domingo, 26 de agosto de 2012

Capitulo 60 ♥


Que el día sea tan gris y lluvioso, sumado a que se había desilusionado con Pedro y a que iba a extrañar horrores a su  amiga, terminaba de deprimirla.
Concluye lo más rápido posible con las cosas que debía hacer en la oficina, y le pide a su jefe de retirarse antes. Él le da permiso sin ningún problema, Pau era una muy buena empleada y la notaba afligida ese día.
A las 5 y media ya estaba en su casa, empapada porque se había olvidado el paraguas en la mañana cuando salió de su casa y encima al haber ido con Jose al aeropuerto, estaba sin auto.
Se mete a la ducha para luego ponerse ropa limpia y seca, se prepara unos mates y prende su Notebook para escuchar algo de música. Elige un CD de Shakira.
Mientras merendaba, jugando con Morito, sonaba de fondo… “Conmigo nada es fácil, ya debes saber, me conoces bien.”
El cielo está cansado ya de ver, la lluvia caer, y cada día que pasa es uno más parecido a ayer, no encuentro forma a alguna de olvidarte porque seguir amándote es inevitable.”
Esa canción la identificaba demasiado y no solo porque ese día llovía... Es así que la cambia y sigue merendando intentar no prestarle mucha atención a las letras pero no lo logra.
¿Por qué la gran mayoría de las canciones que hay, son relacionadas con el amor?
Se enoja, saca el CD y pone otro. Comienza a sonar Arjona.
“El amor tiene firma de autor en las causas perdidas. El amor siempre empieza soñando y termina en insomnio.”
Creyó que lo mejor que podía hacer era quedarse en silencio, las canciones no ayudaban a su estado de ánimo.
Continúa jugando con Moro, pero en silencio.

Llega la hora de salida del trabajo de Pedro y antes de irse pasa a saludar a su padre. Golpea la puerta de su oficina hasta que le afirma que podía pasar.

Pedro: Hola pa. ¿Todo bien?
Hora: Si, hijo. ¿Vos?
Pedro: Em, bien. Me estaba por ir, y pasaba a saludarte antes.
Hora: Ah, menos mal eh. Hoy no te vi en todo el día.
Pedro: Si, es que estaba a full terminando las cosas que no hice cuando falte.
Hora: Esta bien Pepe. ¿Todo en orden entonces?
Pedro: Si, pa. Todo tranqui. Ah, pero te tenía que decir una cosa. Podrías haber mandado a alguien más el otro día. ¿Por qué justo Jesica?
Hora: Si, no me di cuenta. Perdón hijo.
Pedro: Es que no la soporto ya. Pero todo bien con vos. Me voy yendo que tengo unas cosas que hacer.
Hora: Dale, nos vemos mañana. Suerte.
Pedro: La voy a necesitar. (Sonríe) Nos vemos.

Se encamina hacia a su hogar pero en el camino se detiene en una chocolatería y compra unos bombones para Pau. Acción de la cual se arrepiente al rato, su intención no era tratar de arreglar todo con cosas materiales, pero bueno, la guardaría para otro día.
Al entrar en su casa lo primero que hace es ir a su habitación a buscar ropa limpia para bañarse, cambiarse e ir a hablar con Pau lo antes posible. No quería posponer más la charla.
Cuando abre la puerta de su habitación se quería morir, había dejado la ventana abierta y el piso estaba empapado y continuaba entrando agua, ya que la lluvia seguía cayendo.
Pedro: ¡¡No puedo ser tan colgadoo!!
Se apura a cerrar el vidrio y secar todo. Cada cosa que le pasaba, cada inconveniente que se le presentaba, le hacía retrasar su charla con Paula, cuestión que lo ponía de mal humor.
Termina de limpiar todo y se ducha, aprovecha el baño para relajarse, no podía ir a hablar con el mal humor que tenía encima.
Se viste y se perfuma un poco, toma un paraguas y decide dar uso de las escaleras que había amurado a la medianera que lo separaba de Pau unos días antes, porque si iba por la calle esta no le iba a abrir la puerta.
Cruza el patio sube la escalera de su lado, desciende por la del lado de Pau y se acerca a la puerta de la cocina. Golpea a la vez diciendo “Pau, soy yo, Pedro.” Para que no se asuste.

Paula: ¿Qué haces acá nene? (Le dice aun desde adentro)
Pedro: Abrime Pau. Quiero que hablemos. No puedo estar así con vos.
Paula: No, ahora yo no quiero. Andate.
Pedro: Dale Pau, porfa. Me estoy mojando.
Paula: Jodete.
Pedro: ¡¡Dale Pau!! No me voy a mover de acá hasta que me abras.
Paula: Hace lo que quieras.

Paula se va a seguir preparando la tarta de verduras que estaba haciendo y ve que Moro va hacia la puerta y comienza a oler. En cuanto el perrito se da cuenta que estaba Pedro del otro lado comienza a llorar sin parar al lado de la puerta.
Paula: Moro, vení acá.
Pero el cachorro no se movía y tampoco dejaba de llorar.
Paula: (Ahora hablándole a Pedro) Agradecele al perro eh.
Le abre la puerta y lo deja pasar. Lo invita a sentarse en la pequeña mesa que tenía Pau en su cocina.

Pedro: Gracias Morito (Le dice al perro acariciándolo)
Paula: Estas empapado.
Pedro: Te dije que me estaba mojando.
Paula: ¿Qué querías?
Pedro: Hablar…
Paula: Y bueno…
Pedro: Y bueno, que, emmm… Lo primero que te quiero decir es que me disculpes por cómo te trate el otro día. En serio. Te tendría que haber escuchado. (Silencio de él, silencio de Paula) Y sé que no sos de esas minitas que van a jugar a dos puntas. Pero los celos que sentí me cegaron. Tenías que ver la cara de baboso que ponía Mati cuando se mandaba mensajes con vos.
Paula: En esos mensajes, bah, un mensaje de parte mía, le agradecí por su trabajo. El me dijo hermosa y que nos veamos pronto. Pero no me interesa lo que él diga… Si eso es lo que te preocupaba.
Pedro: Esta bien Pau. Confío en vos, en serio. Te prometo que no va a volver a pasar.
Paula: Claro que no va a volver a pasar. Si no estamos, ni vamos a estar más juntos.

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NO ME ODIEN!! Ya se viene lo bueno (? jajaja

Gracias por leer. ♥♥

Agos.

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