Que el día sea
tan gris y lluvioso, sumado a que se había desilusionado con Pedro y a que iba
a extrañar horrores a su amiga,
terminaba de deprimirla.
Concluye lo
más rápido posible con las cosas que debía hacer en la oficina, y le pide a su
jefe de retirarse antes. Él le da permiso sin ningún problema, Pau era una muy
buena empleada y la notaba afligida ese día.
A las 5 y
media ya estaba en su casa, empapada porque se había olvidado el paraguas en la
mañana cuando salió de su casa y encima al haber ido con Jose al aeropuerto,
estaba sin auto.
Se mete a la
ducha para luego ponerse ropa limpia y seca, se prepara unos mates y prende su
Notebook para escuchar algo de música. Elige un CD de Shakira.
Mientras merendaba, jugando con Morito, sonaba de fondo… “Conmigo nada es fácil, ya debes saber, me conoces bien.”
“El cielo
está cansado ya de ver, la lluvia
caer, y cada día que pasa es uno más parecido a ayer, no encuentro forma a alguna de olvidarte porque seguir amándote es inevitable.”
Esa canción la identificaba demasiado y no solo porque ese
día llovía... Es así que la cambia y sigue merendando intentar no prestarle
mucha atención a las letras pero no lo logra.
¿Por qué la gran mayoría de las canciones que hay, son
relacionadas con el amor?
Se enoja, saca el CD y pone otro. Comienza a sonar Arjona.
“El amor tiene firma de autor en las
causas perdidas. El amor siempre
empieza soñando y termina en insomnio.”
Creyó que lo mejor que podía hacer era quedarse en silencio,
las canciones no ayudaban a su estado de ánimo.
Continúa jugando con Moro, pero en
silencio.
Llega la hora de salida del trabajo
de Pedro y antes de irse pasa a saludar a su padre. Golpea la puerta de su
oficina hasta que le afirma que podía pasar.
Pedro: Hola pa. ¿Todo bien?
Hora: Si, hijo. ¿Vos?
Pedro: Em, bien. Me estaba por ir, y
pasaba a saludarte antes.
Hora: Ah, menos mal eh. Hoy no te vi
en todo el día.
Pedro: Si, es que estaba a full
terminando las cosas que no hice cuando falte.
Hora: Esta bien Pepe. ¿Todo en orden
entonces?
Pedro: Si, pa. Todo tranqui. Ah, pero
te tenía que decir una cosa. Podrías haber mandado a alguien más el otro día. ¿Por
qué justo Jesica?
Hora: Si, no me di cuenta. Perdón
hijo.
Pedro: Es que no la soporto ya. Pero
todo bien con vos. Me voy yendo que tengo unas cosas que hacer.
Hora: Dale, nos vemos mañana. Suerte.
Pedro: La voy a necesitar. (Sonríe)
Nos vemos.
Se encamina hacia a su hogar pero en
el camino se detiene en una chocolatería y compra unos bombones para Pau. Acción
de la cual se arrepiente al rato, su intención no era tratar de arreglar todo
con cosas materiales, pero bueno, la guardaría para otro día.
Al entrar en su casa lo primero que
hace es ir a su habitación a buscar ropa limpia para bañarse, cambiarse e ir a
hablar con Pau lo antes posible. No quería posponer más la charla.
Cuando abre la puerta de su habitación
se quería morir, había dejado la ventana abierta y el piso estaba empapado y
continuaba entrando agua, ya que la lluvia seguía cayendo.
Pedro: ¡¡No puedo ser tan colgadoo!!
Se apura a cerrar el vidrio y secar
todo. Cada cosa que le pasaba, cada inconveniente que se le presentaba, le hacía
retrasar su charla con Paula, cuestión que lo ponía de mal humor.
Termina de limpiar todo y se ducha,
aprovecha el baño para relajarse, no podía ir a hablar con el mal humor que
tenía encima.
Se viste y se perfuma un poco, toma
un paraguas y decide dar uso de las escaleras que había amurado a la medianera
que lo separaba de Pau unos días antes, porque si iba por la calle esta no le
iba a abrir la puerta.
Cruza el patio sube la escalera de su
lado, desciende por la del lado de Pau y se acerca a la puerta de la cocina.
Golpea a la vez diciendo “Pau, soy yo, Pedro.” Para que no se asuste.
Paula: ¿Qué haces acá nene? (Le dice
aun desde adentro)
Pedro: Abrime Pau. Quiero que hablemos.
No puedo estar así con vos.
Paula: No, ahora yo no quiero.
Andate.
Pedro: Dale Pau, porfa. Me estoy
mojando.
Paula: Jodete.
Pedro: ¡¡Dale Pau!! No me voy a mover
de acá hasta que me abras.
Paula: Hace lo que quieras.
Paula se va a seguir preparando la
tarta de verduras que estaba haciendo y ve que Moro va hacia la puerta y
comienza a oler. En cuanto el perrito se da cuenta que estaba Pedro del otro
lado comienza a llorar sin parar al lado de la puerta.
Paula: Moro, vení acá.
Pero el cachorro no se movía y
tampoco dejaba de llorar.
Paula: (Ahora hablándole a Pedro)
Agradecele al perro eh.
Le abre la puerta y lo deja pasar. Lo
invita a sentarse en la pequeña mesa que tenía Pau en su cocina.
Pedro: Gracias Morito (Le dice al
perro acariciándolo)
Paula: Estas empapado.
Pedro: Te dije que me estaba mojando.
Paula: ¿Qué querías?
Pedro: Hablar…
Paula: Y bueno…
Pedro: Y bueno, que, emmm… Lo primero
que te quiero decir es que me disculpes por cómo te trate el otro día. En
serio. Te tendría que haber escuchado. (Silencio de él, silencio de Paula) Y sé
que no sos de esas minitas que van a jugar a dos puntas. Pero los celos que sentí
me cegaron. Tenías que ver la cara de baboso que ponía Mati cuando se mandaba
mensajes con vos.
Paula: En esos mensajes, bah, un
mensaje de parte mía, le agradecí por su trabajo. El me dijo hermosa y que nos
veamos pronto. Pero no me interesa lo que él diga… Si eso es lo que te preocupaba.
Pedro: Esta bien Pau. Confío en vos,
en serio. Te prometo que no va a volver a pasar.
Paula: Claro que no va a volver a
pasar. Si no estamos, ni vamos a estar más juntos.
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NO ME ODIEN!! Ya se viene lo bueno (? jajaja
Gracias por leer. ♥♥
Agos.
ayyyy noooo,subi más!!!
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