Pedro
sale de ducharse, se dirige a la habitación para terminar de vestirse y luego al
living para encontrarse con Pau, que allí seguía.
Se
sienta a su lado, en el sillón e intenta besarla pero ella le corre la cara y
le informa “llamaron a tu celular”.
Al
ver la seriedad que su novia tenía en el rostro se levanta y toma el teléfono para
fijarse de quien había sido el llamado que había puesto de ese humor (el cual todavía
no podía definir) a Paula.
Cuando
ve quien había llamado se ríe, comprende que obviamente el humor de Pau era a
causa de celos.
Pedro:
Pau, ¿vos sabes quién es Natalia?
Pau:
No.
Pedro:
Y te pusiste celosa por la llamada eso, ¿No es cierto?
Pau:
No se si celosa, y no solo la llamada.
Pedro:
No entiendo. ¿Entonces?
Pau:
Ay Pedro nunca entendes nada.
Pedro:
Explicame entonces.
Pau:
No es así.
Pedro:
A ver. ¿Y cómo es? Estas desconfiando de mi por un simple llamado de alguien
que ni siquiera sabes quién es.
Pau:
No es por el llamado solamente. (Como Pedro se quedo callado, con cara de
confundido, decide continuar ella con la explicación) Vi un regalo de parte de
esa mujer en tu casa, hace un tiempo cuando fui a buscarte ropa, igual no te
preocupes, no lo abrí, no sé qué te regaló. Y la otra noche en el restaurant vi
que ella fue la que te envió el mensaje, tampoco lo leí y decidí hacerme la que
no sabía nada pensando que en algún momento, si taaaanto te hablas con ella,
como parece, me ibas a terminar diciendo
quién es. Soy celosa pero no al extremo y lo sabes, confío en vos siempre
porque hace años que nos conocemos, pero me molesto muchísimo que si tanto te
hablas con una persona y se supone que estamos saliendo ni siquiera me la
menciones en algún momento… No sé, termino pensando que me la queres esconder...
Por algún motivo.
Pedro:
(La escuchaba con atención y muy pensativo) Nunca me di cuenta que sabias de la
existencia de ella.
Pau:
¿No tenía que conocerla, no? Al pedo estaba confiando en vos me parece… (Amaga
a levantarse del sillón pero Pedro la toma del brazo)
Pedro:
Para Pau… No es así... Sabes que te amo mucho, ayer mismo te deje en claro que
te amo cada vez más…
Pau:
Con eso no me estas explicando nada.
Pedro:
Bueno, pero para. Escuchame sin interrumpir, por favor. (Ella afirma con un
movimiento de la cabeza y se queda sentada pero se suelta de la mano de él)
Natalia fue mi mejor amiga desde el jardín de infantes hasta 7mo grado más o
menos, compartimos todo, vivíamos uno en la casa del otro (Esos comentarios no
ayudaban mucho al humor de Pau quien cada vez tenía más ganas de levantarse e
irse a llorar a la habitación abrazada a Moro), pero a las 14 años se fue a
vivir a Rosario, con su familia obviamente. Desde ese momento que no la vi
nunca más y siendo tan chicos perdimos contacto. Pero hace 2 meses volvió a
Buenos Aires por trabajo, el primer mes que estuvo acá no tuve noticias de ella
pero al 2do mes ella encontró un afiche de publicidad de la empresa de mi viejo
y recordó su nombre, fue hasta la oficina y nos reencontramos, hablamos un
rato, intercambiamos teléfonos y nada… Después, al otro día pasó y me trajo una
remera de regalo, la bolsa que viste vos era eso, me dijo que era por todos los
cumpleaños míos a los que falto, es una loca. (Río, pero Paula seguía seria
escuchando) Desde ahí que no volvía a verla porque ella está a full con su
trabajo según me dijo, el otro día me mando mensaje para invitarme a tomar un
café y ponernos al día pero le dije que estaba acá, en la costa con vos. Y ahora, la llamada no sé porque fue…
Pau:
Y por qué, si solo es una vieja amiga, no me contaste antes sobre ella.
