Capitulo 144 ♥

Llegan al salón luego de cruzar varias calles internas del country, pasan por unas casas enormes y hermosas, todas de un estilo parecido y el salón con la misma onda también.

Pau fue casi todo el viaje en silencio, solo hablo para pedirle a Santi que iba en el asiento de adelanto que cierre un poco el vidrio porque tenía frio.

Jose y Valen fueron con Pedro en su auto, y esta primera no dudo en comenzar un breve interrogatorio para ver si podía descifrar cuantas posibilidades había de que vuelva con Pau para después contarle a su amiga.

Jose: ¡Que callado Pepito!

Pedro: (que iba realmente muy silencioso, más de lo que acostumbraba a ser) Em, ah, no se. Estaba colgado.

Jose: Mmm, algo en especial que te tenga pensativo.

Pedro: Ponele...

Jose quería encarar el tema pero no sabía cómo hacer, no podía preguntarle directamente por Pau.

Jose: ¿Alguna nueva mina que te tenga perdido? (Trata de ser compinche con el)

Pedro: No, nada que vez. (Deja notar en su rostro una débil sonrisa) Un clavo no saca a otro.

Jose: O sea que...

Pedro: no, no la olvido... Pero sh, no digan nada. Ya esta, ya la cague.

Jose: Pero capaz.

Pedro: ¿vos decís?

Jose: Y... Proba.

Jose se queda feliz, no estaba todo perdido y amaba la pareja de Pepe y Pau. Pedro por su lado pensaba que había metido la pata, capaz Pau ya lo estaba olvidando y el iba a quedar como un tarado por hacerse ilusiones.

Ingresaron al salón y los ubicaron a todos en una misma mesa, Pau busco el lugar más alejado posible a Pedro y él al notarlo se entristeció un poco más de lo que ya estaba.

La reunión comenzó con un mini discurso del gerente que lo había invitado a Hernán presentando la idea de la fiesta, les deseo a todos una buena velada y comenzó a sonar una canción al ritmo de la cual entraron los mozos con los platos de la entrada.

Poco a poco la conversación en la mesa se iba haciendo más relajada y distendida, igualmente Pedro y Paula evitaban responderse directamente algo que haya dicho el otro. Las cosas entre ellos si seguían tensan.

Luego de la deliciosa entrada, pusieron un poco de música para que los que querían pudieran bailar y de paso vendían unas rifas para seguir recaudando fondos. Los chicos no bailaron pero si colaboraron con las rifas.

Llegó el plato principal mientras las charlas seguían, ya estaban retomando todos el humor que tenían cada vez que se juntaban, no dejaban de oírse carcajadas o risas con timidez desde la mesa de los chicos… Pedro y Pau se mantenían un poco más serios pero solo un poco. Cuando les retiraron este plato nuevamente la música sonó con fuerza y ahora las luces se hicieron más tenues, todos salieron a la pista y bailaban en grupo. De paso Hernán les presento a su jefe y demás compañeros de trabajo quienes también habían asistido a la fiesta.

Hernán: ¿Y? ¿Cómo la están pasando? ¿Tuve buena idea de invitarlos?

Valen: Si, buenísima. La comida esta riquísima y música genial.

Hernán: (Feliz de haber dejado contenta a Valen) Me alegro entonces. ¿Bailamos Val? (Le extiende una mano que ella toma enseguida y bailan al ritmo de un cuarteto que había comenzado a sonar, alejándose de sus amigos)

Santi: Apalala, ¿se ha formado una pareja?

Jose: ¡Parece! Ojala… Para todos es bueno el amor.

Pedro y Pau se miraban incómodos pero cómplices a la vez… Bailaban en ronda entre los cuatro pero Jose y Santi hablaban entre ellos por lo que ellos se mantenían callados. Pepe casi ni bailaba a penas se balanceaba al sonido de la música, verla tan linda, producida, tan hermosa al sonreír le había movido todo el piso, se sentía desestabilizado. ¿Cómo había podido terminar con ella? Pelear tanto por una pavada que podría haber tenido una solución mucha más fácil como frenar a Nati por empezar, cuando se iba de tema con las anécdotas.

