Pedro se
levanta al escuchar su despertador, para arrancar un nuevo día laboral. Cuando
enciende su celular, el cual había apagado al recibir el mensaje de Paula, este
comienza a vibrar indicando un mensaje nuevo. Si era de Paula iba a evitar
leerla para no volver a amargarse como la noche anterior con todo lo que paso. Era
de Matías. Qué raro, ¿necesitaría que lleve algo a la oficina? Lo lee.
Mati:”Buen día
Pepe, amigo. Che, después pasa por mi ofi que te quiero pedir algunos
consejitos con Pau, ya que es tu amiga seguro la conoces. No? Nos vemos capo.”
Listo, la gota
para rebalsar el vaso era ese mensaje. Obviamente que Paula no tenía la culpa
de lo que le pasara a Matías con ella, pero Pedro estaba tan embroncado que se
imaginaba cualquiera. Pensaba que desde que se conocieron Pau y Mati, había
onda entre ellos. Ese día, en el Jardín Japones, ya se había puesto celoso. Y
le molestaba la actitud de Paula de dejar seguir avanzando la relación sin
decirle nada de lo que le pasaba con Matías…
Definitivamente
hoy iba a ignorar a su compañero, se iba a hacer el que no recibió el mensaje, si
no iba a terminar maltratándolo. Y su él no tenía la culpa de sentirse atraído
por una chica, que estaba soltera, que supuestamente no “andaba” con nadie.
Matías no sabía del inicio de una relación entre Pedro y Paula.
Pepe se pone
vestimenta adecuada para ir al trabajo, y se encamina hacia la cocina de su
casa a prepararse un desayuno. Se hace una leche chocolatada y come algunas
tostadas, era un día caluroso para tomar café o té, o cualquier cosa que esté
caliente.
Sigue
reflexionando respecto al mensaje de Mati y lo de la noche anterior. Tenía muy
pocas ganas de ir ese día a la oficina y cruzarse con Matías que lo iba a
indagar sobre Paula, con Paula estaba enojado por lo cual no quería recordarla
ni hablar de ella, y encima seguro que tendría que caretear la situación un
rato con Jesica.
Definitivamente
iba a llamar a su padre y ponerle como
escusa cansancio, refrío, lo que le salga en el momento, pero no quería ir. Prefería
aislarse y pensar. Ya que al día siguiente debía cruzarse si o si a Paula,
cuando vayan todos a despedir a Barby al aeropuerto.
Paula se
despierta por la madrugada, aun no entraba luz por la ventana, por lo que se
levanta del sillón donde se había quedado dormida acurrucada con Moro, en busca
de su celular para ver qué hora era, al ser las 4 a.m. se traslada a su pieza
para continuar durmiendo.
A las 7 a.m.
suena su despertador, lo apaga y se levanta. Mientras desayuna un poco de jugo
exprimido, algunas tostadas, piensa en lo sucedido la noche anterior.
Pedro la
confundía mucho, había prometido cuidar la relación, no arruinar la amistad, bla,
bla, bla… Y al final él era el primero que desconfiaba, él ahora era el primero
en buscar una pelea.
Anoche había
sentido angustia, tristeza y hasta culpa por algo que no había hecho, sino que
él había inventado o imaginado; pero ahora solo sentía bronca. Y más bronca le daba que Pedro se había negado
a escucharla y había también rechazado su propuesta de hablar ese día. Y mucha
más bronca que no le haya contestado el mensaje que le había enviado la noche
anterior. Listo, ahora ella también estaba enojada. Y no pensaba hacérsela fácil,
iba a tener que disculparse por no confiar en ella. Era muy orgullosa.
Ella si
aprovecha el día para ir a su trabajo, y despejarse un poco con sus
obligaciones. Le pide a su amiga Josefina que en la tarde vaya a hacerle de psicóloga
un rato, necesitaba descargar su bronca con alguien y que la aconseje sobre qué
hacer.
Pedro pasó
todo el día en su casa pasando del sillón a la cama, de la cama al sillón, día
de vagancia total. Paula trabajando. Pero ambos pensando o sintiendo cosas muy
parecidas. Entre enojados, arrepentidos, después orgullosos, luego dolidos.
Cuando sale de
su trabajo, Pau compra unas facturas y se dirige a su casa a esperar a su psicóloga/amiga.
Por suerte llega casi junto con ella. Preparan ricos mates y se sientan a
charlar.
Jose: Bueno,
acá estoy, soy todas oídos.
Pau: Sos lo
más amiga. Gracias.
Jose: No
agradezcas, si todavía no te escuche.
Pau: Pero por
estar siempre que te necesito.
