sábado, 4 de agosto de 2012

Capitulo 41 ♥


Solo se dedicaron una mirada y volvieron a acomodarse. Ella entre sus brazos, él abrazándola.
El corazón de Pau latía rápidamente, aún no caía en lo que había pasado, y no hablaba para no embarrar las cosas. Se moría por saber que pasaba por la cabeza de Pedro ahora y que había pasado en el momento en que se decidió a besarla. Estaba contenta pero tenía miedo. Miedo por la amistad que habían formado estos años. No eran los más unidos del grupo, tal vez, pero siempre habían cuidado la amistad, cuando en otras oportunidades, había surgido esto que les pasaba. ¿Que harían ahora?
Pedro estaba más relajado, se sentía cómodo frente a la reacción de Paula. Él ya se esperaba el cachetazo cuando se acerco para besarla. Pero obviamente también pensaba en la amistad que tenían, que habían formado en estos años y que ya una vez habían preferido no arruinarla.
Sabía que Paula le encantaba, pero era tan difícil tomar la decisión de continuar con eso que habían empezado esa misma noche, o de hacer como si nada hubiera pasado y continuar con la amistad. Ya tendrían tiempo para hablarlo. Ahora lo mejor era disfrutar de tenerla en sus brazos y eso iba a hacer.
Paula pensó lo mismo, tendrían que hablar, pero no ahora, ahora quería disfrutarlo aunque sea un ratito más, antes de tener que volver a la realidad.

Pau ya se estaba quedando adormecida sobre el pecho de Pedro cuando de pronto sienten un ruido, el mismo que Paula había estado escuchando cuando estaba sola, se levanta sobresaltada y lo mira con ojos de preocupación.
Pedro: Sonó como del frente. Voy a ver.
Paula: Ay si, por favor. Cuidado Pepe.
Pedro: Tranquila linda. (Le dice sonriéndole)
Paula se muerde el labio inferior ante lo que Pedro le dice, se queda embobada. Deseaba con toda su alma que esa noche no fuera un sueño del podría despertar en cualquier momento.

Pedro sale de la habitación hacia la puerta de la casa de Pau, la abre y mira para ambos lados... Dentro del terreno había una caja. Algo dentro de ella se movía. Un poco temeroso pero suponiendo de que se trataba se acerco a ella.

Paula adentro esperaba ansiosa por saber que pasaba, y Pedro que se demoraba. Ya estaba poniendo nerviosa. Cuando se había decidido a salir a ver qué pasaba, escucha que Pedro cierra la puerta de entrada de su casa, y luego oye sus pasos por el pasillo que conducía a la habitación.
Antes de abrir la puerta de la misma, Pedro se detiene y le habla:
Pedro: Cuando veas qué era lo que no te dejaba dormir te vas a morir… Y no de susto.
Luego de decir esto entra a la habitación con una caja de cartón en sus manos, se acerca a Pau y hace que dirija su mirada al interior.
Pau: Ay. No te puedo creer. Un perrito. Ay, es muy chiquito y tiene frío.
Pedro: Es hermoso. ¿Viste? Se ve que alguien lo abandono en la puerta de tu casa.
Pau: Ay mi cosita. (Dice mientras lo levanta en brazos.) Mañana lo llevo a un veterinario para que lo revise y obvio que se queda conmigo.
Pedro: Ah, no. Yo lo quería para mí.
Pau: Lo dejaron en mi casa nene. (Enojándose, ama los animales)
Pedro: Ufa, bueno. Te lo regalo… Era chiste tonta. (Larga una carcajada viendo que Pau se había enojado en serio, y la abraza)
Pau: Creo que tiene hambre, mira como me chupa el dedo.
Pedro: Si, es verdad. Podríamos darle un poquito de leche. ¿Tenés?
Pau: No, se me termino hoy. Mmm. Voy a buscarle un poquito de agua al menos.
Pedro: Para. En casa tengo leche, báncame que voy a buscar. ¿Dale? Porque es muy chiquitito, no creo que coma cosas solidas o tome agua. Seguro se lo sacaron a la mamá y lo tiraron.
Pau: Es verdad, pobresito. (Dice abrazando al cachorrito que aun temblaba) Bueno, anda a buscar la leche y yo voy a buscar alguna frazadita o trapo que no me sirva, para ponerle en la cajita y que este más calentito. Siendo tan bebé debe extrañar el calor de su mamá.

Pedro la mira tiernamente como abrazaba al cachorro. ¿Cómo podía ser tan buena, tan linda?
Va a su casa y vuelve con una botella de leche entera para que se la quede Pau y se la pueda dar al perrito hasta que vaya a la veterinaria y le  digan que le podía dar para alimentarlo.
Cuando entra a la casa de ella la ve arropando al perrito en la cajita de cartón, se acerca sin hacer ruido y la abraza.
Pau: Ay me asustaste. (Se pone toda colorada, seguía muriendo de vergüenza ante estas demostraciones repentinas de Pedro.)
Pedro: Perdón, fue un impulso. Creo que después vamos a tener que hablar, ¿no? Digo de esto que paso…
Paula: Si, después. (No estaba muy segura ella de querer hablar ya) Por ahí es mejor mañana, ¿no? Ahora estoy muerta de sueño.
Pedro: Si, tenés razón. Bueno, te dejo con el perrito y me voy a mi casa… Cualquier cosita me llamas y vuelvo a venir eh. Buenas noches.
Paula: Muchas gracias, en serio Pepe. Te quiero.
Pedro: No agradezcas, cuando me necesites estoy. Te quiero… Mucho.

Pedro apoya suave y fugazmente sus labios sobre los de Paula y se marcha a su casa.




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Dedicado a @VickyCivitelli ... Lo prometido es deuda. Gracias por ser una fiel lectora ;)

3 comentarios:

  1. Aaaw, ame este capítulo! Genia!

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  2. Re lindo... lo bueno es qe ninguno de los dos se arrepintio ni sintio culpa por lo qe paso! le tenia miedo a eso... jaja me gusto mucho el cap!! espero el proximo.. se biene la charla :S !

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