Lo que peor le hacía era notar que esa sonrisa que se asomaba en sus labios ante un chiste de Santi o un chusmerío que traía Jose jamás llegaba a sus ojos, que estaban siempre tristes. Saber que eso era por su culpa le partía el alma en dos. Toma un poco de coraje y se acerca a ella.

Pedro: ¿Todo bien Pau? (Intenta hacer como si nada hubiera pasado)

Pau: (Muy seria y pensando “¿Qué quiere este ahora?”) Bien, ¿vos?

Pedro: Bien…

Y ahí queda la conversación, por suerte enseguida los invitan a sentarse nuevamente a cada uno en sus respectivas mesas para el segundo plato y todo vuelve a ser un poco más llevadero gracias a las conversaciones grupales que se desarrollaban. Pero Pedro ante la decepción de no saber cómo volver a abordar a Pau, de cómo recuperar un poco la confianza y el buen trato que había entre ellos se refugia en su buen amigo el alcohol, se toma una copa de vino tras otra para sentirse más relajado.

Al terminar este plato los invitan a bailar nuevamente pero con una temática diferente, había llegado un animador contratado por los organizadores de la fiesta y los hizo bailar haciendo juegos, por ejemplo uno era mujeres contra varones bailando reggaetón, luego en parejas bailaban salsa y el animador iba a eligiendo a los que mejor bailaban o haciendo chistes con los que peor lo hacían. Pau bailaba con Santi y Pedro con Jose mientras Valen y Hernán no se separaban por nada, los chicos no entendían bien pero parecía que algo se habían perdido.

Luego llega el famoso baile de la escoba pero en este caso en vez de escoba el que quedaba solo bailaba con el animador, este muchacho que los estaba haciendo entretener  no podía dejar de mirar a Pau y la toma para que sea la primera en bailar con él…

Al ritmo de un cuarteto comienzan a moverse hasta que de repente todo queda en silencio y comienzan a cambiar de parejas, Pau corre hacia Hernán para escapar del animador y Pedro termina con una señora de unos 65 años que ni conocía.

Van pasando varios ritmos y cambiando de pareja cada vez que la música dejaba de sonar, luego de un merengue que Pedro baila con Jose y Pau con Santi, al momento de cambiar de nuevo se chocan en el centro de la pista y un lento comienza a sonar… Pedro dubitativo al principio, pero decidido después (Un poco gracias a la cantidad de alcohol en sangre que tenía) la toma a Pau por la cintura para atraerla hacia él y comienzan a bailar. Pau intentaba mantener la distancia pero las manos de Pedro acariciando su espalda a la altura de la cadera la podía completamente. No sabían ya si llevaban 5 o 30 minutos bailando juntos, todo se había detenido para ellos. No podían sacarse los ojos de encima e intentar descifrarse el uno al otro. Pedro la acerca un poco más y la abraza, ella apoya su cabeza en el hombro de él y siguen moviéndose al ritmo de la música. Parecía que el juego había terminado porque ya no hacían el silencio para el cambio de parejas… Pau comenzaba a incomodarse, miles de sentimientos de amor la invadían de pies a cabeza y no podía ser así, se había propuesto olvidarlo. “¡Basta!” le gritaba su conciencia pero no podía separarse. Seguía convencida de que Pedro la había dejado porque ya no la quería, y no le gustaba que esté jugando así con ella, acariciándola, abrazándola. Pedro no estaba jugando a nada, estaba simplemente haciendo lo que sentía pero Pau no podía verlo así, por lo que en un impulso se separa para dejar de bailar.

Pau: Me voy Pedro.

Pedro: Pero para.

Pau: No, quiero ir al baño. (Casi corriendo se escapa de sus brazos y le hace una seña a Jose para que la siga al toilette)

El resto de la fiesta Paula se encarga de esquivarlo, no quería hacerse ilusiones de cosas que después no seguirían, lo había notado a Pedro con algunas copitas demás lo cual la hacía sentir menos segura de todo lo cariñoso que había estado.