Pedro:
No se, se me paso (alisándose los pelos de la nuca con una mano, demostrando su
nerviosismo). No le di mucha importancia. Además siempre que estoy con vos me
olvido de todo.
Pau:
No te hagas el tierno para que afloje, no me gusta que me escondas cosas, ¿así
querés que confíe?
Pedro:
¡Pero no te escondí nada nena! (Enojándose un poco)
Pau:
Lo que me falta, que encima te enojes vos. ¡Qué pendejo!
Pedro:
(Respirando profundamente y cuenta hasta 10 antes de volver a hablar) Bueno, tranquilicémonos
los dos, ¿sí? Porfa, no da pelearnos por esto. En serio, es una pavada. Nunca
quise ocultarte que volvió la que fue mi mejor amiga de la infancia de Rosario…
Simplemente le di tan poca importancia que cuando estabas con vos me olvidaba.
Pau:
Pero podrías haberme dicho cuando estábamos en el restaurant… Que leíste el
mensaje de ella enfrente mío.
Pedro:
Es que… ¿Te digo la verdad?
Pau:
Es lo que quiero que me digas desde que empezamos a hablar.
Pedro:
Bueno che… ¡Para! No te dije que la vi, ni del regalo porque estaba seguro de
que te ibas a poner celosa, y jamás pensé que iba a mandarme mensajes o
llamarme. Pero no te preocupes, solo me manda porque acá, en Buenos Aires, se
siente sola y es al único conocido que encontró, al menos eso me dijo en los
mensajes…
Pau:
¿Y estás seguro qué se acerco solo por eso?
Pedro:
Si, ¿Por qué va a ser? Si queres cuando volvemos te la presento y te va a caer
genial. Es re buena mina.
Pau:
¿Vos me estas cargando nene?
Pedro:
No, Pau… Pero, ¿Quién te entiende? ¿No es mejor conocerla a caso?
Pau:
Vos no entendes nada. ¿Me podres dejar sola?
Pedro:
Pero Paula…
Pau:
(Interrumpiéndolo) Nada, en serio. Andate.
Pedro:
La verdad… No te entiendo… Creí que confiabas más en mí… (Se levanta del sillón
y sale de la casa)
Pau:
Yo también creí que vos confiabas en mí. (Le grita para que la escuche desde
afuera)
A
penas cruza la puerta Paula comienza a llorar de la bronca que tenia contenida
dentro suyo. “Encima termina ofendido él, parece un chiste”, piensa y se
levanta del sillón para ir a la cocina a buscar un vaso de agua. No entendía nada,
lo único que le había quedado claro era que Pedro le había escondido que su
amiguita de la infancia había vuelto a Buenos Aires, y realmente le molestaba
mucho que se la haya escondido. La verdad que creía que no confiaba en ella. ¿Qué
tenía que ver si ella se ponía celosa? Era tema de ella de última, pero así, ocultándole
la verdad era tema de los dos, porque de esa forma le estaba dando motivos para
desconfiar.
Pedro,
todavía confundido por la reacción de Paula caminaba por la playa para
despejarse, no sabía que pensar… Había supuesto que se iba a poner celosa al
saber de Natalia, pero ¿tanto podía desconfiar? ¿Tan poco segura estaba de su
amor hacia ella? Necesitaba alguien que lo aconseje en esta situación, sentía que
solo no lo podía resolver y tampoco quería dejar las cosas así con Pau, la
amaba con su corazón.
Mira
su celular para saber la hora. 21:15. Era temprano, podría llamar a su prima Rocío
como había pensando, ella era la mejor consejera que tenía y en la que más
confianza le inspiraba al momento de hablar de su relación con Paula.
Se
sienta en la arena, cerca de un médano y busca a su prima en la agenda del
celular, presiona el botón verde y espera que lo atienda.
Primero
se ponen al día de cosas cotidianas, se informan de cómo estaban sus
respectivos tíos y dejan saludos para ambas partes de la familia hasta que Rocío,
dándose cuenta de que su primo estaba con pocas palabras le pregunta que le
pasaba.
