El
sábado, cuando Pau se levanta seguía sola en la cama, no entendía por qué su
novio no había ido a dormir allí si ella era la que estaba enojada o cortante. Todavía
no entendía por qué Pedro no le había mencionado nunca a Natalia. ¿Le escondería
algo? Siempre había confiado ciegamente en él pero tenía miedo. ¿Podría serle
infiel? ¿Después de haber luchado tanto y dejado atrás una fuerte amistad por
esa relación se animaría a arruinarla así? Todas esas preguntas y más pasaban
por la mente de Paula.
Pedro
no había decidido no dormir con su novia por una razón en especial, simplemente
se había quedado dormido en el sillón y concilio un suelo tan profundo que no
se despertó en toda la noche. Esa mañana cuando despertó le dolía un poco el cuello y se sentía mal por
haber dejado sola a Pau en la habitación sabiendo que la noche anterior estaba
un poco (creía que solo un poco) enojada con él… Por eso preparo un desayuno
para ambos y lo llevo a la habitación en una bandeja. Cuando entro ella seguía acostada
pero ya estaba despierta.
Pedro:
¡Buen día! ¿Cómo durmió la más hermosa?
Pau:
Mal.
Pedro:
¿Por qué amor?
Pau:
¿Por qué no viniste?
Pedro:
Me dormí en el sillón. Perdoname, no lo hice apropósito. Como no me gustó
haberte dejado sola te prepare un rico desayuno para traerte a la cama y que me
perdones.
Pau: Gracias. (Sonríe a penas)
Pedro: De nada.
Ella
le hace un lugar a su lado en la cama y Pedro allí se sienta, pone la bandeja
del desayuno en sus piernas y le pasa un mate a su novia.
Pedro:
¿Muy mal dormiste? (Haciendo puchero)
Pau: Mmm, no, no se.
Pedro: ¿Me perdonas?
Pau: No pasa nada Pedro.
Pedro:
Ay desde ayer que estas re cortante. ¿Me decís qué pasa?
Paula:
¡Basta nene! Nada dije. (El mal humor de la noche anterior se había acrecentado
esa mañana e intento levantarse.)
Pedro:
A mí me vas a tratar bien querida. (Dejo la bandeja del desayuno en la mesita
de luz y la tomo de un brazo para que no se vaya)
Paula:
Ay Pedro. ¿Qué te pasa? (Tratando de soltarse)
Pedro:
Que no me gusta estar tan distante con vos.
Al
decirle eso llevo sus manos a las mejillas de ella y la beso, ella se mantuvo
quieta pero no le devolvió el beso. Pedro seguía sin entenderla pero estaba
dispuesto a que afloje un poco. Le soltó la cara pero no se alejo, sino que al
contrario se acerco más a ella y comenzó a besarle el cuello con mucha pasión.
Paula:
No quiero Pedro.
Pedro:
Yo no dije que hagas nada.
Paula:
Pero sé donde queres llegar.
Pedro:
Solo quiero que aflojes un poco.
Pau
seguía cual estatua pero por dentro estaba completamente movilizada, su estomago
comenzaba a llenarse de cosquillas mientras él le besaba el cuello de esa
manera y por eso lo detuvo, para no terminar cediendo.
Pau:
Basta.
Pero
Pedro sin darse por vencido volvió a los labios de su novia, besándola con
mucha suavidad, también paso sus manos por debajo de la remera haciéndole suaves
caricias en la espalda. Paula no aguantaba más, una electricidad ya conocida le
corrió toda la columna vertebral y comenzó a responderle el beso a Pedro.
Él,
viendo su reacción comenzó a levantarle la remera de a poco pero Paula se
distancio.
Paula:
Te dije que eso no quería.
Pedro:
Perdón, es que me podes completamente. En serio que me encantas y me movilizas
mucho nena.
Paula:
(Riendo, ya un poco más suelta) Sos un tarado.
Pedro:
Este tarado quiere aunque sea un besito más.
Lo
besa una vez más y continúan el desayuno. Pedro le propone aprovechar que se habían
levantado relativamente temprano e ir al faro de punta rasa, el lugar donde se habían
puesto de novios. Pau acepto enseguida.
