Los
minutos pasaban y seguían esperando que llegara Natalia pero no aparecía por
ningún lado, el mozo ya se había acercado dos veces para ver si les podía tomar
el pedido a pesar de que Pedro le aclaro ambas veces que estaban esperando a
alguien más. Paula, por su parte estaba perdiendo la paciencia y poniéndose de
peor humor del que ya tenía.
Pau:
¿Va a venir? Que puntual que es, eh.
Pedro:
No se que le habrá pasado. Ella era la que insistía en el encuentro.
Pau:
Bueh, esperemos 15 minutos mas y pedimos algo o nos vamos, ya parece que le
tomamos el pelo al pobre mozo. (Mira su reloj pulsera)
Pedro:
Okey, pero ya debe estar por llegar.
Que
la defendiera, si era eso lo que en verdad hacia (al menos ella lo interpretaba
de esa forma), a Pau la ponía de peor humor, no sabía bien para qué estaba
allí… De caprichosa no más. Tampoco
sabía muy bien por qué le molestaba tanto la aparición de Natalia, justo ahora
que estaban tan bien con su novio... En realidad la única conclusión a la que
había llegado era que le molestaba demasiado que lo conozca desde antes que
ella, y el haber sido tan amigos desde tan chicos le daba desconfianza a que
haya pasado algo entre ellos.
Suspira.
Mira su reloj otra vez, 10 minutos ya habían pasado, luego mira a su novio que
estaba entretenido leyendo la sección de deportes de un diario que había encontrado
en la mesa de al lado. “Él su pasión por el futbol” piensa.
Paula:
Pedro, ¿vamos?
Pedro:
(Mira su reloj) Dijiste 15.
Paula:
Ni que fuera a venir en 5 minutos si hace más de media hora que esper… (La
interrumpe)
Pedro:
Ahí está. (Sonríe)
Paula
odia la sonrisa de Pedro en ese momento y enseguida sigue el camino de la
mirada de su novio para verla a ella de una vez. Estaba cruzando la puerta de
vidrio por la cual se ingresaba a la cafetería… Alta, hermosa, morocha de ojos marrones miel (“muy
parecidos a los de Pepe”), flaca, con un vestido corto (“demasiado corto” según
lo que creía de Pau). La mayoría de los hombros en la cafetería se había dado
vuelta para observarla (o eso creyó Paula “¿Tan diosa iba a ser?”).
Se
acerca con una sonrisa en los labios y saluda primero a Pedro abrazándolo. (“Innecesario”)
Luego la saluda a ella sin que se lo borre la sonrisa.
Nati:
¿Vos debes ser Pau, no? (Mientras se sentaba frente Pedro en una de las sillas
libres)
Paula:
Si, La novia de Pedro. (Remarca)
Nati:
Si, me comento sobre vos. Sos lindísima, eh. No perdiste el ojo. (Le dije a su
amigo y le guiña)
Pedro:
(Ríe) ¿Viste? Siempre con calidad.
Nati:
Siempre tuvo novias diosisimas. (Le comenta a Pau)
Pau:
Ah, que amor. (A nadie le gusta pensar con cuentas estuvo antes nuestra pareja,
¿no?) Menos la anterior a mí. Yo la conocí a Jesica y no era tan linda gordo.
Pedro:
¡Pau! (Ríe) Tenía lo suyo, pero no te preocupes vos sos las más hermosa. (La
abraza pero Pau enseguida le corre el brazo con disimulo)
Nati:
¡Que tiernos son! Disculpen la demora. No me acordaba bien que colectivo tenía
que tomarme para llegar. Ya me olvide un poco cómo era vivir por acá.
Pedro:
Suele pasarnos hasta a nosotros. No te hagas drama, ¿pedimos algo?
Nati:
Dale, tantas vueltas en bondi me dieron hambre.
Llamaron
al mozo y cada uno hizo sus pedidos, Pau no podía dejar de observarla y controlar
cada uno de sus gestos y movimientos, nunca había sido celosa, se desconocía totalmente
pero no podía relajarse. Hasta las ganas de ir al baño se aguantaba para no
dejarlos solos. Para colmo no dejaban de charla de historias que habían vivido
en la infancia, recordándolas para reírse y para contárselas a Paula que solo
hacia muecas que aparentaban sonrisas. Cuando el mozo trajo los pedidos Natalia
se disculpo y paso al baño.
Pedro:
¿Podrías ponerle un poco más de onda, no? Ya ves que es solo una amiga y encima
es re buena onda, no cambió nada desde que deje de verla. Solo esta, más alta y
grande. (Ríe) Éramos nenes la última vez que nos vimos.
Paula:
No puedo, me sale ser así. A demás… ¿Qué me importa que hacían cuando eran
chicos?
Pedro:
¡Ay Paula!
Paula:
(Imitándolo) ¡Ay Paula! ¿Qué?
Pedro:
Nada, deja. Ahí viene.
Hacen
silencio y Natalia ni nota que se trataba de un silencio incomodo, o al menos
no lo demuestra porque continúa con las anécdotas.