Pedro:
¡Como me conoces! Hasta por teléfono te das cuenta cuando estoy mal. Yo sabía
que tenía que llamarte a vos. Te quiero.
Rocio:
(Riendo) Yo también te quiero pero dale, ¡contame! ¿Algo con Pau?
Pedro:
Y la seguís pegando. Sí, nos vinimos a pasar Semana Santa a la costa y acabamos
de pelearnos.
Rocio:
¿Motivos?
Pedro:
Celos, supongo.
Rocio:
Contame bien.
Pedro:
Gracias… En serio, por estar siempre.
Rocio:
De nada Pepe.
Pedro:
Bueno, te cuento…
Le
cuenta bien detallada toda la historia a su prima, empezando por cómo fue que apareció
Natalia de nuevo en su vida (ella la conocía de cuando eran chicos, pero nunca habían
llegado a ser amigas) y finalizando por la charla con Pau de hacía un rato, y
como ella se había dado cuenta de la existencia de Natalia.
Rocío:
Bueno Pepe, lo lamento, pero tengo que ponerme del lado de ella esta vez, al menos
en parte… Escuchame: Cuando vio la bolsa del regalo, cuando vio el mensaje… No
te dijo nada, esperó a que vos le digas quién era Natalia por propia voluntad,
o sea que tanto no desconfía de vos, sino te hubiera hecho en seguida un escena
de celos, pero al ver que seguías sin mencionársela
cualquiera dudaría, es como que la estabas escondiendo nene.
Pedro:
Pero… Pero…
Rocio:
No tenes peros, admitilo.
Pedro:
Es que sabía que se iba a poner celosa.
Rocío:
Pero capaz si le decías antes… Eran un poco de celos, una peleíta pequeña y seguía
confiando en vos, porque vos le estabas confiando, confesando, comunicando o
como quieras llamarlo, la existencia de Natalia y las veces que esta se ponía en
contacto con vos. Una pareja es así, la confianza tiene que ser MUTUA. (Resalta
bien la última palabra) Vos no confiaste en qué ella entienda tu reencuentro de
una vieja amistad como la de Nati y termino desconfiando porque vos no le
contaste, ¿entendés? Causa y efecto.
Pedro:
Si, no lo había pensado así. Que tarado soy.
Charlan
un poco más y se despide de ella prometiéndole otra vez una pronta visita con
la que pagaría las sesiones de psicología que le daba su prima cada vez que la
necesitaba. La adoraba.
Pedro:
Gracias de corazón prima, te amo. Saludos a tu amor y a la familia.
Rocío:
De nada gordo. Anda a arreglarte ya mismo con esa chica que debe estar llorando
por vos y no vale la pena que derrame esas lágrimas.
Pedro:
Tenés razón. ¡Ay me haces sentir mal nena!
Rocío:
Para que entres en razón.
Pedro:
Beso loca, nos hablamos. GRACIAAAAAS.
Corta
la comunicación y con rapidez vuelve a la casa que habían alquilado con su
novia para pasar esos días de relax… A penas cruza la puerta busca a Pau en el sillón
pero ya no estaba allí, en seguida se dirige a la habitación y efectivamente la
encuentra recostada con los ojos hinchados a causa de todo lo que al parecer había
llorado. Cuando lo ve, ella se da vuelta para ponerse de espalda, al parecer no
tenía ganas de hablar todavía. Pero él sí, y quería que lo perdone, arreglar
las cosas y principalmente quería volver a ver su hermosa sonrisa. Le hacía mal
saber que había llorado por culpa de él.
Se
sienta en el espacio que dejó Pau al darse vuelta y coloca una mano en la
espalda de ella.
Pedro:
Amor.
Paula:
No quiero hablar todavía.
Pedro:
Al menos escuchame, por favor. (Ella se queda en silencio y sin moverse, por lo
que continúa) Lo que quiero decirte, principalmente es: Perdón. Perdoname por
enojarme yo cuando tenías razón vos, perdóname por no haber confiando en vos y
pensar que te ibas a poner celosa si te decía quién era. Perdoname por haberte
hecho llorar, no te puedo ver así. (Se acerca a ella para darle un beso en la
mejilla y como ella se deja, se anima un poco más y le deja otro beso pero esta
vez sobre los labios) ¿Me perdonas? Por favor.