Jose: Hago lo
mismo que vos haces por mí.
Pau: ¡Tiernaa! Te quiero. (Se abrazan)
Jose: Bueno,
no nos pongamos melancólicas. (Risas) ¿Me vas a decir que pasó que te leí tan
enojada por mensaje?
Pau: Pedro pasó.
Jose: ¿Ya se
pelearon? (Haciendo cara de hambre y sonriendo, porque sabía que los dos eran
muy orgullosos y se podrían haber agarrado por cualquier pavada)
Pau: Si, no te
rías. Ayer me hizo sentir re mal y hoy me agarro una bronca... Es un cabeza
dura. Estábamos, em, bueno, haciendo lo que hace cualquier pareja… (Dice tímida)
Jose: (Levantando
la voz emocionada) Ah, pero ¡¿ya te lo…
Pau: (Interrumpiéndola)
¡¡¡JOSEFINA!!! Para, no, no estuvimos, pero casi. Yo lo frene.
Jose: Que
rompe. ¡No me vas a decir que no lo conoces o no hay confianza!
Pau: Si, lo conozco
pero entendeme. Que se yo. Me gusta ir paso por paso, no sentía que sea el
momento.
Jose: ¿Y se
enojo porque le cortaste el mambo?
Pau: No, nada
que ver. Bah creo. En realidad empezó a sacar sus propias conclusiones de por qué
no quise y salto con cualquiera. Dice que tengo onda con Matías, el fotógrafo.
¿Viste el que te conté que algo de onda sentí que me tiraba?
Jose: Ajam.
Pau: Bueno,
eso me dijo. Y le quise explicar que nada que ver y se re cegó. Creo que Matías
le estuvo hablando de mi, como diciéndole que le gustaba, eso me dio a
entender. Pero no me dejo explicarle nada. Ya fue.
Jose: Entre lo
cabeza dura que sos vos y lo cabeza dura que es él no van a llegar a nada. Por ahí,
hoy está más tranquilo y le podes aclarar todo. Dale, si te re gusta, no te
rindas así no más. Ahora cuando me voy vas a ir a hablar con él.
Pau: Pero Jose…
Ayer cuando le dije que hablábamos hoy, me dijo que no iba a tener ganas.
Jose: ¡Pero te
lo dijo ayer que estaba en caliente! Dale, afloja un poco, no te pierdas esta
chance.
Pau: Em, puede
ser. No sé…
Jose: Dale
nena. No te quedes con las ganas otros 7 o no sé cuantos años más. Ambos se
gustan no sean orgullosos. Seguro hoy está más tranquilo.
Pau: Bueno,
si, tenés razón. Después voy.
Jose: No, vas
ahora porque yo ya me tengo que ir, pero te dejo en la esquina así se que vas
encaminada.
Pau: ¡¡Que
pesada!! (Burlándose de su amiga y luego sincera) Pero gracias. No sé qué haría
sin vos. ¡¡¡Te quiero!!!
Jose: Y yo a
vos tontita. Dale, vamos.
Salen a la
calle y tal como Jose le había dicho, la deja en la esquina y ella sigue de
largo hacia donde debía tomar el colectivo.
Paula dobla en
esa esquina, camina toda la cuadra y vuelve a doblar, desde ahí ya quedaba a la
vista la casa de Pedro.
Cuando estaba
a 3 casas de distancia puede ver que alguien sale de la casa de Pedro. Al
principio cree que era alguna de sus hermanas, pero cuando se da cuenta quien
era, detiene su paso quedándose congelada. Atina a esconderse detrás de un árbol
y sigue observando la situación.
Pau, para sus
adentro se dice: “¡¡¡¿Qué hace Jesica saliendo de la casa de Pedro?!!! Ahhh
nooo, es un cara dura. Nanana. Después me inventa romances a mí.” Y vuelve
caminando lentamente a su casa.
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Lalalalalalaaaaa ♪ Los quiero. ♥
Gracias por leer.
Buenas noches.
Agos.
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ResponderEliminarayyy nooo..te estoy odiando en este momento sabelo...jejeje que esten juntos de nuevo porfa...ni siquiera pudieron disfrutar de el comienzo de su relación...
ResponderEliminarnaaaaaaaaaaa agostinaaaaaaaaaa te voy a matar!! primero xq me siento re identificada es una grande josee y pau me ancantan esas charlas y segundo xq no me podes dejar asi malaa
ResponderEliminaraaaaaaaaaaaaaa clarooooooo y después era paula la que salia con Mati no???.. a la primera peleita ya va con la ex.. ¬¬
ResponderEliminarAAAAAAAAAAA porqué me haces sufrir asi (?) ah :| no quiero pelea che...
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