martes, 21 de agosto de 2012

Capitulo 56 ♥


Paula se levanta del sillón y se va al baño en un ataque de timidez, no sabía que decirle a Pedro. En realidad sabia qué decir, pero no sabía cómo decirlo. Se lava la cara, intenta relajar un poco, que se pase la timidez. No era nada grave lo que pasaba, su chico quería avanzar y ella todavía no. "Paso a paso", pensaba. Pero le daba vergüenza hablarle de ese tema, a pesar de ser dos personas grandes, ella tenía cierta cuota de inocencia en su carácter, que le impedía poder expresarse como en verdad le hubiera gustado. Tampoco quería que Pedro piense que era una histérica, es así que vuelve al living.

Pedro se queda sentado cual estatua en su lugar cuando Paula se va, sin entender mucho que había pasado. Está bien, podía ser que no quisiera seguir avanzando, ¿pero por qué se fue así? ¿Le habría pasado algo que no imaginaba? Decidió esperarla en el living.
Mientras, también aprovecha ese momento de soledad para bajar los calores y pensar, pero no lograba entender bien que le había pasado a Pau, solo sospechaba una cosa que no le agradaba mucho pensar. Ella interrumpe sus pensamientos sentándose nuevamente a su lado.

Pedro: Perdón si te incomode.
Pau: No, no pasa nada. No es eso.
Pedro: Ah, pero ¿te molesto algo que hice? ¿Por qué te fuiste así?
Pau: Es que, em, ay no me gusta mucho hablar de estos temas.
Pedro Temía, cada vez más confirmar sus sospechas.
Pau: Es que... Por ahora no quiero, no puedo, no sé. Perdón. (Baja su mirada)
Pedro: Ah, listo. Creo que voy entendiendo todo.
Pau: ¿Que vas entendiendo? (Ahora confundida. No esperaba esa respuesta)
Pedro: Que no estás segura de nada, digo, de lo que sentís, y creo saber por qué.
Pau: ¿Que decís Pedro? ¡No entiendo nada!
Pedro: Que ya me di cuenta, que hay algo de onda con Mati!
Paula: No, para. No es así Pepe.
Pedro: Dale, ya esta Paula. No sé que querías. ¿Sacarte las ganas?
Paula: ¿Qué decís? Yo te quiero.
Pedro: No se notaba cuando hoy le mandabas mensajitos a Matias después de la producción.
Paula: Nanana, para Pedro. ¿Queres verlos?
Pedro: ¿Para qué? No me interesa. Son ver la cara de picaro de él cuando le respondías me alcanza.
Paula: Pero Pepe… Nada que ver, en serio. Te los muestro.
Pedro: Cortala.
Pau se queda en silencio, incrédula de lo que escuchaba.
Pedro: Deja, no digas nada. Entiendo, es fachero, ya se. Dejala así mejor.
Pau seguía sin reacción.
Pedro: anda Paula. Quiero estar solo.
Pau: Pero Pepe...
Pedro: Nada, en serio. Dejame solo.
Pau: okey. Nos vemos mañana, y hablamos mejor.
Pedro: No sé cuando voy a querer hablar. Dale, anda.

Pau piensa en acercarse a darle un beso antes de irse pero al dar un paso hacia él, se levanta bruscamente del sillón y le abre la puerta de la cocina para que salga por el patio.
Ella, ahora un poco enojada, por el simple hecho de que no entendía porque se enojaba él, agarra a Moro y sale sin volver a dirigirle la mirada.

Pedro se vuelve a sentar en el sillón, embroncado con Paula, con Matías, con la vida. No quería ser él nuevamente el que salga lastimado de una relación, sin quererlo se estaba creando una coraza para protegerse, para que no vuelvan a defraudarlo. Y esta coraza le estaba impidiendo ver que Pau, que la conocía desde hace años, era una buena mina, y no iba a engañarlo o histeriquearlo por diversión o para pasarla un rato bien, y después dejarlo.
Recordaba que cuando Matías llego de la producción, las caras que ponía y que encima alardeaba que hablaba con Paula. No sabía cómo se había contenido en ese momento para no decirle algo y solo sonreírle. Pero bueno, ya fue, si pasaba algo entre ellos se abriría y les dejaría el camino libre. “Tres son multitud”. Tenía grabadisima esa frase, y después de lo vivido con Jesica y lo que había sufrido. Tres son multitud.

Paula llega a su casa y se larga a llorar. Angustiada. ¿Qué era lo que había hecho mal? Pedro estaba completamente confundido y no había dejado aclararle nada. Encima la había tratado mal, y eso era lo que más le dolía. Al final la primera cita había resultado fracaso, nada había salido como esperaba, absolutamente nada. Para colmo también había descubierto que Pedro no confiaba en ella, no entendía bien por qué.
Decide enviarle un mensaje antes de acostarse a dormir para ver si ya estaba más calmado y por ahí, podían charlar un poco.
 Pau: “Pepe, mira, no entendí muy bien tu reacción pero yo quiero que sepas que te quiero muchísimo, y no fue mi intención que terminaran las cosas así. Solo sentí que por ahí íbamos un poco rápido. Pero lo de Matías nada que ver. Espero lo entiendas. Te quiero.

Se ducha de nuevo, para relajarse un poco, cuando sale mira su celular, y Pedro no contestaba. Se pone a ver un poco de tele, estaba desveladísima y a demás quería hacer tiempo, esperanzada en que él iba a responder.
Se duerme en el sillón abrazada a Moro y ya enojada por la reacción de Pedro. Ella siempre pensaba que ante una pelea o un mal entendido lo mejor era hablar, para aclarar las coas. La reacción de él ya le parecía de un nene caprichoso. No lo soportaba.

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No odiarme yo quererlos ♥ Jajajaja!!

Buenas noches a todos.

Agos.

4 comentarios:

  1. ayyyy arreglalo ya...no nos hagas sufrir!!!

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  2. Ay, decir que te quiero matar es poco !!! me encanta la novela igual y como escribís pero ay, me hiciste sufrir :(

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  3. Agus me encanta vuelteros y como escribis . Ya te lo dije : decile a Pepe que salte esa pared yaaaaaaaaaaaaaaaaa

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