Paula:
(Se da vuelta para mirarlo a los ojos) ¿Pero vas a confiar en mí de ahora en
más? ¿Vas a dejar de esconderme cosas?
Pedro:
Obvio amor, te juro que aprendí la lección, no pensé que iba a pasar esto. Te
juro que pensé que Natalia no me iba a llamar más, ni nada.
Paula:
Pero igual me tendrías que haber dicho, el regalo ya lo tenias.
Pedro:
Si, es verdad, no es excusa, pero te prometo que no se repite. (Se termina de
recostar al lado de ella y la abraza con fuerza)
Paula:
No me gusta nada de nada pelear con vos.
Pedro:
A mí tampoco, y menos que termines llorando, me siento una basura, perdón, perdón,
perdón. (Paula lo calla con un pico)
Pau:
Ya esta, ¿sí? Mientras las peleas nos ayuden a crecer como pareja de algo sirven.
Pedro:
Es verdad, igual perdóname.
Pau:
Basta, ya paso. Igual la quiero conocer. (Retomando un poco el humor y poniéndose
de lado para quedar frente a él)
Pedro:
Sos terrible. (Volviendo a sonreír) Bueno, cuando volvemos organizo una
merienda para los tres en casa.
Pau:
No, a tu casa no, ni en pedo la invitas. Vamos a un café o algo así.
Pedro:
Bueno, después vemos. Sos celosa eh.
Pau:
Pero ¿no soy mejor celosa así, hablando de frente, que si me entero que me
escondes cosas?
Pedro:
Si, es verdad. Perdón (beso) perdón (beso) perdón (beso)
Ese
último beso se hace más profundo ya que Pau posa sus manos en la nuca de su
novio haciendo que continúe. El enojo había quedado en el olvido, al menos
hasta que la conozca, si era más linda que ella lo mataba a Pedro por haberla
ocultado (lo pensó un poco en joda, un poco en serio).
Pedro
no tardo ni dos minutos, luego de que ella continuara el beso de esa forma, en
subirse arriba de ella y seguís besándola con más pasión, profundizando mucho
más el beso. Al ratito ninguno de los dos contaba con sus remeras y en muy
pocos minutos toda la ropa que habían tenido sobre sus cuerpos estaba
desparramada por la habitación. Estaba bueno pelearse si la reconciliación iba
a ser así, con tanto amor, con tanta pasión y deseo sobrevolando en el ambiente.
Exhaustos quedan después de tanta demostración de cariño y así, como Dios los
trajo al mundo, y abrazados se quedan profundamente dormidos hasta el día
siguiente.
----------------------------------------------------------------------------------------------------
Vieron que no todo es tan grave? Podria haber sido mala, MUY mala... Jajajajajjaa!
GRACIAS ♥ Espero sus comentarios. Besos.
gracias por no hacernos sufrir tanto...jajaja me encanta la nove,esta muy buena!!!
ResponderEliminarahora a esperar el encuentro entre pau y natalia,ojala eso no traiga pelea entre pepe y pau...
Es para matarlo!!
ResponderEliminarAmiga de la infancia. Aparece y le hace un regalo...
Merece piña.
medio corto este capitulo agos JAJAJAJAJAJJAJA! TE QUIEROOO GENIAAA! Gracias por no dejarnos con la intriga y brindarnos un linod capitulo lleno de tension y de amor!!♥ es genial la nove.Besoss
ResponderEliminarestoy con lectora empedernida!! piña piña y mas piña! igual sigo odiando a natalia!! grrr que llama si sabe que el esta de viaje con la novia ¬¬' ejmZORRAejmm -.-
ResponderEliminarGenia, GRAN capitulo! segui escribiendo!
ResponderEliminarQue lindo capitulo! me encanto!
ResponderEliminar