenía la mesa armada con las cosas necesarias para cenar, así que se sientan uno al lado del otro y Pedro sirve la comida para los dos.
Cenan mientras charlan y se ponen al día, entre mimos y besos también.

Paula: Estaba muy rico todo Pepe, gracias. Y me encanto tu idea de las escaleras. Sos lo más. (Lo abraza)
Pedro: De nada Pau, y todavía tengo una sorpresita más.
Paula: ¿En serio? ¿Qué, qué? ¡Contame!
Pedro: Para, ansiosa, cerra los ojos.
Paula: Ay no, dale.
Pedro: Cerra los ojos.
Paula: No me gusta ese jueguito.
Pedro: Ok. No tenes sorpresa.
Paula: No, dale Pedroo.
Pedro: Cerralos.
Paula: Okey. Listo. (Cerrando los ojos)

Pedro se aleja buscando el regalito.

Paula: ¿Dónde vas?
Pedro: Para, ansiosa. (Risas) ¡¡No abras eh!!
Paula: No, dale.

Le pone en sus manos una caja de bombones que había comprado un rato antes cuando salió a buscar la comida. Paula abre los ojos sorprendida, no se esperaba ese lindo detalle.

Paula: Ay, son mis favoritos. ¡¡¡Gracias!!! (Se tira encima de él abrazándolo y besándolo)
Pedro: Mmm, me parece que te voy a regalar más seguido chocolates si vas a reaccionar así.
Paula: Que tontito. (Alejándose un poco avergonzada por haberse tirado así encima de él)
Pedro: No, ahora no te hagas la tímida. (Vuelve a besarla)

Sin separarse de ella la dirige hacia el sillón, se sientan ambos allí. Se miran a los ojos con mucho amor. Estaban tan felices juntos, la pasaban tan bien, que ninguno de los dos quería separarse nunca. Los besos iban aumentando en intensidad al igual que los mimos, con el correr de los minutos.
Pedro era el que más avanzaba, sentía muchas cosas  y quería demostrarlo. Pensó que tal vez estaba yendo muy rápido, pero mientras Pau no lo detuviera, él iba a continuar.
Pau, por su parte, estaba muy segura de lo que sentía por Pedro, pero no de seguir avanzando esa misma noche. Creía que era muy pronto. Por el momento todo iba controlable hasta que Pedro intenta recostarla sobre el sillón, y pasa una de sus manos por debajo de la remera de ella acariciándole la espalda. Es ahí, al sentirlo a él tan decidido a avanzar, cuando ella decide detenerlo, se aparta un poco y ya no vuelve a besarlo.

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Capitulo DEDICADISIMO a Agos (@Juliamorciego) e Ire (@Ire49) que me ayudaron a armarlo y siempre que me trabo me tiran una idea una frase. GRACIAS!!! Las quiero MUCHO.♥♥

También dedicado a Luchi (luuchitravaini) , por aceptarme en su familia. Jajaja! GENIA! ♥

Buena semana para todos!!! Gracias infinitas.

Agos.

1 comentario:

  1. Un placer. Y ojala se repitan las charlas como la de hoy. Welcome to he family. Jajaja

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