Pedro
intentó levantarse antes que su novia ese sábado para mimarla un poco, ese día
verían a Natalia y quería que se sienta más segura de sí misma, porque para
colmo Natalia era una chica realmente bonita, y aunque para él Paula era la más
hermosa sabía que iba notar la belleza de la otra. Por mala suerte y por no
haber programado el despertador no logró su cometido, cuando se levanto le
llegaba a la habitación olor a tostadas que seguramente su novia preparaba en
la cocina. "Paula y reloj biológico", se quejó.
Moro
seguía acostado a su lado y eso le causo mucha gracia, no podía ser tan pancho
ese perro. Lo despertó y juntos se dirigieron a la cocina. "Buen día
amor" dijo mientras paso por la puerta y enseguida se dirigió al lado de
su novia para dejarle un beso en sus labios.
Pedro:
(La tomo por la cintura) ¿Te ayudo gorda?
Paula:
No, ya está. Esta todo en la mesa, solo me quedan sacar estas tostadas. (Le
sonrió)
Pedro:
Bueno, te empiezo a cebar unos mates. (Se acerco a la mesa, corrió una silla y
se sentó allí)
Le
pasó algunos mates y también le hizo unas tostadas para compensar que no había
conseguido levantarse antes que ella y prepararlo todo él, luego que Pau
termino de ordenar lo que había usado para hacer el desayuno se sentó al lado
de su novio y lo terminaron juntos.
Pau:
¿A qué hora hay que ir a ver a tu amiguita? (Fue bastante despectiva al decir
"amiguita")
Pedro:
A las 5 de la tarde así que ahora relaja.
Pau:
Okey.
Terminaron
de desayunar sin hablar mucho más y Pau se puso a colgar ropa en la soga para
que se seque. Pedro la siguió en silencio y se puso a ayudarla. Así, ordenando,
limpiando se les pasó la mañana.
Pedro:
Gorda, ¿queres que vayamos a comer a algún lado? Afuera digo, a un restaurant o
una parrilla.
Pau:
No, deja, ya vamos a hacer un gasto a la
tarde en el café.
Pedro:
Ay pero no pasa nada. Te invito yo. (Sonrió, intentando convencerla)
Pau:
No, gordo. No es así. Los dos tenemos que ahorrar. El miércoles ya sacamos el
pasaje para ir a Roma al casamiento de Barby y por más que ella nos pague el
hotel en el que nos vamos a hospedar vamos a tener otros gastos en el viaje. ¿O
no? Y tenemos que comprar el regalo de bodas.
Pedro:
Uf, eso es cierto. Se me re habia pasado. ¿Compramos algo con los chicos, no?
Pau:
Si, con las chicas pensabamos de elegir algo entre todos, pero todavia no se
nos ocurre qué.
Pedro:
Si, tenemos que ponernos con eso también.
Pau:
Y seguro algún día hacemos una excursión o vamos a querer traer un regalito a
alguien, tenemos que intentar gastar lo menos posible estos días.
Pedro:
Cuando tenes razón, tenes razón.
Almorzaron
con lo que tenían en la casa, ninguno tenía muchas ganas de salir a hacer las
comprar y mientras hacían la sobremesa, que era por demás silenciosa a comparación
de los demás días, a Pedro se le ocurrió una propuesta.
Pedro:
(La abraza) ¿Sale siestona?
Pau:
Si queres anda con Moro, yo quería planchar. (Soltándose)
Pedro:
Estas a full con el orden hoy.
Pau:
Me ayuda a pensar.
Pedro:
¿Se puede saber qué es lo que te tiene tan pensante?
Pau:
Mmm, ¿lo de hoy?
Pedro:
¿Seguís con eso? Dale, relaja.
Pau:
Intento pero no puedo, ya me da desconfianza antes de conocerla.
Pedro:
Pero si vas así, tan mal predispuesta te va a caer mal de una.
Pau:
Bueno, ya veré, por ahora estoy tensa.
Pedro:
Veni que te relajo (la toma de un brazo para llevarla a la habitación)
Pau:
No, para gordo, que iba a planchar.
Pedro:
Después lo haces, no tenes tantas cosas.