Natalia:
¿Te acordas de la vieja Matilde que vivía a la vuelta de mi casa? Pobre… Siempre
nos metíamos en su jardín y le robábamos las flores.
Pedro:
¡Mal! Nos odiaba. No sabes amor, cuando nos veía acercarnos sacaba a su perro
que era uno re grandote. Ahí salíamos corriendo. Pero si no había nadie le hacíamos
bolsa el jardín, solo por la adrenalina que nos daba hacerlo intentando que no
nos descubra. (Riendo)
Paula:
¡Que divertido! (Media irónica, pero solo Pedro se da cuenta de eso)
Natalia:
Y las juntadas en lo de Lean, tu primo. ¡Qué epocas! Ahí ya éramos más
grandecitos, unos doce años tendríamos y se armaban las primeras parejitas. ¡Qué
amor! Y ni hablar cuando jugábamos a la botellita, nos queríamos hacer los
grandes y apenas nos dábamos piquitos. (Se sonroja un poco)
Pedro:
¡Es verdad! Ni me acordaba de esas juntadas.
Natalia:
Una vez nos toco darnos un piquito, ¿te acodas? (Baja la mirada con timidez)
Pedro:
¡Es cierto! (Sonríe y mira con un poco de culpa a Pau quien le esquiva la mirada
y se concentra en su tostada con queso untable a medio comer)
Paula
no podía creer lo que escuchaba. Era lo que le faltaba… ¿Hacia falta que lo
diga frente a ella? ¿Hacía falta que encima se sonroje y se haga la tímida? ¡Las
ganas de gritar que tenía! Pero no, tenía que controlarse. Encima Pedro se reía
de ese como de los demás recuerdos. ¡Dios!
Ella
ya había terminado su café, pero Pedro y Natalia de tanto que hablaban todavía lo
tenían por la mitad. Él intentaba todo el tiempo incluirla en la charla pero
verdaderamente no le interesaba mucho sus recuerdos, le daban celos, le
molestaban, sentía que sobraba.
En
los últimos 5 minutos de charla que habían pasado, que según capto algunas
palabras hablaban de los picaditos que Pedro hacia con sus amigos y cómo ella
con sus amigas los iban a alentar, Pau solo pensaba y buscaba un excusa para
irse, ya no soportaba estar ahí… Les molestaba sobremanera la confianza que había
entre ellos. Si habían vivido tantas cosas lindas juntos y cosas que Pepe
recordaba con tanto amor y diversión… Bueno, listo, que se quede con ella.
De
su cartera le llega la solución. Jose le había enviado un mensaje para decirle
que cuando pudiera la llamara… Pero iba a inventarles a sus compañeros de mesa
que Jose le pedía, un poco más y le rogaba la presencia de ella en su casa…
Paula:
Me tengo que ir yo. Ustedes si quieren quédense más tiempo. (Les dice media
cortante mientras volvía a guardar su celular en la cartera)
Pedro:
¿Por qué? ¿Paso algo? ¿Queres que vayamos?
Paula:
No, quedate… Si lo estas pasando bárbaro. Jose me mando un mensaje diciéndome que
me necesita, voy a la casa a ver que le pasó.
Pedro:
Pero espera 5 minutos y vamos juntos.
Paula:
Te dije que no. Quedate. Chau.
Sin
más, se levanta con su cartera enganchada en el brazo y sale de la cafetería. Iba
a ir a la casa de Jose pero no a dar contención sino en busca de la misma…
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Y aqui aparecio natalia. Re simptica, ¿no? Yo sabia que no iba a caerles mal. :)
JAJAJAJAJJA
Gracias por leer. Buenas noches... ♥
jajaja pobre Pau, tiene razón eh! espero que la pelea que se viene no sea demasiado larga jaja
ResponderEliminarbesos muuuuuy lindo el capitulo de hoy :) besos! @MLuciaAparicio
ayyy nooo,la odio a natalia!!!ojala solucionen los problemas rápido...mal lo de pepe no darle seguridad a la novia che...jejeje
ResponderEliminary bueh... hay que ponerle un poco de pimienta a la pareja... para que ningune este tan achanchado, no?
ResponderEliminarSuerte Pepe!!!
jajajaja amorosaaa hasat que dijo lo del piquitoooooooooooooooooooooooo es envidia no mas jajjajajaa! q lendaaaaa la nati jaj,amo la novee genia
ResponderEliminarbanco a pau a full ... natalia quien sos? una desubicada jajjajjaaja pedro estubo mal eh ja me encanto
ResponderEliminarla odioooo ya me cayo mal desde el regalo grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
ResponderEliminarpobre Pau, un aburrimiento el encuentro para ella es obvio que esas anecdotas no le importan a nadie le importaria lo que paso con su novia y su amiga de la infancia ademas que necesidad lo de pico ?? no me cae nataliaa
ResponderEliminarsubii mas
Pobre pochi tener que fumarse a la "amiguita" de la infancia ylos hombres siempre iguales grrrrr
ResponderEliminarDiosssss Pobreee Paulaaa. que se tuvo que fumar a la 'amiguita' y que el boludito le festeje los chistes... grrrrrrrrr.. ya lo quiero ver cuando le pase a el!
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