Pedro: Esta bien Pau. Confío en vos, en serio. Te prometo que
no va a volver a pasar.
Paula: Claro que no va a volver a pasar. Si no estamos, ni
vamos a estar más juntos.
Pedro se queda
en silencio ante lo hirientes que le resultaron las palabras de Pau. Ella se
levanta y le abre la puerta del patio a Moro, quien estaba ladrando junto a
ella desde hace rato, quería salir a hacer sus necesidades. Lo deja salir,
arrima la puerta y vuelve a sentarse frente a Pedro, que todavía estaba
descolocado.
Pedro: ¿Por
qué decís eso Pau? ¿No era que nos la íbamos a jugar? Yo te quiero.
Paula: No se
nota.
Pedro: Pero ya
te pedí perdón linda. En serio que no fue mi intención desconfiar de vos. (Le
dice esto tomándole las manos que ella tenía apoyadas sobre la mesa)
Paula: (Soltándose
de sus manos) Si, ya fue lo de que desconfiaste de mi. Pero se ve que esa
escenita que me hiciste fue por cola de paja.
Pedro: No
entiendo.
Paula: Cola de
paja, perseguido. Porque vos sí lo haces, lo de jugar a dos puntas.
Pedro: Nada
que ver Pau. ¿Qué decís?
Paula: La
verdad.
Pedro: No es
cierto. No sé de donde lo sacaste. (Ahora medio enojado)
Paula: De
ningún lado. Lo vi con mis propios ojos.
Pedro:
Imposible. Tengo la conciencia limpia.
Paula: ¿Seguro?
Pedro: Segurísimo.
Pero ¿me podes decir que viste?
Paula:
Entonces no estás tan seguro… (Silencio de parte de ambos) Vi a Jesica saliendo
de tu casa, ¿sí? Al otro día de habernos peleado. ¿Me vas a decir que es
mentira? Encima yo iba para tratar de arreglar las cosas con vos. Ver eso me
partió el alma ¿sabes? (Mientras hablaba se le llenaban los ojos de lagrimas)
Pedro: (Se
levanta de su silla e intenta abrazarla, ella se corre. Él vuelve a sentarse
pero esta vez a su lado) No Pau, no te voy a negar que es cierto lo que me decís
que viste. Pero pensaste cualquiera. Vino a traerme unas cosas del trabajo. No
te olvides que trabajo con ella.
Paula: Claro,
y yo me chupo el dedo.
Pedro: No, en
serio te digo. Ese día falte porque me había quedado re mal con lo que había pasado
con vos. Estaba mal por lo que suponía que te pasaba con Mati, porque yo me
arriesgaba por vos y sentía que vos no dabas lo mismo. Y bueno, me quede en
casa y papá me mando a traer unos papeles de unos llamados que debía hacer si o
si ese día. Y de tonto que es, la mando a Jesica, pero a penas puso un pie en casa,
me dio las cosas y ya la estaba echando. Me hizo muy mal como para poder darle
otra oportunidad. A demás no la quiero como a vos, Pau. Te quiero MUCHO y de verdad.
No sé cómo pude esconder y lograr escondérmelo a mí mismo, lo que siento por
vos, durante tanto tiempo.
Paula se queda
entre pensativa, emocionada y un poco culpable por haber pensado tan mal de él.
Estaba un poco arrepentida.
Paula: Dejame
sola Pedro.
Pedro: Pero
Pau, quiero que estemos bien. No te quiero perder ahora. Yo me la quiero jugar
a todo o nada.
Paula: (Luego
de unos segundos de silencio) Yo… No sé que quiero (Sus lagrimas comenzaron a
caer por su rostro) Me voy a buscar a Moro que no se por qué no entro todavía.
Pedro:
(siguiéndola) Pero no llores chuequi, me hace mal verte así. Más si es por
culpa mía.
Paula caminaba
entra las plantas de su patio tratando de agarrar a Moro, parecía tener ganas
de jugar bajo la lluvia, no paraba de correr por todos lados.
Paula: Dale
Moro, no es momento de jugar. ¡Me estoy mojando!
El cachorro
sigue jugando un ratito más y cuando se da cuenta de que Paula ya no lo seguía más,
entra corriendo hacia la casa. Ella lo sigue para también entrar pero Pedro,
que estaba parado junto a la puerta, no la deja pasar y tomándola con una mano de su cara para que
lo mire a los ojos, le habla nuevamente de la manera más sincera.
Pedro: Pauli,
yo te quiero y mucho. Y no hay nada, ni nadie a quien quiera más que a vos en
este momento y dudo que lo exista más adelante. Jamás pretendería lastimarte, y
te pido mil disculpas por haber desconfiado de vos. Sos única y no quiero
perderte.
Paula lo
escucha, poniendo atención a sus palabras y a lo que le decía con sus ojos. Su
mirada le transmitía seguridad, no podía desconfiar de él.
Las gotas de
lluvia caían por su rostro, sumadas a algunas lágrimas que había derramado con
anterioridad. Pedro no dejaba de mirarla fijamente tratando de que note la
sinceridad con la que le hablaba en sus ojos.
Él le pasa una
mano por la cintura y lleva, con su otra mano, las de ella a su cuello. Se
acerca suevamente, rogando que no le corra la cara, o se ligue una cachetada y
le da un hermoso beso, demostrándole en él todo lo que sentía. Ella continúa el
beso a la perfección, presionando con más fuerza su boca contra la de él cada
instante que pasaba. Lo había extrañado.
El agua los
mojaba cada vez más, estaban empapados, pero solo les importaba estar juntos de
nuevo. Besándose, queriéndose, confiando el uno en el otro.
Paula: (Separándose
un poco) Para, Pepe. ¡Para! ¿Estás seguro?
Pedro: Segurísimo.
(Volviendo a besarla)
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Lalalalala ♪ FELICES?
Bueno, este beso bajo la lluvia así re amor, va dedicadisimo a @MayBarrientos que fue quien me dio la idea. TE QUIEROOOO♥ Mejorate.
Buenas noches a todos! Bye.
♥
ay me encanto,ponelos de novios!!!subi más...
ResponderEliminarGracias Noe!! :)
Eliminar