Esta
vez la toma por la cintura y apoyándola contra una pared del pasillo que
llevaba a la habitación, comienza a besarla sin dejarle muchas opciones para
escaparse. Ella al principio mantiene la tensión en su cuerpo pero se va
dejando llevar y finalmente se relaja ante las caricias que Pedro le hacía en
su espalda. Poco a poco se trasladan a la habitación sin dejar de besarse pero
cuando él la recuesta en la cama para continuar besándola, ella se sienta y lo
esquiva.
Pedro: Ey, Pau. Dale, afloja. Si te hace sentir así no
vamos nada. (Se sienta a su lado)
Pau:
Ya te dije que la quiero conocer pero también quiero terminar de planchar.
Pedro:
(Mientras su malhumor crecía, la soltaba y se recuesta solo en la cama) Quien
te entiende Paula. Anda a planchar.
Paula:
Obvio, es lo que quería hacer desde hoy. (Se va pero a los 5 minutos vuelve
para decirle algo más) Te levanto 4 y media.
Pedro
ya no vuelve a responderle y bastante enojado se envuelve en las sábanas para
intentar dormir, cosa que no consigue ya que no paraba de pensar y enojarse
cada vez más. ¿Tanta desconfianza podía tener Paula? ¿Tan insegura estaba del
amor que él le tenía? Ese temita ya lo estaba cansando desde hace unos días.
Necesitaba
descargarse con alguien, al instante piensa en Jose, pero le daba cosa
llamarla, las últimas veces siempre lo hacía en busca de consejos. Entonces
piensa en sus hermanas, al menos con ellas hablaba a diario y no quedaba tan
mal si ahora lo hacía para pedirles una opinión o simplemente un oído, quería descargar
lo que sentía.
Primero
llama a Luciana pero al escuchar los gritos de sus sobrinos de fondo la deja
tranquila rápido, estaban bravos los chiquitos, le dice que solo la quería
saludar y cuelga. Después llama a Sonia y por suerte lo puede atender. Charlan
un poco de todo y luego se meten en el tema que a Pedro más le importaba, o mejor
sería decir: el tema que más lo tenía
preocupado.
Pedro:
No se So, pero ya estoy empezando a pensar que Pau no me quiere tanto como
dice.
Sonia:
¿Por que decís eso? No creo que te mienta con eso bobi. No te hagas la cabeza po
cualquier cosa.
Pedro:
Y pero no entiendo sino. Busco explicaciones y lo único que se me ocurre es que
no sabe como dejarme y por eso hace esto.
Sonia:
¿No serán solo un poco de celos?
Pedro:
Pero eso de los celos ya lo discutimos en la costa y nos arreglamos. Para mi es
lo que te digo.
Sonia:
No sé, no me parece... Pero fijate, capaz tenes razón. Vos la conoces mejor que
yo. Pero asegurate bien antes de hacer una macana. No la lastimes... No se
lastimen ninguno. Se conocen hace años y pueden ser sinceros, ir de frente porque
tienen confianza, no vayan por atrás.
Pedro:
Decile a ella eso.
Sonia:
Que bobis. (Riendo un poco) Dale, vos haceme caso, espera que pase lo de hoy y
ya te vas a dar cuenta que le pasa.
Pedro:
Bueno, gracias hermana. Te quiero mucho.
Sonia:
Yo también, cuando quieras estoy.
Pedro:
Gracias de nuevo, te dejo porque me va a venir a buscar Pau para despertarme de
mí supuesta siesta.
Sonia:
(Riendo) Dale aparato. Cuídense.
Como
Paula ya le había avisado con anterioridad, a las 4 y media lo “despertó” (se
hizo el dormido) para ir a merendar con Natalia. Ambos se vistieron para salir
y partieron rumbo al café.
Al
llegar Pedro busca a su amiga con la mirada pero no la encuentra por lo que se
sientan en una de esas mesas que son para 4 personas y se disponen a esperarla…
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¿Viene la Nati o no viene?
Felices día de Reyes :)
Gracias @Fc_Thepiyuelos por la ayuda!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarREGALO PARA PEDRO,espero que les guste y se copen,cualquier duda escribanme en @fc_thepiyuelos http://www.twitlonger.com/show/kh82ap
ResponderEliminarhttp://tl.gd/kh82ap
ay ay ayyyyy la inseguridad siempre juega en contra che!
ResponderEliminarque vova el amorrrrrr y esta pobre natalia nunca llegue al cafe! jajaja
naaa mentiraaaa... ;)
Noooo que no lleguee jajajajja por favooor
ResponderEliminarayyy subí más!!!
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