Pedro
se puso contento porque seguramente allí terminaría de ablandarla. Fue hasta el
almacén que estaba cerca de la casa en la que se alojaban y compró pan y
fiambre para almorzar luego en la playa, mientras Pau arma un mini bolsito con
abrigo para ambos y agua y comida para Moro, lo puso en el baúl del auto junto
con la carpita de playa y una lonita.
Cuando
Pedro llego del almacén se subieron al auto y emprendieron camino a San
Clemente por donde tenían que entrar para ir al faro. Fueron charlando en el
viaje, pero Pau no se olvidaba de Natalia... Por ahora había decidido esperar a
que Pedro la mencione en algún momento y preguntale ahí quién era, no quería ser
tan desconfiada, el jamás había dudado de ella o al menos, si así había sido, no
se lo había dicho... Rogaba que se trate otra prima como Rocío o una tía, lo
que sea menos una amiga que nunca se la había presentado, porque justamente
eso, que nunca se la haya presentado le haría sospechar que había alguna razón,
no muy linda, como para ocultar a esa chica de el conocimiento de ella. Ahora
se arrepentía de no haber leído el mensaje, porque por eso ni siquiera sabía qué
relación podía tener con Pedro.
Cuando
paso una hora de haber salido de Costa del este ya estaban ubicados en la playa
del faro, tenían la intención de poder quedarse hasta el atardecer para poder ver
al sol ponerse en el mar, como solo en esa playa era posible (de la costa atlántica
era la única, en el mundo hay miles), esperaban que el clima los acompañe, si hacía
mucho frío o se largaba a llover muy fuerte iban a tener que irse.
Armaron
la carpita, y se sentaron dentro de ella para comenzar a preparar los
sanguchitos. Mientras almorzaban Pau no dejaba de reírse mirando a Moro que corría
de un lado a otro por toda la playa tratando de atrapar a las gaviotas que
bajaban en busca de comida.
Pau:
Se cree un cazador el tontito. Lo amo. Mira como corre. (Comentaba entre
carcajadas)
Pedro:
Es un payaso.
Pau:
Es un hermoso.
Pedro:
Che, Pauli… Ya que estas así, contenta, risueña… ¿Me contas que te pasaba
anoche y esta mañana que estabas distante?
Pau:
¿No se te ocurre nada?
Pedro: No, por algo te pregunto. Decime, porfa.
Pau:
No, ya fue. No da. Si no me pongo de mal humor de nuevo.
Pedro:
Pero por lo menos decime si es por algo que hice yo, así puedo evitar hacerlo y
que te moleste de nuevo.
Pau:
Te dije que nada. No importa, dejala ahí. No quiero hablar.
Pedro:
Okey, está bien. Pero quiero que sepas que si alguna vez te molesta algo de mi
me lo digas directamente, así puedo evitarlo o charlarlo o modificarlo…
Pau:
Esta bien, gracias.
Pau
se levanto de su lugar, otra vez con muchísimo mal humor. Si se había olvidado
de todo por bastante rato y ya estaban bastante bien… ¿Por qué tenía que recordárselo?
¿Le gustaba verla enojada?
Guardo
las cosas que habían utilizado para almorzar, se despejo un poco de las preguntas
de su novio evitándolo por bastante rato y tratando de remontar su buen humor
se puso a jugar con Moro, rápidamente Pedro se unió a los juegos de ellos y
durante gran parte de la tarde se la pasaron corriendo, riendo, disfrutando los
tres juntos.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Me aman, ¿no? jajajajja Yo si los amo (? jajajaja
Buenas noches... Acá les cumpli con los dos caps de hoy!!
MUCHISISISISISIMAAAAAS GRACIAS A @JULIAMORCIEGO POR AYUDARME A DARLE EL ULTIMO VISTAZO A ESTOS CAPS <3 TEEEEEE QUIERO ♥
MUCHISISISISISIMAAAAAS GRACIAS A @JULIAMORCIEGO POR AYUDARME A DARLE EL ULTIMO VISTAZO A ESTOS CAPS <3 TEEEEEE QUIERO ♥
Me encanto, pero no nos podes dejar asi, con la intriga de saber quien es!!! jajaja mañana subis otra vez cap doble? me copa la novela!!
ResponderEliminarbesos genia!
@MLuciaAparicio
subí más!!!
ResponderEliminarno es justo,muy feo lo que haces de dejarnos con la intriga,subiii massss
ResponderEliminarquieeeeen coños es Natalia????
ResponderEliminar